Peintres

Camacho Camacho, Carmelo

Pintor nacido en Valdepeñas (Ciudad Real) el 12 de abril de 1959.

A los catorce años se instala con su familia en Galdakao y más tarde en Bilbao, donde vive y participa activamente en la vida artística de la ciudad. Su condición de autodidacta interesado siempre en la pintura, le lleva a realizar algunos cursos impartidos por artistas de su entorno. Entre 1985 y 1987 asiste a las clases de Alfonso Gortázar, pintor con quien comparte estudio; en 1988 acude al taller impartido por Fernando y Vicente Roscubas y en 2002 al de Iñaki de la Fuente en Bilbao Arte.

Participa activamente en diferentes concursos y certámenes, donde obtiene numerosos reconocimientos. Está presente por ejemplo en Ertibil (1992, 1997, 1998, 2001, 2002 y 2003), recibe dos accésit en Gure Artea los años 1990 y 1991, en Bizkaiko Arte (1991), en varias ediciones del "Concurso Pequeño Formato de Gallarta" (1997, 1998, 1999, 2002 y 2003). En 2001 recibe el segundo premio en el "Concurso de Autorretratos M. Martínez Vela" en Vitoria y es finalista en la "III Bienal de Zaragoza". Un año después consigue el primer premio de pintura en la "III Bienal Ignacio Pinazo de Godella" (Valencia) y su obra es seleccionada en el "I Premio de Pintura de Utebo" (Zaragoza), así como en el "XXV Concurso Casimiro Sainz" en Reinosa (Santander), en el "III Certamen de pintura UNED" de Bizkaia o en la "V Bienal de Pintura de Estella" (Navarra), donde volverá a estar presente en 2004.

En 1991 muestra su primera exposición individual bajo el título 2ª exposición en La Fundición de Bilbao. Le suceden 36 x 36 en la Sala Locomotion de Bilbao y Pinturas en Torrebillela Kultur Etxea de Mungia (1993). Presenta "La tregua". A Mario Benedetti en Barrainkua Kultur Etxea de Bilbao (1994), Pinturas en Arriola Kultur Etxea de Elorrio (1995), El coleccionista de menhires en la Galería La Brocha de Bilbao (1999). Acerca de esta muestra, Javier Urquijo escribe:

"Hilando más fino, se diría que la obra de Camacho es puro bestialismo, como lo fue y lo es en parte la de Iñaki de la Fuente. Pintura relacionada con lo psíquico, profundamente onírica y construida a través de sensaciones paranoicas y paranormales, en las que las coincidencias cromaticolumínicas alcanzan similitudes con formas exteriores venidas de otros universos: rostros extraños, objetos deformados, imprecisiones imaginativas, etcétera."

(El Mundo, 14-3-1999).

A esta exposición le siguen Inventario en la Casa de Cultura de Gallarta y Lugar exacto dónde cayó el globo en Torre Ariz de Basauri (2001), La amante de Titanlux en Zuloa Espacio de Arte en Vitoria (2002), Poderosas razones para irme de Cádiz en Bilkin Arte Garaikidea de Bilbao (2003) y ...del embeleso y otras fabulaciones en la Galería Spiral de Olite (2004).

Desde 1990 participa en numerosas colectivas entre las que podemos destacar: Colectivo Palanca I en Spaccio Grossi de Bilbao (1994), Prometeo Encadenado en la Galería Arsenal de Bilbao (1997), Aires del Norte en la Galería Dasto de Oviedo (1999), Jóvenes Artistas de Bizkaia en Zalla (2001), Colectiva en la Galería Bilkin de Bilbao (2002), en la que figura entre la nómina de artistas y con la que acude a la XXIII edición de Arco en 2004.

Su obra está presente en las colecciones del Banco Central Hispano, Ayuntamiento de Sestao, Michel Martínez Vela (Vitoria), Barcenas Valdepeñas (Ciudad Real), Ayuntamiento de Godella (Valencia), Galería Juan Manuel Lumbreras (Bizkaia) y en la colección en la Galería Bilkin (Bilbao) entre otras.

El propio artista habla así de sus intenciones en al año 2004:

"Se habló del analfabetismo de Enrique Santos Discépolo, memorable letrista de Tangos, lo saco ahora a colación porque siento que mi camino en la pintura es similar al suyo, él en su Buenos Aires, el que suscribe en Bilbao. La curiosidad me lleva a la pintura y ésta me la devuelve a toneladas.

Canalizo esta reciprocidad acompasando mi primigenio interés de hallarme con las circunstancias. El taller verdadero que nombrara Claudio Rodríguez se va poblando de herramienta, óleos, lienzos, bastidores de esta o aquella especie y como viaje feliz uno se desarrolla allí; no para llegar sino por el placer de ir, como diría Stevenson.

Creo, como Miró, más en el trabajo que en la musa. En la militancia en estos personajes que nombro a los que la historia ya les ha hecho hueco. De la música prefiero la improvisación, me tienta más la perseverancia en el color que el éxito".