Político vizcaíno nacido en Bilbao en 1866 y fallecido en 1957.
Alcalde republicano de Bilbao al proclamarse la segunda república española (14 de abril de 1934). En los primeros días de la misma surgió en Bizkaia el movimiento municipalista en pro del Estatuto Vasco de Autonomía, que pronto se extendería por las cuatro provincias vascas. Sus dirigentes creyeron conveniente el ofrecer la dirección del mismo a los alcaldes respectivos de las cuatro capitales y, con tal fin, le visitaron a finales del mes de abril. Ercoreca expresó sus sentimientos autonomistas, pero no ofreció ni aceptó nada. Se limitó a contestar que pondría el caso en conocimiento del Ayuntamiento de Bilbao antes de adoptar ninguna decisión. Esta respuesta no satisfizo a los comisionados. Sin embargo, más tarde apoyaría decididamente el movimiento y trabajaría en favor de él. En la Asamblea de Ayuntamientos Vascos, celebrada en Vitoria el 6 de agosto de 1933 y en la que se aprobó un nuevo proyecto de Estatuto de Autonomía Vasco pidió, y la Asamblea aprobó, el que se constituyese una comisión compuesta de 18 miembros ("Comisión de los Dieciocho"), que fuese la auténtica Asamblea en todo el proceso subsiguiente al Estatuto aprobado. Como alcalde de Bilbao, fue uno de los componentes de la misma. El 3 de noviembre del mismo año, dos días antes del plebiscito sobre el Estatuto Vasco, publicó junto con varios concejales de Acción Republicana una nota diciendo que votarían el Estatuto porque así respondían mejor a sus convicciones.
Su defensa de la autonomía le llevó a la cárcel y a dimitir de alcalde el 12 de agosto de 1934. El 11 de setiembre fue encarcelado, lo mismo que sus concejales, en la cárcel de Larrinaga de Bilbao. Siete días más tarde (18 de setiembre) eran conducidos a la cárcel de Burgos, custodiados por guardias de asalto bien armados. Anteriormente (2 de setiembre), con motivo de la Asamblea de Zumarraga, había sido detenido en la estación de Atxuri (Bilbao) cuando se encontraba en el vagón que le había de conducir a dicha reunión. Tuvo la mala suerte de caer prisionero el 19 de julio siendo canjeado, a su vez, por Esteban Bilbao un mes después. Ya durante la guerra, intervino en representación del Gobierno Vasco en las frustradas negociaciones llevadas a cabo durante el invierno de 1936 bajo los auspicios de la Cruz Roja para el canje de prisioneros con la zona nacional.