Architectes

Aguinaga Azqueta, Eugenio María

Arquitecto nacido en Donostia el 25 de octubre de 1910, falleció en Neguri el 12 de Julio de 2002.

Hijo único del abogado Mario Aguinaga Barona y Juana Azketa Monasterio. Vivieron en el barrio donostiarra de Ategorrieta desde 1913, en la Villa Eugenia, construida por la familia materna. Realizó sus estudios de bachillerato cerca de la casa, en el Colegio de los Marianistas, y al terminar decidió estudiar arquitectura. La suya era una familia de marinos, navieros y juristas, pero el ver dibujar a su primo, el arquitecto José Manuel Aizpúrua, influyó en su elección.

En 1926 la familia compró un piso en Madrid, a donde se trasladaría Eugenio para preparar su ingreso en la Escuela de Arquitectura. En la facultad de Ciencias de la Universidad Central cursó las asignaturas teóricas superándolas en los dos años previstos. En octubre de 1928 comenzó la carrera propiamente dicha, y tuvo como profesores a Modesto López y Luis Vegas. En la escuela coincidió, entre otros, con Félix Candela, Fernando Chueca, José Antonio Domínguez Salazar, Carlos de Miguel y Salvador Gayarre. Durante la carrera, y en compañía de Carlos de Miguel, quien más tarde dirigiría durante años la revista Arquitectura, trabajó en el estudio de Luis Gutiérrez Soto. Esas estancias fueron una importante lección de oficio arquitectónico, que influiría posteriormente en su forma de trabajar; y supusieron el germen de una larga amistad y alguna colaboración profesional.

Su primo José Manuel Aizpurua terminaba la carrera cuando Eugenio la comenzaba. Juntos se presentaron a dos concursos: para un Instituto en Cartagena y para la Escuela de Ingenieros de Montes de Madrid. Ganaron los dos pero no construyeron ninguno. Desde entonces, Eugenio Aguinaga no se volvió a presentar a ningún concurso.

Terminó sus estudios en junio de 1934, siendo el primero de su promoción, y abrió un estudio en su propia casa de Madrid, donde vivía con su madre ya viuda. Este mismo año Eugenio Aguinaga viajaría por primera vez a Inglaterra. Más adelante, durante buena parte de su andadura profesional, podremoss apreciar el gusto por la tradición inglesa que desarrollaría el arquitecto. Su primer encargo llegó en noviembre de 1934: su tío, hermano de su madre, deseaba construir una casa de campo en Ategorrieta, en San Sebastián. El proyecto se entregó en marzo de 1935 y se terminaron dos años después, ya durante la Guerra Civil. La casa Sollube apareció entonces publicada en la Revista Nacional de Arquitectura, y es una de las obras más conocidas de su autor.

La Guerra Civil interrumpió su trabajo en Madrid, su estudio robado y asaltado durante la guerra nunca volvió a funcionar. En septiembre de 1936, cuando Eugenio se encontraba en el frente de guerra, donde era Oficial de Artillería tras haber sido requeté, acordó casarse con Matilde Churruca el 14 de Febrero de 1937 en la Iglesia de San Ignacio de Loyola de San Sebastián. Se habían conocido en un baile en 1936. Terminada la Guerra Civil se hospedaron durante unos meses en Madrid. En 1940 la Diputación de Vizcaya abrió convocatoria para un puesto de arquitecto, y Eugenio decidió presentarse. Sacada la plaza, el matrimonio se trasladó a Bilbao, y Eugenio puso allí su estudio, compartiendo local con Luis Gana y Rafael Basterretxea. En agosto de 1940 realiza su primer proyecto en Bilbao para el Patronato Nacional Antituberculoso "Ledo Arteche".

Pero su primer encargo importante llegaría en marzo de 1941: el Sanatorio Antituberculoso Generalísimo Franco "Santa Marina". Su primer encargo para un cliente privado también vino en 1941: se trataba de la Sede de Seguros Bilbao en la Gran Vía. El proyecto se entregó a finales de 1942, pero las obras se prolongaron hasta agosto de 1947. Y es que se atravesaba entonces una época de seria penuria económica, Europa estaba envuelta en la Segunda Guerra Mundial y se hacía una arquitectura totalmente artesanal por la total falta de productos industrializados. Valga como muestra que en el Sanatorio de Santa Marina las baldosas de los pavimentos hubo que fabricarlas "in situ". No obstante, al tratarse de un país en reconstrucción, el trabajo para los arquitectos era abundante. Con estos dos últimos edificios todavía en construcción, Eugenio Aguinaga proyectaba ya otros trabajos: el Cine Novedades de Donostia, en colaboración con José Antonio Domínguez Salazar; un panteón para la familia Gandarias; la reforma del Palacio de Chávarri en Bilbao y una casa en Durango para José Azcoaga. El mismo 1941 se trasladaría a Neguri, y es allí donde nacieron sus ocho hijos, entre ellos el arquitecto Eugenio Aguinaga Churruca (1943).

Más tarde, en 1950, trasladaría su estudio definitivamente a la Gran Vía de Bilbao. En la oficina había dos despachos principales, uno para Luis Gana y otro para él, y también trabajaban en él aparejadores, secretarias y delineantes. Entre sus colaboradores habituales cabe destacar al aparejador Manuel Gabiola y al arquitecto Martín Saiz, intérprete competente de los croquis de Aguinaga y hábil dibujante. Pasaron también por el estudio diversos arquitectos jóvenes durante temporadas más o menos largas, algunos procedentes del extranjero. Entre ellos estaba Iñigo Eulate, quien llegó a ser socio de Aguinaga entre 1972 y 1980, desarrollando con él obras como la casa de los Tilos o las viviendas de Atxekolandeta.

De 1947 a 1949 fue Tesorero de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Arquitectos Vasconavarro siendo decano Ricardo Bastida, arquitecto que admiraba, y fue él mismo Decano de 1954 a 1956.

En 1957 fue designado por el Ministerio de Industria para tomar parte en un viaje de formación técnica a Estados Unidos. Le acompañaron en el viaje los arquitectos Carlos de Miguel, Fernando Cassinello, Salustiano Albiñana y Cayetano Cabanyes. Durante tres meses visitaron Washington, Puerto Rico, Tampa, Houston, Phoenix, Los Angeles, Chicago, Boston y New York, y tuvo la ocasión de conocer personalmente a Frank Lloyd Wright, Mies Van der Rohe, Richard Neutra y José Luis Sert. También visitaron la oficina de Skidmore Owings and Merril. A lo largo de toda su carrera profesional, Eugenio Aguinaga mantuvo contacto con el exterior a través de viajes y publicaciones. Ya en Madrid en su época de estudiante compraba todo lo que se publicaba sobre arquitectura. Forman parte importante de su biblioteca revistas como Architectural Review de Inglaterra, Moderne Bauformen y Baumiester de Alemania, o las estadounidenses Architectural Forum, Architectural Record y Progressive Architecture. Así, Wright, Van der Rohe y Neutra serán los arquitectos contemporáneos con más influencia en el trabajo de Aguinaga. Por otro lado, también es de destacar la influencia de la cultura inglesa y de los trabajos de Robert Adam y Edwin Lutyens, entre otros.

En 1963 se construyó el Club de Golf de la Galea, probablemente la obra más importante de Aguinaga. Edificio funcional y lógico, cargado de referencias wrightianas y sabiduría anglosajona, perfectamente situado en el contexto de la costa vasca. Busca la utilización de materiales tradicionales de la zona, como muros de piedra, ladrillos encalados y estructuras vistas de madera. Estas técnicas, habiéndolas aplicado con las condiciones arquitectónicas contemporáneas, están en armonía con la construcción rural. Se percibe la intención de destacar la estructura como elemento significativo tanto en el interior como en el exterior, cubriendo los vanos entre dos columnas con cristaleras fijas o muros blancos. La idea del proyecto surge de un punto de vista funcional, las circulaciones de los socios del club y las del servicio se solucionan de forma independiente y se buscan las vistas preferentes al césped. Gracias a este edificio Eugenio Aguinaga obtendría ese año el premio Pedro de Asúa del Colegio de Arquitectos Vasco-Navarro.

La calidad de sus proyectos y su gran habilidad como dibujante son distintivos de toda la obra de Eugenio Aguinaga, obras que se desarrollarían exactamente según lo acordado gracias a la labor de inmejorables colaboradores. Por otro lado, Aguinaga rechazó las obras masivas y las viviendas de gran envergadura, centrando su interés en viviendas unifamiliares y bloques pequeños.

La vivienda construida en 1965 para Domingo Guzmán es un buen ejemplo de la calidad del detalle y de la aplicación de la tradición inglesa: se trata de un edificio de ladrillo de estilo predominantemente gregoriano. La planta en forma de T se organiza dependiendo de la orientación y al mismo tiempo protegiendo el exterior de los fuertes vientos del noroeste. Pero aunque pudiera parecer un edificio clásico, la relación entre el salón, el comedor y la biblioteca, y la forma de conectar estas estancias con el porche tienen más en común con la arquitectura moderna que con el aspecto clásico del exterior.

En total, Eugenio Aguinaga dejó un legado de unos cuatrocientos proyectos, la mayoría realizados en Vizcaya. En los fondos de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de Navarra se encuentra la colección de sus obras realizadas entre 1934 y 1983. En el año 2000 recibió el Premio Munibe de Arquitectura por toda su trayectoria profesional.