Peintres

Almarcha, Gustavo Adolfo

Pintor contemporáneo, nace en Miranda de Ebro (Burgos) el 2 de marzo de 1953.

Realiza en esta ciudad su primera exposición individual a los veinte años. Vive en Vitoria. A finales de los setenta participa con el "Grupo Dolmen" en varias colectivas: en Vitoria, Bilbao y Burgos. En los ochenta, entre 1983 y 1986, milita en la Asociación de Artistas Alaveses. Remite obra a los certámenes burgaleses y alaveses de estos años: Certamen de Arte Alavés de la Caja Municipal, Bienal Plástica de Pintura y Escultura del Ayuntamiento de Vitoria, Concurso Nacional de Pintura de Burgos, a la par que realiza nuevas individuales en la Sala Independencia de la Caja Provincial de Álava (1981), en la sala del Aeropuerto de Foronda (1982) y en el restaurante Morgan (1984), uno de los recintos vitorianos más frecuentados por los componentes de la Asociación de Artistas Alaveses.

Con la exposición colectiva "Ertibil" recorre las tres capitales vascas en 1984. En febrero de 1985 participa en la muestra colectiva "Coordenada", en la Sala San Prudencio de la Caja Provincial de Álava, figurando en ese mismo ejercicio en otra colectiva de "Artistas Alaveses" en la Sala Municipal de Barakaldo.

En mayo de 1986 cuelga de nuevo un total de veinticuatro cuadros en la Sala San Prudencio en el marco del programa didáctico "Así pinta...". Un interesante proyecto que, auspiciado por el Museo de Bellas Artes de Álava en colaboración con la Caja Provincial, pretendía acercar la comprensión del arte contemporáneo a los niños. El propio artista expositor actuaba como guía o profesor explicando el desarrollo de su obra delante de los más jóvenes.

En julio de 1987 expone en el Museo de San Telmo de San Sebastián en la colectiva La Generación de los 80. Pintura del Museo de Bellas Artes de Álava, muestra que viajará al año siguiente por ciudades como Buenos Aires, Santiago de Chile, Montevideo, Brasilia, Caracas, México o Estambul. Es también uno de los artistas seleccionados por el Ayuntamiento de Vitoria para los Talleres de Pintura.

En febrero de 1990 realiza una muestra individual en la sala Araba de Vitoria. Selecciona los trabajos ejecutados en los dos últimos años y medio. Ya mucho más reciente en el tiempo, de mayo de 2000, es su colectiva, con otros cinco compañeros más, en el Espacio Zuloa, en los bajos de esta librería vitoriana de la calle de la Correría. Repite nuevas comparecencias en varios locales de la capital alavesa a los que acostumbra a enviar retratos y algún que otro autorretrato.

En octubre de 2003 expone sus retratos en la bilbaína galería Catálogo General de Bilbao. En el verano de 2006 participa en la muestra colectiva Siete veces veinte en la Galería Lumbreras de Bilbao.

Como pintor figurativo mantiene el interés por la representación de la figura humana. Es una constante en su obra. Concentra su atención en el rostro ampliado de los efigiados, con gran libertad en el uso del color y en la composición. Son retratos atrevidos que abandonan los condicionamientos formales del género. Juega el pintor con sus propias facultades interpretativas en pos de una iracunda, cuando no sarcástica expresividad.

De etapas anteriores es su serie Estudio, integrada por lienzos muy barrocos, de exultante cromatismo, colmatados de innumerables elementos que reflejan el ambiente cotidiano que rodea al pintor cuando trabaja; la serie Catedrales, de colores más apagados, más terrosos, cuyo tema principal son las cúpulas y los interiores de estas grandes construcciones religiosas, y la serie Columnas o Intercolumnio, óleos muy pastosos y de cromías todavía más austeras en los que aboga por un ambiente de elementos columnarios y presencias masculinas. Los temas urbanos de la capital alavesa, pero modificados en sus aspectos originales, con un tratamiento libre, también atrajeron su interés en un momento dado. Hacia finales de los ochenta.

De dicción expresionista, ha trabajado Almarcha con fuertes y densos empastes pictóricos, incorporando a la superficie de sus cuadros texturas y rugosidades muy vivas y contrastadas. Con una gran intencionalidad por su parte a la hora de pormenorizar todos y cada uno de los detalles sin abandonar en ningún caso el rigor dibujístico.