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Película dirigida en 1986 por Imanol Uribe con producción de Travelling Films.

Curiosamente, tras los éxitos logrados en su trilogía sobre el País Vasco formada por El proceso de Burgos (1979), La fuga de Segovia (1981) y La muerte de Mikel (1983), Uribe no recibió esta vez en su cuarto largometraje subvención del Gobierno Vasco aunque sí obtuvo ayudas del Ministerio de Cultura para llevar adelante este proyecto. Hastiado de la realidad vasca el director vasco se refugió en el género negro -ya el título es una clara referencia a Adiós, muñeca de Raymond Chandler- para alejarse lo más posible del tema político presente hasta este momento en su filmografía. Beatriz (Ana Belén) una abogada de buena familia consigue, gracias a las influencias de su padre, la defensa de Lucas (Fabio Testi), un hombre acusado de tráfico de drogas. Un caso en apariencia rutinario se complica hasta llegar a desbordar a Beatriz. Al enamorarse de su cliente descubre que éste ha engañado a gente importante escondiendo parte de la droga antes de ser detenido. Finalmente Lucas es asesinado y Beatriz descubre que su padre es en realidad el jefe de toda la operación culminando la película con la venganza de la abogada.

Hay en Adiós, pequeña un acertado retrato de ambientes y una puesta en escena efectiva que denota el talento de Uribe tras la cámara. Por desgracia las lagunas de guión y el fracaso en la resolución de la historia de amor entre Beatriz y Lucas lastran de manera determinante el resultado final de la película. Además el afán de descontextualizar la obra para huir de la politización de su obra anterior lleva a Uribe a crear unos personajes falsos, meras imitaciones del cine negro americano, y eso resta credibilidad al film. La película se rodó en condiciones complicadas. Fabio Testi y Ana Belén no se llevaron bien en el rodaje y su relación amorosa no lograba en ningún momento traspasar la pantalla. Luego hubo muchas incidencias que afectaron al nivel artístico del proyecto. Desde la desconcertante negativa del Gobierno Vasco a colaborar en la producción hasta el desencuentro entre el propio Uribe y Ana Belén, pasando por la ya mencionada guerra subterránea entre los dos actores principales o el abandono en el último momento de Lambert Wilson, elegido por Uribe para ser el protagonista, lo que obligó a buscar a Fabio Testi tan sólo dos días antes de que se iniciara el rodaje. La crítica se mostró fría con Adiós, pequeña y el público respondió de manera discreta en taquilla.