Politiques et Fonctions Publiques

Peralta, Mosén Pierres de

El Joven

Personalidad política navarra del siglo XV; caudillo de los agramonteses durante las guerras civiles navarras. Hijo de Mosén Pierres el Viejo, de quien heredó los títulos de Mestrehostal y Mayordomo Mayor, así como el de Condestable de Navarra, que, a la muerte de Carlos III, Juan I arrebató al conde de Lerín, Luis de Beaumont.

Recibió los señoríos de Peralta, Moya y Amposta, así como, en 1465, el condado de San Esteban de Lerín. En 1460 (1458, según F. Idoate) obtiene de la Princesa Leonor, pese a la oposición de las Cortes, las baronías de Peralta, Falces, Azagra, Funes, Marcilla y Andosilla. En 1461, en recompensa por la defensa de Viana contra los beaumonteses, le son donadas las alcabalas de Peralta, Funes, Falces y Azagra. Participa en las guerras civiles como lugarteniente de Juan I y capitán general de las tropas agramonteses. En 1462 marcha a Cataluña a aplacar la rebelión acaecida durante la segunda prisión del Príncipe de Viana. Este mismo año lleva a la princesa Blanca, hermana de Carlos de Viana, a su prisión en Orthez, donde será envenenada dos años más tarde, lo que ocasiona la ruptura de las treguas entre los dos bandos; condenado Peralta a muerte y confiscación, se acoge a la amnistía general y le son devueltos sus bienes y privilegios.

En 1463 defiende Estella de los castellanos, evitando que la Merindad pase a manos de Juan II de Castilla por la sentencia arbitral pronunciada por Luis XI de Francia. Actuó más tarde como embajador en Roma, donde consigue el nombramiento de Nicolás de Echavárri como obispo de Pamplona. Aproximado luego Echávarri a los condes de Foix, fue muerto por orden de Mosén Pierres en Tafalla el 23 de noviembre de 1468, en célebre asesinato ocurrido en su presencia. A pesar de las condenas eclesiásticas y las de la propia princesa Leonor, consigue una vez más ser perdonado y restituido por intercesión de Juan I. En 1469 y en la linea de actuación de valedor de la política castellana del rey, gestionó la boda de la infanta Isabel de Castilla con el hijo de Juan I, II de Aragón, y Juana Enríquez, Fernando, quienes reinarían más tarde en los reinos con el sobrenombre de los Católicos.

En 1469 capitanea el alzamiento de Tudela, con apoyo castellano, contra Leonor y su esposo Gastón de Foix, quienes fueron reconocidos por la villa de Peralta. A pesar de las protestas de los peralteses contra las arbitrariedades y violencia señorial de Mosén Pierres, la villa le fue restituida por Juan I, recibiendo en 1470 Falces. Participa en la guerra del Rosellón y tras la muerte en 1479 de Juan I, de quien fue principal valedor en su intromisión en la gobernación de Navarra, con su mujer primero y posteriormente con sus hijos Carlos y Blanca, se retira Peralta de la política activa, ausentándose del reino durante el reinado de Francisco Febo. Vuelve luego a Navarra, muriendo en 1492. Personaje que ha pasado a la leyenda como cruel, despótico y sanguinario, especialmente célebre por los asuntos de la princesa Blanca y el obispo Echávarri, ha pasado a la literatura como protagonista de Doña Blanca de Navarra, de Navarro Villoslada.