Concept

Órgano

El siglo XVI es el del triunfo de la polifonía vocal, quedando relegados los instrumentos, entre ellos el órgano, a un segundo plano. Sin embargo, los organeros consiguen grandes progresos en su trabajo. Las teclas pueden ser ya pulsadas por los dedos y su tamaño hace que la octava pueda ser abarcada por una mano. Los órganos empiezan a tener teclados con octavas completas cromáticas y los registros empiezan a sonar con independencia mediante el sistema de correderas. Los fuelles de alimentación de aire lo suministran ya con continuidad y sin brusquedades. Todos estos adelantos son poco a poco introducidos por organeros al principio franceses que suponemos influirían en órganos como el de Oñati, donde había organista en 1613, o en la catedral de Pamplona, con organista nominado Esteban de Miguel en 1516, o en los nuevos órganos de la catedral de Tudela de 1519 o del monasterio de Iratxe de 1536. No sabemos si fue de Castelbón el órgano que en 1544 tocaban en la colegiata de Vitoria Martín Abad y Diego Soto, ni conocemos el organero que construyó el de Orduña que en 1552 tocaba Alonso Abad. Pero sí sabemos que ese mismo año construyó un órgano en Valtierra el catalán Fermín Granollers y que en 1553 se encomendó la construcción de un órgano en Tudela a Mateo Téllez, de Todelo.

Fueron sin duda órganos renacentistas de la escuela francesa el que en 1549 construyó en Puente la Reina Miguel de Borgoña y en 1557 en Tafalla Gabriel Lerice, organero de Orleans. En el contrato firmado por el primero en 1549 se comprometía a hacer un órgano "llano o real sin mixturas de flautas" para sustituir al anterior. Observemos que en muchos de los órganos construidos en este siglo se habla en los documentos de un órgano anterior, lo que evidencia la existencia de muchos órganos del siglo XV que nos son desconocidos. Es curioso también observar que a mediados del siglo XVI se hable de hacer un órgano sin mixturas, lo que nos pone ya en camino hacia el órgano barroco.

Con Miguel de Borgoña trabajó en Puente la Reina Pedro Almándoz quien ya por su cuenta hizo en 1567 el órgano del Hospital General de Pamplona. De la escuela renacentista francesa fueron también Guillaume y Gaudioso Lupe, padre e hijo, que trabajaron en Navarra. El primero hizo los órganos de Santa María de Viana (1574), Santa María de Tafalla (1581), San Pedro de Aibar (1587), la Asunción de Cascante y otros más. Se le atribuye la invención de los "ecos", característica del órgano barroco. El hijo Gaudioso Lupe hizo aderezos en el órgano de San Juan Bautista de Estella (1601) y construyó los de San Pedro y convento de Clarisas de Tudela (1616). Este mismo año parece ser que se construyeron los órganos del convento de Clarisas de Villaro y el de Axpe de Busturia. Años antes se había construido un nuevo órgano en Begoña (1598).

De ascendencia alemana y, por tanto, de su escuela renacentista, parece ser Vicente Alemán Oñate, prolífico organero instalado en Orduña, donde hizo un órgano en 1576. En 1578 le encontramos en Salvatierra trabajando con Guillaume de Lupe en el órgano de Santa María, de donde pasa a hacer el de San Martín de Sotés. Pero vuelve a su taller de Orduña desde donde construye los órganos de Markina (1579), Azkoitia (1580), San Pedro de Bergara (1585), Durango, iniciado en 1596 y terminado en 1604. Entre tanto repara el órgano de la catedral de Sigüenza en 1602 y construye el del convento de Agustinas de Arceniega en 1606, fecha en que muere. Su hijo Juan Alemán Mendieta hizo reparos en los órganos de Mondragón (1606), Orduña (1613) y Arceniega (1614).

Organeros renacentistas navarros fueron Juan de la Fuente y su hijo Juan Jorge, con taller en Sangüesa, donde el padre hizo el órgano de San Salvador. En 1584 le encontramos trabajando en la catedral de Huesca y en 1594 construyendo el órgano de San Pedro de Viana. A comienzos del siglo XVII construye el de Santa María de Olite (1601) y el de San Miguel de Corella (1602). El hijo hace los órganos de Santa María de Sangüesa (1609) y el de Isaba (1613). Por esta época tiene taller en Pamplona el mallorquín Gerónimo Roch quien en 1606 construye el órgano de Lumbier y en 1613 el de Irún, haciendo reparos en Tolosa en 1607. Bertrán Boysolle, que construye los órganos de la catedral de Baiona, está trabajando en Guipúzcoa en 1625, año en que Pedro Plaza, de Lumbier, construye el órgano de Cáseda. Para entonces ya estaba trabajando en Navarra el italiano Guido de Baldo Fulgencio, quien construyó órganos en Ujué (1610), en las parroquias de El Rosario y San Miguel de Corella (1618), en Ablitas (1625), en Valtierra (1632) y en Milagro (1635). Este organero italiano nos introduce ya en el órgano barroco pues habla como de cosa anticuada de las "mixturas", siendo así que él mismo las aplicaba. En 1629 constan documentalmente reparaciones hechas en Santa María de Elorrio.