Politikariak eta Kargu publikoak

Basaguren, Diego Antonio

Funcionario y político vizcaíno nacido en Otxandio en 1762, hijo del escribano de la villa, cargo que heredó y que le sirvió de plataforma en su accidentada pero brillante carrera profesional. Falleció en Bilbao el 7 de septiembre de 1828.

Uno de sus primeros objetivos fue lograr que los concejos fueran cerrados sustituidos por una asamblea reducida, de la que formaban parte los principales vecinos. Fue regidor en 1791 y representó a su villa en 1794 en las Juntas de Merindades. Al año siguiente fue Síndico de Otxandio. Le cupo en suerte asistir a y ser nombrado Secretario de las Juntas de 1795 convocadas por los convencionales para redactar un tratado de neutralidad. A lo largo de este tormentoso final del siglo XVIII fue apoderado de Dima en las Juntas hallándose en el grupo de los futuros zamacolistas (Irusta en la correspondencia codificada de Zamácola).

A comienzos del siguiente representaba, además, a los Cuatro Concejos de las Encartaciones y, en 1802, fue elegido como tercer Secretario gamboíno

Con el nuevo proyecto de plan de servicio militar a la Corona en puertas acudió a las importantes Juntas de 1804 en nombre de Otxandio y Iurreta; fue nombrado primer secretario de la Diputación -única autoridad de la Diputación que permanecía, pese a las vicisitudes, siempre en su puesto- por el bando oñacino. Al acaecer la revuelta denominada zamacolada, fue a Begoña el 17 de agosto de 1804 para aplacar los ánimos pero tuvo que huir junto con Zamácola y otros y refugiarse en Etxarri-Aranaz.

Con el establecimiento de José I Bonaparte y la llegada de los franceses, al constituirse en la Junta Suprema de Gobierno de Bizkaia fue secretario de la misma. Con el nuevo reordenamiento efectuado por el régimen josefista (véase Bonaparte, Napoleón) fue secretario contable del Gobierno de Bizkaia, y desde marzo de 1810, secretario del Consejo de Bizkaia.

Como es de imaginar esta actuación tuvo sus repercusiones sobre Basaguren, que, al declinar la estrella de José I, se eclipsó y fue reemplazado en sus funciones hasta su reposición como secretario en la Diputación provincial de 13 de diciembre de 1813. En las Juntas forales de 1814 fue secretario de justicia. Luego fue secretario del Señorío de Vizcaya, según consta en un desplegante de la Diputación general sobre arbitrios, fechada en Bilbao el 22 de marzo de 1815, cargo que pasó a ser perpetuo.

Con la revolución de Riego, fue el único elemento que sobrevivió en la Diputación provincial de 1820 aunque su postura política no debió de ser muy afecta al constitucionalismo gaditano restablecido. Por ello, en agosto de 1822 marchó a Bayonne (Lapurdi).

A su vuelta en 1823, el estigma de haber participado en la Diputación provincial le impidió reasumir su cargo pero, dada su enorme capacidad de acomodo y su valía (conocía los mil y un laberintos de la institución foral), las Juntas lo contrataron como persona de confianza que restableciera el orden de sus archivos tras el largo periodo de revueltas, guerras y cambios de régimen. Luego, el 13 de febrero de 1824, la Diputación foral lo repuso, restableció su buen nombre y lo ratificó secretario perpetuo del Señorío, con un enorme poder sobre la vida vizcaina.

Se casó con Fernanda de Larrinoa, de Otxandio. Poseyó una esmerada biblioteca en la que no faltaron los clásicos de la Ilustración vasca.

  • Gracia Cárcamo, Juan en Agirreazkuenaga, Joseba (director): Diccionario biográfico de los diputados generales, burócratas y patricios de Bizkaia (1800-1876), Juntas Generales de Bizkaia, Bilbao, 1995.