Dance

Danzas de Baja Navarra

La fiesta favorece la puesta en escena de la danza y acentúa su valor litúrgico. El patrimonio inmaterial de la merindad de la Baja Navarra cuenta con el preciado elemento de las procesiones de la festividad del Corpus o Besta Berri que, con particular esplendor, se celebran en Heleta, Armendaritz, Bidarrai, Alduides, Yoldi, Lakarra y Baigorri. Desde siglos atrás, la fiesta del Corpus fue ocasión habitual para la regular revista de armas de las compañías de naturales, una función militar en desuso que avecinada en el folclore motiva la celebración de alardes y exhibición de danzas. Sus heterogéneos personajes lucen uniformes propios del primer imperio o de la "guardia navarra" de la primera guerra carlista con espadas y emblemas del pretendiente D. Carlos. Desfilan por las calles e incluso bailan en el interior de las iglesias (Heleta y Bidarrai) mientras ondea la ikurriña.

La Cavalcada, también conocida como Santibate, era un acto excepcional y algo más que un divertimento carnavalesco aunque en ella tomasen parte sus habituales personajes a pie y a caballo -de aquí su designación-, a saber: zapurrak, basa anyereak, gigantes y bolantak o kaskarotak que son los personajes principales y siempre buenos conocedores de las danzas. No había fecha fija para la cavalcada. En Izpura hubo tradición antigua que fue llevada a Uhart-Cize y Donibane Garazi. También eran ocasión propicia para la representación de las danzas tradicionales las paradas o farsas charivaricas o Tobera moustrak que son una suerte de comedia y juicio popular.

Ha sido el Carnaval un tiempo idóneo para exhibir el repertorio de bailes. Las cuestaciones solían darse el domingo o el martes. Pequeños grupos de tres a seis mozos, o de hasta veinte participantes en barrios o pueblos de mayor población, recorrían las casas y recibían de los vecinos longanizas, huevos o tocino. Salían disfrazados o tan sólo enmascarados. Los atuendos más corrientes se basaban en vestidos de mujer y ropas en desuso. No solían faltar el oso y su vigilante, la pinza extensible para hostigar, el aprendiz de barbero y su desventurado cliente, etc. La música corría a cargo de la txirula y tuntún. O del acordeón que servía para el baile mixto en aquellas casas donde varias mozas esperaban reunidas. También se encarnaba la figura del Zanpantzar - "Saint Pansard" - que luego debían quemar o ahogar. Se decía Zanpantzarren besta egin behar dugu, gero haren erretzeko edo ithotzeko. El jueves de lardero se recibe el nombre de Ostegun gizen y en Uhart-Mixe era costumbre comer con pequeños panes denominados kauserak (buñuelos). Al igual que en Luzaide, en Mendibe, Aldudes, Urepel salía el cortejo de bolantes, kaskarotas, besta-gorris con la bandera, etc. Antiguamente, el carnaval finalizaba de forma brusca con la llegada de la cuaresma el miércoles de ceniza. Pero la relajación de la severidad religiosa ha extendido su duración hasta entrada la primavera.