Lekaide eta lekaimeak

PARÍS, Pedro de

Prelado navarro del siglo XII; obispo de Pamplona. Natural de Artajona, fue conocido como Pedro de Pamplona o Pedro el Parisiense, por haber estudiado en la Universidad parisina. Sobrino de Lope de Artajona, sucedió a Bibiano en la diócesis pamplonesa en 1167. Su mandato comienza con litigios con los obispos de Zaragoza y Tarragona por las iglesias de Uncastillo; el pleito se dirime en 1170 con el fallo de la Curia romana a favor de Pamplona. A éste siguen pleitos con la sede de Huesca por las iglesias de Agüero y Murillo, con el cabildo tudelano por Santa María Magdalena de la ciudad del Ebro y con el de Calahorra por diversas iglesias. Durante su episcopado se resuelven finalmente las diferencias entre Navarra y Aragón por la posesión del monasterio de Leyre. El monasterio legerense quería liberarse de la influencia de la mitra pamplonesa para salir de la órbita política navarra. Tras arduas y brillantes negociaciones de Pedro de París, en la década de 1180 las diferencias fueron resueltas de nuevo a favor de Pamplona.En 1174 logra una concordia con San Juan de la Peña sobre las iglesias de Estella. Dentro de su política de reafirmación del poder episcopal, mantiene buenas relaciones con Iratxe y La Oliva; refunda en 1176 el monasterio de Iranzu, dotándolo en un principio de las villas de Abárzuza e Ibiricu. Habiendo traído en 1186 a Pamplona la reliquia de San Fermín, impulsa en la diócesis el culto al Santo, elevando su fiesta a la categoría de litúrgica. En 1174 había donado la iglesia del Puy de Estella a la Cofradía de Santiago de aquella ciudad. Asimismo, fomentó el culto a San Miguel de Aralar; en 1191 reafirma la rectoría de San Miguel de Excelsis por parte de la sede pamplonesa. El papa Alejandro III le confió varias misiones delicadas: en 1172 es nombrado juez apostólico para dirimir la causa entre la iglesia de Albarracín, que reclamaba el señor de dicha villa y el obispo de Zaragoza, Pedro Ruiz de Azagra. El mismo año, Roma le encomienda, junto con el obispo de Huesca, el pleito entre Tarazona y Zaragoza, en torno a las iglesias de Borja y Calatayud. En 1176 presidió la delegación navarra en Inglaterra enviada para que el monarca inglés, Enrique II, sentenciara como árbitro en las diferencias entre Sancho VI el Sabio de Navarra y Alfonso VIII de Castilla. El Papa puso también en manos de Pedro de París y del obispo de Palencia, la resolución de las diferencias existentes entre la Sede calagurritana y la abadía de Cluny sobre las iglesias de Armentia y Nájera (1179). Este mismo año acude a Roma, al Concilio III de Letrán. En agosto de 1180 suscribió una carta hecha por los burgueses del barrio pamplonés de San Saturnino contra los navarros instalados en el burgo, que contravenían el Fuero de Alfonso I el Batallador. Durante el mandato episcopal de Pedro de París se observa un esfuerzo constante en dirigir la diócesis y centralizar el gobierno de la misma. Consiguió que Sancho el Sabio modificara el Fuero, en lo relativo a matrimonios, reglamentándose «en fuero de iglesia». Murió Pedro de París el 14 de junio de 1193, dejando, amén de una interesante correspondencia, un Tratado Teológico sobre la Trinidad y La Encarnación que se conserva, manuscrito, en la Biblioteca Universitaria de Salamanca. Ref. Goñi Gaztambide, J.: Historia de los Obispos de Pamplona, I, Pamplona, 1979.