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ARTAZU

En los límites de la localidad se halla el antiguo poblado de Orendáin, que hoy pertenece al término de Artazu. En dicho poblado se asienta en una zona elevada, la Parroquia de San Andrés. Constituye el único resto de la zona y data de comienzos del siglo XIII. Se construyó bajo parámetros arquitectónicos cistercienses. En su estructura cuenta con una única nave dividida en tres tramos prolongados hasta la cabecera pentagonal. La cubierta de la nave se soluciona mediante una bóveda de medio cañón apuntada, cuyo peso es soportado por los robustos contrafuertes exteriores. La cabecera se cubre por medio de una bóveda gallonada de nervios lisos. Externamente se presenta como un macizo conjunto horizontal de piedra de sillería. Entre los elementos decorativos sobresalen los canes lisos de la cornisa y la estructura de la portada. El pórtico de ingreso ubicado en el muro de la Epístola data del siglo XIV y es de estilo gótico; lo forma un arco apuntado que se abocina mediante seis arquivoltas que descansan sobre pequeños capiteles vegetales y zoomorfos.

En el pequeño núcleo de Artazu se localizan construcciones de orden civil agrupadas en torno a la calle Mayor y a la parroquial. Su tipología constructiva responde a edificios en piedra de sillería del siglo XVI, fachadas de dos cuerpos, ubicándose en el inferior la portada de ingreso de medio punto descentrado con robustas dovelas. El segundo de los pisos se articula mediante ventanas adinteladas. La trama horizontal de la fachada se decora con blasones barrocos del siglo XVIII. En los números 14 y 21 de la calle Mayor se encuentran sendos edificios que responden a estas características.

Iglesia parroquial de San Miguel. Data del siglo XIII si bien sus obras se prolongaron hasta el siglo XVII. Conserva la estructura medieval de estilo cisterciense. Presenta una nave de único tramo, crucero muy diferenciado y cabecera rectangular. Del siglo XIII se conserva el alzado de la nave, que resulta desproporcionada ante la gran envergadura con la que se dotó a la cabecera en el XVII. Toda la cubierta se soluciona durante el siglo XVII: la nave y la cabecera mediante sendas bóvedas de medio cañón, mientras que para la en el crucero se alzan dos tramos de bóvedas de arista. Externamente se presenta como una masa cúbica de piedra de sillería en la que sobresale la torre situada a los pies. La portada consiste en una sencilla apertura de medio punto del siglo XVI, protegida por un austero pórtico renacentista del mismo periodo realizado por Juan de Arbeloa.

Retablo Mayor. De estilo neoclásico, data del siglo XIX. Sobre un pedestal se alza un solo cuerpo dividido en tres calles articuladas mediante pilastras de capitel compuesto. Se remata el ático con un solo cuerpo de columnas del mismo estilo. En la hornacina central se aloja una talla de titular del siglo XIX. También se guardan los retablos del Crucificado y la Virgen del Rosario. Ambos del siglo XIX guardan una estructura y traza neoclásica similar. Guardan en sus respectivas hornacinas imágenes de interés artístico. La imagen de la Virgen del Rosario data de 1598 pudiendo ser atribuida a Bernabé Imberto. La talla del Crucificado data del siglo XVII y su estilo es romanista.

En la sacristía parroquial se alojan varias tallas del siglo XVII e importantes piezas de la colección de orfebrería. En la misma destacan un cáliz barroco del siglo XVII, un ostensorio de plata del siglo XIX y un copón también de plata del mismo periodo.

Cercana al núcleo urbano se halla la Ermita de la Santa Cruz. Su origen se remonta al siglo XVI si bien fue modificada en el XIX. Nave única de tres tramos, en uno de los cuales se adosa la cabecera. La cubierta es de bóveda de arista. Externamente se presenta como un sencillo edificio carácter rural, en el que destacan sobre el paramento enlucido las cadenas de sillar que refuerzan las esquinas En el interior se ubican un retablo del siglo XIX y una talla del Crucificado del mismo periodo.

Fernando GARCÍA NIETO