Txirrindularia

INDURAIN LARRAYA, Miguel María

Un lustro de gloria. Los éxitos del navarro fueron tour tras tour imponiéndose a todos cuantos oponentes se le ponían en el camino. Cada año le salían nuevos ciclistas a batir. Primero fueron Chiapucci, Bugno y Lemond. Más tarde llegaron Rominger, Jaskula o Ugrumov, pero sólo el primero consiguió inquietar mínimamente a Indurain en el tour del 93.

En el Tour de Francia participó por primera vez en 1985, con 21 años y a diferencia de los otros grandes del ciclismo mundial, Jacques Anquetil, Eddy Merckx y Bernard Hinault, que ganaron el Tour en su primer intento, Induráin, por expreso deseo de su director técnico, José Miguel Echávarri, inició un larguísimo plan de formación, a la sombra del que entonces era el mejor ciclista español, Pedro Delgado.

El año 1991 comenzó a forjarse la leyenda del navarro Miguel Indurain, y aunque en su palmarés no había aún ninguna vuelta grande, en el Tour se viste de amarillo, color que le acompañará en los siguientes cinco años. Es éste, pues, el primer año de su largo reinado. Su equipo, el Banesto, inició la ronda francesa con Induráin y Delgado como jefes de filas y quedó establecido que sería la propia carrera quien dictaría sentencia. Lemond, que había ganado las dos últimas ediciones, era el favorito junto con Fignon, Hampsten, Delgado y Bugno. Induráin no contaba para muchos, pero ganó dos etapas y su primer Tour. Cincuenta y cuatro años después del triunfo del lapurtarra Roger Lapebie, el ciclismo vasco volvía a campear en París con Indurain. Su condición de líder se reafirmó en la selección española de ciclismo, con la que ese año logró la medalla de bronce en el Campeonato del Mundo de fondo en carretera disputado en Stuttgart (Alemania). Terminó la Vuelta a España en segunda posición.

En 1992, decidió correr el Giro de Italia con intención de preparar la ronda gala, pero resultó ser el primer corredor español en lograr el triunfo en la general de la ronda italiana. Al final se coronaba en Milán como el mejor ciclista del momento, al ganar el Giro con 5:16 sobre Chiapucci, 7:16 sobre Chioccioli y 8:01 sobre Giovanetti. Indurain ganó también el Tour, convirtiéndose en el sexto ciclista de la historia que lograba este doblete. Los aficionados vascos recuerdan la salida en Donostia, donde se coloca el primer amarillo de la carrera, y la contrarreloj de Luxemburgo donde Miguel hace historia, sacándole 3:41 a Bugno, 4:04 a Lemond, 4:52 a Delgado y 5:26 a Chiapucci. Además, ganó en la Volta a Catalunya y en el Campeonato de España, entre otras pruebas.

En 1993, repitió triunfos en Giro y Tour y consiguió la medalla de plata en la prueba en ruta del Campeonato del Mundo. Este año, Indurain había conseguido un nuevo hito, dos dobletes Giro y Tour consecutivos, algo que sólo los míticos Fausto Coppi, Hinault y Merckx (que consiguió tres) lo habían logrado antes, pero ninguno de ellos de forma consecutiva. En la primera contrarreloj individual larga del Tour de ese año, el escenario es el lago de Madine, Induráin hace lo mismo que el año anterior en Luxemburgo logrando alejar a todos sus rivales más de dos minutos. A pesar de haber pinchado le saca 2:11 a Bugno, 2:42 a Rominger, 2:22 a Breukink y 3:18 a Zülle.

Llegó enfermo al final del Tour, pero fue lo suficientemente hábil como para conseguir que su gran rival Rominger no se diera cuenta. En los Campos Elíseos de París vuelve a subir a lo mas alto del podium, mientras que Rominger termina segundo a 4:59 y Jaskula, tercero a 5:48.

En 1994, fue tercero en el Giro de Italia y quedó de nuevo campeón en el Tour. El Tour de ese año, se presentó como una de las ediciones más duras de la historia. Se trataba de un Tour "anti-Indurain", en donde primaba la montaña por encima de la contrareloj, la especialidad del navarro, y al final sólo Ugrumov y Pantani aguantaron a Indurain. Pero eso sí, a cinco y siete minutos del campeón navarro. Cuando se llega a Bergerac, Miguel repite la función representada en Luxemburgo y el lago de Madine y le saca al segundo, Rominger, 2:28. Además, el 2 de Septiembre de 1994 Induráin batía el récord de la hora del escocés Graeme Obree, y lo colocaba en 53,040 km. Utilizó una bicicleta especialmente diseñada para él por Pinarello, llamada Spada (con material de fibra de carbono, tornillería de titanio y que pesaba 7 Kg).

En 1995, conquistó su quinto Tour, además de pruebas de gran prestigio, como la Midi Libre y la Dauphiné Libéré, y en el Mundial de Colombia logró la medalla de oro en la prueba contrarreloj y la de plata en la de fondo en carretera, tras cubrir una escapada de su compañero de selección, el euskaldun Abraham Olano, que le permitió a éste proclamarse campeón del mundo. Inolvidable para el aficionado vasco éste mundial de Colombia, en el que todo estaba preparado para que Miguel consiguiese el campeonato del mundo en la prueba de fondo. Pero no fue así. En la prueba contrarreloj Induráin consigue el oro y Olano la plata. Las posiciones se invirtieron poco después. En la prueba de fondo, Olano completó su gesta con una rueda pinchada a falta de un kilómetro para la meta y se proclamó campeón del mundo. En la llegada Induráin se impuso al sprint a Pantani y a Gianetti, consiguiendo la plata.

En 1996 quedó en una inusual undécima plaza en el Tour, y precisamente ello hizo presagiar a algunos su declive como ciclista. Sin embargo, participó en los Juegos Olímpicos de Atlanta'96 y completó su palmarés consiguiendo la medalla de oro en la prueba contrarreloj. El 2 de enero de 1997, Miguel Indurain anunció su intención de retirarse del ciclismo profesional activo.

Anton ANASAGASTI ARANA