Filologoak

Broussain, Piarres

Piarres Broussain vino al mundo un 5 de Agosto de 1859, a las 4 de la mañana en el palacete de Barrandegi Larrarte de Hasparren / Hazparne (Lapurdi). Era fruto del matrimonio entre Bartelemi Broussain y María Salagoiti, y fue bautizado al día siguiente, en la iglesia del pueblo por Grazian Adema "Zaldubi", ayudante del párroco.

El padre de Piarres Broussain, Piarres Bartelemi Broussain, nació en el año 1793 en el Hospital Zelai; al finalizar la Revolución y las guerras napoleónicas partió hacia América y después de enriquecerse regresó a casa en la década de 1840. Más tarde, el 14 de febrero de 1849, se casó con la hija de una familia de Lekuine (Bonloc), con María Salagoiti, mesonera de 23 años. El matrimonio tuvo cinco hijos. El primero, Martin Broussain (1849-1865), que nació en la casa de Lekuine, murió muy joven.

Los demás hijos de la familia nacieron en el precioso palacio Barrandegi de Hazparne; así, María Broussain (1851-1938), la segunda y única niña del matrimonio, se casó con el diputado bayonés Léon Guichenné y murió sin dejar descendencia.

El tercero, Janbatista Broussain (1854-1906), después de cursar los estudios de derecho en París, se instaló en Madrid, casado con María Luisa Dangeretegi Mendiondo (1888-1954), una mujer muy rica de Lekorne (Mendionde). Tuvieron dos hijas: una de ellas, María Teresa, casó con el señor Bourkaïb, el cual se hizo con la propiedad de los bienes de Barrandegi; la pequeña María, sin embargo, murió en 1901.

El cuarto hijo, Xiprian Broussain (1856-1913), después de pasar unos años estudiando en París, parece ser que anduvo un tanto perdido hasta que murió, no sin antes haber causado más de un disgusto entre los suyos.

Y el último hijo fue Piarres Martin Broussain (1859-1920), precisamente la figura de la que vamos a hablar. La joven madre, viuda, consiguió sacar adelante a sus hijos con la ayuda de sus padres, Manez y Kattalin Salagoiti, y también gracias a la cuantiosa fortuna legada por su marido, Broussain, y a seis fieles criados.

Además de poseer los bienes de Hazparne y de Lekuine, la madre de familia poseía bienes en Baiona, más en concreto terrenos, y se le ocurrió que tal vez podría acercarse hacia Baiona y conocer la situación de tales terrenos. Una vez instalada en Baiona, la joven viuda conoció a Jean Moreau, viudo lionés y jefe del regimiento nº 42. Se casaron el 23 de julio de 1866.

Este matrimonio supuso un gran cambio en la vida de todos los niños de Barrandegi, especialmente en la vida del pequeño Piarres, de 6 años. El mismo año de la boda decidieron enviar a los niños, que por aquel entonces no contaban más que 12, 10 y 6 años, al internado de Larresoro (Larressore). En 1867 los mandaron aún más lejos, al colegio de Dax (Landas). Y por último, a Burdeos, al conocido colegio de los jesuitas Tivoli, donde cursaron los estudios secundarios. De este modo, al cumplir los veinte años, cada hermano cursó sus respectivos estudios superiores en la Universidad de París.

Qué es lo que ocurrió exactamente en aquellos años de la niñez, primero, y de la adolescencia, después, es difícil de imaginar pues se han perdido casi todos los documentos de los años escolares. Pero existe un dato que sí es cierto, ya que fue el propio Broussain quien nos lo confesó, y es que después de haber vivido y estudiado en colegios extranjeros, había perdido por completo su lengua materna y su identidad vasca. Leamos pues, a continuación, lo que el propio Broussain escribió el 3 de octubre de 1903, al joven vascófilo Georges Lacombe (1879-1947):

"Hogoi urtetan eskuara guti nakien, sei edo zazpi urte arteo haurrek ikasten duten poxi hura ikasirik eta gero eskolan hoinbertze urte egonik, eskuaraz batere mintzatu gabe. Ene amaren belaunetan ikasiriko mintzaia hainbertze nuen arroztua nun ahalge bainintzen eskuaraz artzeko. Orduan buruan ezarri nuen behar nuela ikasi eta emeki emeki hartan trebatu niz, ez ordean frantsesean bezenbat. Hasteko liburu eskuarak irakurtu nituen, atxeman ahalak oro, eta gero eskualzale arrotzek eskuararen gainetik izkiriatu dituzten liburuak eskuratu nituen..Liburu hoien irakurtzeak irakatsi daut zoin ederra den gure mintzaire zaharra eta hola piztu zaut harentzat dudan amodio bizia."

["Cuando contaba con veinte años, sabía muy poco euskera. Hasta los seis o siete años aprendí muy bien mi lengua pero después pasé muchos años estudiando y sin hablar una palabra en euskera. Tanto se me había olvidado la lengua aprendida en brazos de mi madre que era incapaz de hablarla.

Entonces me convencí de que tenía que volver a aprenderla y a recuperarla, y poco a poco lo he conseguido, aunque no tan bien como con el francés. Para empezar leí libros en euskera, todos los que pude, y luego me hice con libros que trataban de la opinión de los no vascófilos sobre el euskera... Gracias a la lectura de todos ellos me he dado cuenta de lo hermosa que es nuestra vieja lengua y del gran amor que siento por ella.]"

Tampoco nos ha de extrañar el hecho de que unos cuantos años después, en concreto el 16 de marzo de 1913, Piarres escribiera al mismo amigo que París era su segunda "Patria".