Escritor. Nació el 18 de febrero de 1966 en Donostia.
El escritor donostiarra Iban Zaldua, hoy en día afincado en Vitoria, realizó la carrera de historia en la universidad del País Vasco y actualmente es profesor de historia de la economía en dicha universidad. En sus trabajos ha cultivado el cuento, la novela y la crítica, pero por encima de todo, es el cuento su género preferido. Tiene realizadas abundantes colaboraciones en las páginas de las publicaciones La Galleta del Norte, Lata, Parentesis, Argia, El País, Nabarra, Eremulauak y Volgako batelariak.
Sus primeras obras nos llevan a los años 80 y 90, pues de esa época tenemos Patios, relato que recibió el premio Ciudad de Vitoria en 1987, Historias de la ciudad de la niña que soñaba caballos de 1988, Veinte cuentos cortitos de 1989, la cual obtuvo el IV premio de la Diputación de Gipuzkoa, o El hombre de la isla de 1992. Sin embargo, fue a finales de la década de los 90 cuando comenzaron a publicarse sus obras importantes. Desde entonces, Iban Zaldua ha realizado una obra amplia y significativa, escribiendo tanto en euskera como en castellano, sobre todo, como hemos mencionado, en el mundo del cuento. Eso es así hasta tal punto que Iban Zaldua se ha destacado durante la primera década del nuevo siglo como uno de los cuentistas más importantes de las letras vascas. Sus colecciones de relatos son excelente ejemplo de la actual cuentística vasca, colecciones que reunen todos los elementos más significativos de la narrativa corta actual. Así mismo, Iban Zaldua no es un mero cuentista, es tambíen un gran defensor e impulsor del género.
Desde que junto a Gerardo Markuleta escribiese la colección Ipuin euskaldunak (1999, Erein) el resto de sus colecciones nos han llegado una tras otra: Gezurrak, gezurrak, gezurrak (2000, Erein) [Mentiras, mentiras, mentiras, 2006, Lengua de Trapo]; Traizioak (2001, Erein); La isla de los ántropologos y otros relatos (2002, Lengua de Trapo); Itzalak (2004, Erein); Etorkizuna (2005, Alberdania) [Porvenir, 2007, Lengua de Trapo]; Gerra zibilak (2009, Argia); Ipuinak. Antologia bat (2010, Erein) y Biodiskografiak (2011, Erein). La ginda de este trabajo desarrollado en la narrativa breve bien puede ser el premio Euskadi de 2006 concedido al libro Etorkizuna. Así definió la profesora Mari Jose Olaziregi los cuentos de Zaldua en el prólogo de la antología Mende berrirako ipuinak (2005, Erein):
"Son pocos los cuentistas vascos que hayan tomado tan bien como Zaldua la medida a las narraciones hiper-cortas (tambíen llamados micro-cuentos). La tendencia metaliteraría de Borges o Calvino, o la fantasía perturbante de Cortázar son, entre otros, los puntos de partida de las historias agudas, irónicas y jocosas de Zaldua. Y la mirada crítica del autor que quiere romper tópicos, sobre la literatura, la vida, la realidad vasca. De ahí los expresivos titulos de algunos de los libros de cuentos: Gezurrak, gezurrak, gezurrak (2000, Erein), o Traizioak (2001, Erein) por ejemplo. Zaldua nos ha mostrado que es capaz de escribir en registros y formas abundantes, completando cuentos que no les sobra ni una sola palabra. Pero, sobre todo, que quiere escribir cuentos que no dejarán frio al lector, cuentos perturbantes, al estilo que definió J. Cheever, pues eso mismo es el cuento para Zaldua: lo que a nosotros mismos nos contamos en el momento exacto de la muerte (...)"
A las palabras de Olaziregi deberíamos añadir otra característica, esto es, la paradoja, pues esta es la que mejor explica la literatura de Zaldua. En efecto, Zaldua ha escrito libros de relatos alrededor de un solo tema. La paradoja es que todos los cuentos son diferentes, y luego, han sido reunidos bajo un tema principal: sobre la mentira, sobre las traiciones, sobre el porvenir... Otra paradoja podemos apreciar en la relación que tiene el autor con la poesía. Como el mismo ha confesado, aunque está en contra de la poesía lírica, no ocurre lo mismo con la poesía narrativa y de nuevo tenemos la paradoja de que escribe los libros de cuentos en forma de libro de poesía y con la intensidad de esta.
Por otra parte, en los cuentos de Iban Zaldua aparecen varias carecteristicas atribuidas a la literatura postmoderna, principalmente la pérdida del subjeto. Detras de los personajes de estos libros se aprecia una pluralidad de identidades de la persona. De esa manera, se pone en duda quienes somos, cuantas personas viven en nuestro interior. La indeterminación, la descanonización de la propia literatura, la decostrucción de la personalidad del individuo, la imposibilidad de representar la realidad y la inmanencia de las situaciones o su falta de transcendencia son algunas otras características postmodernas de los cuentos de Zaldua.
Basándose en los cuentos de Borges, Calvino o Cortázar, Zaldua nos ofrece la hiperrealidad. En este sentido, en la realidad que surge alrededor de la vida de cada uno a menudo se entremezclan ficción y realidad, creando otra realidad, la hiperrealidad. Así mismo, Zaldua demuestra una gran habilidad narrativa para ver con ironía los elementos dramáticos. Parodia el discurso, la literatura y los problemas de la sociedad, convierte en paradoja las situaciones ordinarias del día a día. Estas características han sido desarrolladas colección a colección hasta conseguir una verdadera poética. Sin embargo, quizás la colección Etorkizuna se aleja del resto de obras. En ella los elementos narrativos que dotan de unidad a los cuentos, como el tono y el estilo, son más evidentes. En la antología Ipuinak. Antologia bat (2010) resume su obra de veinte años dedicada a la narrativa breve.
En Biodiskografiak (2011, Erein) Zaldua vuelve a su estilo característico a la hora de componer sus cuentos. La colección Biodiskografiak nos ofrece treinta y nueve cuentos cortos que tienen como principal particularidad que tienen a la música como eje vertebrador. Cada cuento recuerda a un disco en concreto. Estos además, estan ordenados cronologicamente, desde el disco Revolvere de The Beatles de 1966 hasta el 22 dreams de Paul Weller de 2008. Aun así, la música no es tema principal. Zaldua nos vuelve a sumergir en los micro mundos de personajes cínicos que habitan en tiempos grises. La relacciones personales, de pareja, entre familiares y amigos vuelven a ser los temas principales de estos cuentos.
Otra paradoja del autor es su faceta de novelista. Aun siendo un cuentista muy vehemente con el género, no ha descartado escribir novelas, incluso novelas bastante humoristicas, siendo tambien quien aveces haya criticado la abusiba utilización del humor en nuestra literatura actual. Pero así son sus dos novelas, Si Sabino viviera (2005, Lengua de Trapo) eta Euskaldun guztion aberria (2008, Alberdania), novelas que pretenden denunciar y parodiar con ironía los tópicos vascos. Por otra parte, Iban Zaldua tambíen ha realizado incursiones en el ámbito de la literatura juvenil y así publico las novelas cortas Kea ur gainean (2002, Elkar) y Ile luzeen kondaira (2004, Pamiela).
En lo que respecta a sus abundantes trabajos sobre crítica literaria, Zaldua ha publicado hasta ahora dos importantes ensayos, Obabatiko tranbia (2002, Alberdania) y Animalia disekatuak (2005, Utrisque Vasconicae). En la obra Obabatiko tranbia puso de manifiesto, desde un punto de vista muy crítico, la situación de la literatura vasca en el tramo que va desde que la obra de Atxaga Obabakoak (1988) ganó el Premio Nacional de Narrativa hasta el momento en que Unai Elorriaga lo volvió a ganar con la novela SP-rako tranbia (2001). La canonización de la literatura en los años 90, la situación del cuento, la valoración sobre la propia crítica, y la presunta feminización de la literatura son, entre otros, los temas que toca en la obra. Así mismo, en Animaliak disekatuak (2005) recopiló sus artículos de crítica literaria escritos hasta entonces.