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ARCE - ARTZI

En el año 1413 el rey D. Carlos III dio el señorío perpetuo hereditario de Arce, sus pechas, homicidios, sisantenas y jurisdición baja y mediana de los pueblos del valle, a su hijo natural Godofre. Nombra los pueblos que lo componían, que eran Lusarreta, Arrieta, Ezpoz, Gurpegui, Zazpe, Nagore, Artozqui, Muniain, Lacabe, Oroz y Azparren. También nombra otros que o no eran de ese valle o han desaparecido, y son Olóriz, Iriberri -éstos probablemente de Orba-, Adaja, Garralda (Aezcoa), Ochoa y Oray; pero en cambio deja de hacer mención de los demás pueblos que hoy pertenecen a dicho valle. Esta donación se adjudicó luego al deán de Tudela D. Sancho de Oteiza, en pago de 5.000 libras que D. Godofre le debía; y después por traspaso del deán, recayó en Fr. Martín Martínez de Olloqui caballero y prior de la orden de San Juan. En 1453 el príncipe de Viana dio la orden de caballería y las pechas de los lugares del valle de Arce, inclusas las llamadas osteinto y baturratu, a su consejero maestre hostal Juan Martíniz de Uriz, señor del palacio de Artieda, por que el rendió (decía el príncipe) su deudo debido de naturaleza, e por libertar nuestra persona, é poner en libertad, quiso poner é puso la persona suya en raenas (rehenes) por Nos en la preson, donde Nos, en nuestra persona, fincabamos cietenido et preso, en la preson é cárcel de Zaragoza, por el seinor rey nuestro seinor é padre. En 1466, la princesa Doña Leonor, donó a perpetuo las pechas, y rentas reales del valle de Arce, a Carlos de Artieda, para él, sus hijos y sucesores de legítimo matrimonio. Y. M. 1731: Pleito entre D. Tomás de Elio, marqués de Besolla, y el valle de Arce. Arce fue ocupada por los ejércitos napoleónicos que se hallaban acantonados en Roncesvalles. Los representantes de este valle junto con los de Erro, Valcarlos y Roncesvalles se quejaron en 1809 y 1810 al Duque de Mahón, virrey de José I, de la imposibilidad en que se hallaban de seguir contribuyendo a los gastos del ejército de ocupación. El comisario de Guerra, Juan Hernández, decretó que Lesaca, Vera y Santesteban ayudaran a los mencionados valles a pagar la contribución, pero éstas la retardaron logrando zafarse del compromiso. A partir de 1814, el valle de Arce insiste repetidas veces para que se le abone la deuda sin lograrlo.