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ALARCÓN COVARRUBIAS, Francisco

Eclesiástico nacido en Valladolid el 29 de marzo de 1589, hijo de Diego Fernández de Alarcón, señor de Valera, oidor de la chancillería de Valladolid y después del Consejo Real, y Catalina de Covarrubias y Leiva. Hizo las primeras letras en su ciudad natal y el Derecho Canónico en la Universidad de Salamanca doctorándose el 4 febrero 1610.

Aún antes de terminar su carrera, obtuvo una prebenda en la iglesia de Cuenca por coadjutoría de su tío Sebastián de Covarrubias, de la que disfrutó por espacio de 33 años. Así mismo, el rey le concedió una pensión sobre la mitra de Córdoba y su tío asignó a su favor unos beneficios, con los que llegó a poseer una renta de 1.500 ducados.

En 1623 fue nombrado consultor de la Inquisición de Cuenca, de la que pasó a la de Barcelona (18 febrero 1635) y a la de Valencia con el cargo de inquisidor (29 agosto 1636). Fue preconizado a la iglesia de Ciudad Rodrigo, de la que tomó posesión el 4 de julio de 1639. Se consagró en San Jerónimo el Real de Madrid, de manos de Diego de Castejón, obispo de Lugo (18 septiembre).

En 1645 fue presentado para la sede de Valladolid, pero la combinación fracasó, porque el padre Juan Merinero, general de los franciscanos, escogido para sucederle en Ciudad Rodrigo, no aceptó. En 1646 fueron elegidos Merinero para Valladolid y Alarcón para Salamanca. Fue Obispo de Salamanca durante dos años. Cuando comenzaba a conocer a sus diocesanos, fue trasladado a Pamplona, el 8 de julio 1648.

Debido quizá a su quebrantada salud, en su nueva diócesis de Pamplona, el obispo llevó una vida sedentaria. Dice Goñi Gaztambide que "en su pontificado, y con su intervención, se resolvieron algunas cuestiones que venían arrastrándose desde hacía mucho tiempo."

A instancia de la Diputación aprobó, nada más llegar, la declaración de San Francisco Javier como patrono único del Reino, edicto que provocó una gran polémica en la que se dividió Navarra durante alrededor de ocho años en ferministas y javieristas (jesuitas), hasta que un breve de Alejandro VII declaró a ambos santos patronos igualmente principales del Reino (14 de abril de 1657).

Fue nombrado Obispo de Córdoba, muriendo en esta ciudad el 18 de mayo de 1657.
  • Goñi Gaztambide, José: Los navarros en el Concilio de Trento y la reforma tridentina en la diócesis de Pamplona, Biblioteca Olave, Pamplona, 1947.
  • Goñi Gaztambide, José: Historia de los obispos de Pamplona. X. XIX, tomo VI, Pamplona, 1987.