Peintres

Ibarrola Goicoechea, Agustín

Pintor y escultor. Basauri, 18 de agosto de 1930.

Nacido en el seno de una familia obrera, su primera formación artística la recibe en la Escuela de Artes y Oficios de Bilbao hasta que en 1948, y gracias a una beca del ayuntamiento de Bilbao y la diputación vizcaína, se traslada a Madrid donde estudia con Daniel Vázquez Díaz. Siendo discípulo en el taller de este pintor dará sus primeros pasos en el cubismo.

A principios de 1950 conoce a Jorge Oteiza quien le acercó al concepto del espacio propio del constructivismo y además le transmitió la visión de la creación artística colectiva, aquella que requiere la participación de varios artistas y diversas artes. La influnecia de Jorge Oteiza será decisiva en la obra de Ibarrola.

En 1956 se traslada a París donde junto con otros artistas españoles (José Duarte, Ángel Duarte y José Serrano) funda "Equipo 57". Con este grupo lleva a cabo una gran labor investigadora que en lo formal se plasma en una línea abstracto-geométrica y, en lo teórico, en una serie de manifiestos y artículos sobre el devenir del arte y el papel del artista en la sociedad.

En esta época conoce también a José Ortega con quien aprende la técnica del grabado y a través del cual se integra en el movimiento Estampa Popular creando Estampa Popular de Vizcaya, donde Ibarrola expresa sus preocupaciones sociales mostrando la temática del trabajador rural y urbano y la represión franquista con crudeza.

Miembro del Partido Comunista su militancia le lleva a participar activamente en la lucha obrera y la oposición al régimen franquista durante la década de los 60, siendo encarcelado por este motivo en 1962 y, posteriormente, en 1967.

A partir de los años 80 se recluye en su caserío de Kortezubi y comienza a trabajar en una de sus obras más conocidas: el Bosque de Oma (1986-1991). Situado no lejos de su domicilio, el pintor crea sobre los pinos una serie de figuras que se van formando a medida que se avanza por los diferentes caminos, formas que se conjuntan a base de pequeñas intervenciones en distintos troncos, perspectivas obtenidas a base de rasgos dibujados en diferentes hileras de árboles... Siguiendo esta línea de intervención en la naturaleza y espacios abiertos, en 1995 trabajó en el Bosque de olmos o Bosque Encantado, junto al Puente Romano de Salamanca, donde se trata de tallar y pintar una serie de olmos muertos y en el que trabaja en colaboración con los alumnos de Bellas Artes de la Universidad de Salamanca.

Al mismo tiempo Ibarrola sigue experimentando y realiza obras de gran formato utilizando traviesas de ferrrocarril, hormigón, papel, hierro: en la estación de Abando (Bilbao) se encuentra la obra "Viaje al Infinito", entre 1986 y 1987 crea "Ola a ritmo de txalaparta" (estación de Chamartín, Madrid), en 1996 realiza "El Bosque de Totems" compuesta por 50 traviesas de ferrocarril sobre bloques de hormigón y ubicada en la estación Prícipe Pío de Madrid.

Una de sus últimas obras es los Cubos de la Memoria, donde Ibarrola realiza una intervención artística pintando los bloques de hormigón que conforman la escollera de defensa del puerto pesquero de Llanes.

Algunas obras de Agustín Ibarrola han sido objeto de agresiones por motivos políticos y él mismo amenzado por su militancia en el Foro de Ermua y la plataforma Basta ya!. Estas circunstancias le decidieron abandonar en 2005 el País Vasco e instalarse en la finca Garoza de Bracamonte, que le cedió su amigo y experto en arte Alfredo Melgar en Ávila. En 2010 el artista intenta reunir los fondos necesarios para su proyecto de Fundación Ibarrola que se pretende llevar a cabo en la finca Garoza de Ávila.

Su trayectoria artística y personal ha sido merecedora de premios como la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes (1994), la Medalla al Mérito y Reconocimiento al Trabajo82001), y la Medalla al Orden y Mérito Constitucional (2003).