Las obras sociales sufrieron transformaciones de acuerdo con el paso del tiempo, perdiendo protagonismo las más netamente benéficas. En 1944 el antiguo local de subastas del Monte de Piedad sería convertido en Sala de Exposiciones y Conferencias, actividades estas que pervivirían durante todos estos años. En 1949 la Caja adquirió la emisora de radio A.E.J 62 Radio Vitoria, que años más tarde sería vendida al Gobierno Vasco. En 1955 nació una de sus más importantes y emblemáticas obras sociales: la Institución Sancho el Sabio, como centro de estudios y biblioteca dedicados a la investigación sobre temas vascos, su primer Boletín apareció en 1957, que se convertiría en Fundación en 1989. Otra interesante labor cultural fue la restauración de diversos edificios emblemáticos alaveses (Portalón, Casa del Cordón, Casa Armera de los Guevara-Gobeo, Palacio Escoriaza-Esquibel,...). En el área de la enseñanza hay que destacar el patrocinio de las Escuelas Profesionales Diocesanas (Escuela Agrícola de Arcaute), la Escuela de Aprendices de A.C. y la Escuela de Asistentes Sociales, obra social desde 1964. El apoyo al deporte, con la apertura de una piscina y de un gimnasio en 1959 fue otra variante cultural. En su faceta asistencial destacan la Residencia de Obreros Solteros; la Asociación benéfica Virgen de Gamarra, los Clubes de Jubilados que se empezaron a abrir a partir de 1967 (Landázuri, Salvatierra...); los centros de hipoacústicos; el Dispensario Antidiabético; el Parque de Gamarra, etc..
En los años setenta la mayor parte del dinero dedicado a obra social fue destinado al área educativa, unos 111 millones en 1978 (ayuda a las Escuelas Profesionales Diocesanas, Colegio Universitario Alavés, Escuela de Asistentes Sociales, U.N.E.D., construcción de un parvulario...); y cultural (Institución Sancho El Sabio, bibliotecas infantiles, becas, Curso de Actualización Empresarial, salas de cultura, edición de libros, restauración). Además dedicó parte de sus fondos a financiar Clubes de Jubilados, Residencias Juveniles, cursos de promoción de la mujer, apoyo a la cultura popular y al deporte.
En 1987, en el que dedicó unos 150 millones de pesetas a ese fin, dividió en áreas de actuación específicas lo que antes parecía estar disperso: cultural, docente y asistencial. Pasando al primer plano de sus objetivos las actividades culturales y siendo la Institución Sancho El Sabio su mejor baza, sin olvidar las múltiples exposiciones, conferencias, conciertos, certámenes y concursos que impulsó o en los que colaboró.