Monarchy and Nobility

Alfonso VIII de Castilla

Rey de Castilla desde 1158 a 1214, hijo de Sancho III y Blanca de Navarra, nieto de Alfonso VII.

Durante su minoría de edad, con ocasión de las luchas internas de Castilla, el nuevo rey navarro Sancho IV Garcés El Sabio recuperó la Rioja y Bureba usurpadas por Alfonso VII, en la primavera de 1160, tomando Logroño, Entrena, Ocón, Ausejo y otros pueblos riojanos, para penetrar en la Bureba rescatando Cerezo de Río, Tirón y Briviesca. En 1167 hizo treguas con Navarra por diez años. En 1170 se reunió la Curia regia en Burgos para concertar el casamiento dé Alfonso VIII con Leonor de Plantagenet, de la casa ducal aquitana. La boda se celebró en agosto de 1170 y, ya en 1173, rompía el castellano la tregua con Navarra cruzando la frontera y tomando Grañón, cerca de Santo Domingo de la Calzada. Al año siguiente, con motivo de la boda de la infanta castellana D.ª Sancha con el rey aragonés D. Alfonso II el Casto, ambos reyes renovaban el viejo acuerdo de repartirse Navarra (1174). Alfonso VIII penetró en Navarra hasta tomar Legin, cerca de Urroz (1176). Al año siguiente sometía sus diferencias con el navarro al arbitrio del rey de Inglaterra cuya sentencia no satisfizo a ninguna de las dos partes. En 1179 acordó con el rey de Aragón que cualquier conquista que hicieran en Navarra se la repartirían a medias. En vista del inminente ataque de ambos reyes, Navarra se avino a entregar al castellano Logroño, Entrena, Navarrete, Ausejo, Autol y Resa pero con condiciones que hicieran posible un retorno a Navarra. Alfonso VIII se comprometía a devolver Legin y Portilla y también le daba por quito el castillo de Godin. El documento decía:

"Y además de esto, Yo, D. Alfonso Rey de Castilla, doy por quito a Vos, D. Sancho, rey de Navarra y de Alava a perpetuo para vuestro Reino, conviene a saber: desde Ichiar y Durango, que quedan dentro de él, exceptuando el castillo de Maluecin, que pertenece al rey de Castilla y también Zufivarrutia y Badaya, como caen las aguas hacia Nafarrete, excepto Morellas, que pertenece al Rey de Castilla, y también desde allí a Foca, y de Foca abajo, como divide el río Zadorra, hasta que cae en el Ebro. De estos términos señalados hacia Navarra, todo sea del Rey de Navarra, excepto el castillo de Maluecin y Morellas, que son del rey de Castilla, como está dicho. Y de los términos ya señalados hacia Castilla todo sea del Rey de Castilla. Además de esto, Yo, D. Alfonso, Rey de Castilla, doy por quito a Vos, don Sancho, Rey de Navarra, y a vuestros sucesores acerca de Rueda, y quedo sin queja de Vos acerca de ella a perpetuo".

La actitud de Alfonso VIII provocó en Navarra una actividad defensiva extraordinaria creándose un sistema de fortificaciones por toda la frontera y gran número de fundaciones de villas, entre ellas Vitoria. Del mismo modo cundió la alarma por todo Aragón y Navarra (Borja, 1190). El casamiento de D.ª Berenguela, hija del Sabio, con Ricardo, Corazón de León, rey de Inglaterra, frenó a Alfonso en sus ansias imperialistas, quedando Navarra libre de guerras por algún tiempo. La gran derrota de Alarcos (1196) en batalla con los árabes no arruinó definitivamente sus ambiciones. Resueltas sus diferencias con León concertó con Pedro de Aragón una acción conjunta para repartirse el reino vasco (Calatayud, 1198). Sancho El Fuerte, el nuevo rey navarro, no tuvo otro camino que buscar la alianza en Marruecos. Durante su ausencia en áfrica Alfonso VIII invadió Navarra apoderándose de Álava, Duranguesado, Gipuzkoa y Laburdi (1190-1201) encontrando fuerte resistencia en Vitoria y Bayona.

Conseguido su objetivo abandonó Lapurdi quedándose con todo el occidente vasco. Para consolidar su conquista otorgó fueros a varias plazas ocupadas poniéndolas en manos de personas de su confianza. En 1203 Inocencio III invalidaba el matrimonio de Berenguela con Alfonso VIII con lo que la pretensión castellana a hacerse cargo de la Gascuña quedaba desprovista de base. Sin embargo su diplomacia, tortuosa y complicada, lograba una nueva victoria, al lograr que el arzobispo Rodrigo Ximénez de Rada, arzobispo de Toledo, navarro desnaturalizado, predicara por Francia y Alemania la cruzada contra el poderío almohade. Presionado por cardenales y arzobispos, Sancho el Fuerte concurrió a la gran batalla de las Navas de Tolosa (1212), decisiva para Castilla y gracias al cual la victoria fue posible.