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SUARBE

Urbanismo y construcciones civiles

Se trata de un pequeño núcleo situado en una zona elevada y amesetada, y compuesto por media docena de casas, un pequeño templo y un lavadero.

Junto a la iglesia hay una casa tradicional excesivamente reformada, con un tratamiento anómalo del enlucido, que afecta también a enmarques y esquinas, y con abundante presencia del cemento, incluyendo una galería lateral en este material. No obstante, parece antigua en su aspecto externo. Mucho más interesante es una casa palaciana situada cerca y llamada Etxebertzea. lleva planta rectangular, tres alturas y tejado a doble vertiente con amplio alero. La fachada principal va en sillares bien escuadrados y unidos a hueso, y en la tercera planta se observa un cambio de material, posiblemente a causa de un recrecimiento, o para aligerar empujes a la altura del caballete. Muestra una mampostería que antiguamente debió estar enlucida. En planta baja se abre la puerta, con un arco de medio punto con la rosca ricamente moldurada, flanqueada de un tragaluz y un ventanuco. En la primera planta hay tres ventanas rectas, con los alféizares moldurados, de las cuales la central se destaca además por llevar dos columnitas a modo de jambas, y decoración a base de bolas. Por encima hay una galería de madera que se cobija bajo el alero. En lo alto la fachada luce un escudo barroco, con dos niños tenantes que portan las armas que el Libro de Armería del Reino de Navarra da para el palacio de cabo de armería de Suarbe o Juarbe (L.A.R.N. nº 537). Bajo el escudo, con guardalluvia y alféizar, una inscripción labrada en un dintel reza: JOSE MARIA YRI/ ARTE AÑO DE 1889.

Presidiendo un espacio a modo de placita, casa Sandrorena es un magnífico caserón dieciochesco de planta cúbica, con tres alturas más ático y cubierta a cuatro vertientes. Sus muros lucen un blanqueado elegante y volumétrico, que exceptúa la puerta, además de el sector inmediato del paño en el que se abre, así como los enmarques de las ventanas y los sillares esquineros. Las ventanas son cuadrangulares y con antepechos moldurados en el primer piso, pero la puerta es de medio punto y con la rosca achaflanada. Sobre la clave, una plaquita de piedra lleva la inscripción: ESTA CASA HIZO/ HAZER JUAN DE/ BARBERIA EL AÑO 1725. Tras ella, al fondo de un callejón, otra casa repite características formales, al menos en cuanto a alturas y tratamiento de vanos y muros. Algo más lejos hay una casa de más reciente construcción, aunque imita a lo tradicional en su formato, suavizando un tanto el contraste.

En el centro del pueblo se alza un lavadero público de piedra, de planta cuadrangular, muros de mampostería y tejado a cuatro aguas sobre estructura de madera. Alberga una pila cuadrangular, y lleva adosada, como suele ser habitual, una fuente con abrevadero.

Parroquia de San Sebastián

Es un templo de origen medieval, aunque fue reconstruido en el siglo XIX, momento en el que se opera la fábrica actual, que se inspiró en los parámetros estilísticos y formales del barroco.

Muestra una planta muy sencilla, que consta de una única nave dividida en cuatro tramos, de los cuales uno se constituye en cabecera, y remate en testero recto. La sacristía es una estancia cuadrada, que se adosa a la cabecera por el lado de la Epístola. Lleva por el mismo lado un pórtico de piedra, así como la torre, a los pies, de planta igualmente cuadrada. Los muros van enlucidos al interior, pero al exterior muestran una mampostería menuda con cadenas de sillar. Se perforan mediante tres ventanas de medio punto abiertas en el muro meridional, buscando mayor luz y calor. A los pies, además, se levanta un coro de obra. La nave se cubre con cuatro tramos de bóvedas de arista, separados por arcos fajones de medio punto. La sacristía se cubre en cambio con un techo simple de bovedillas.

Al exterior se aprecia el volumen de la torre, de reducido tamaño y altura, con un cuerpo de campanas diferenciado únicamente por su menor superficie en planta, perforado por medios puntos para cobijo de las campanas, y cubierto por un tejado en pabellón. En cuanto al pórtico, es de piedra, con un tejado simple sostenido por una estructura de madera que apoya en pilares de piedra. Cobija una puerta de sabor civil, que consta de arco apuntado con once dovelas radiales bastante largas y sin decoración alguna.

Preside el interior del templo un retablo mayor de estilo ecléctico y datable como de principios del siglo XIX. Lleva imágenes de bulto de la misma época, representando a Santa Bárbara, San Sebastián, Santa Lucía y San Miguel.

Una imagen en bulto de la Inmaculada Concepción puede observarse en el presbiterio, moderna y del siglo XIX. Cerca hay una pila bautismal medieval, de raigambre gótica, compuesta de pedestal cuadrado, fuste de sección octogonal decorado con arcos lobulados en sus lados, y taza cilíndrica decorada por una flor de seis pétalos y algunas estrellitas. Atestigua la existencia de un templo de origen medieval, anterior a su reconstrucción en el siglo XIX, y del cual debe proceder.

En la sacristía podemos encontrar un Crucificado barroco del siglo XVII, de estilo tosco y sabor popular, así como diversas piezas de orfebrería, necesarias para la celebración de las funciones religiosas.

Joseba ASIRON SAEZ (2008)