Militar navarro, nacido en Ollo en 1785. Fallecido en Pamplona en 1856.
Orientado por sus padres, en contra de su vocación, hacia la carrera eclesiástica, huye, alistándose voluntario en el regimiento de infantería "Zamora" en julio de 1805. Embarca con su regimiento para Italia, donde permanece hasta que en 1807 va a Alemania y Suecia a combatir contra las tropas de Napoleón bajo las órdenes del marqués de La Romana, lo que le vale la orden de la "Estrella del Norte". En 1809 es hecho prisionero, como lo sería otras veces, en Villafranca del Bierzo. Al terminar las guerras napoleónicas en España, permanece en el ejército. Participa activamente en las campañas realistas de 1821 a 1823, a las órdenes del marqués de Moncayo. De marzo a junio de 1824 ocupa interinamente el puesto de secretario del Virreinato de Navarra, siendo condecorado por sus méritos en las campañas realistas.
En 1833, estando en Navarra, toma partido por la causa del pretendiente carlista, combatiendo junto a Santos Ladrón y Sagastibeltza, organizando el movimiento carlista de la merindad de Pamplona. El 14 de diciembre de 1833, ante ciertas desavenencias surgidas en los mandos carlistas respecto a la jefatura de Zumalacárregui, proclama Sarasa a éste comandante general interino de Navarra. En 1835 era general de brigada, cuando es ascendido a comandante general de los carlistas vizcaínos, derrotando al general isabelino Iriarte en Gernika en abril de este año. En el segundo y tercer sitio de Bilbao, toma parte activa al mando de los batallones cuarto, quinto y sexto de Vizcaya. A fines de 1839 es nombrado ministro del Consejo Supremo de la Guerra. Al concluir la guerra en el Convenio de Bergara (agosto de 1839) se traslada al pueblo francés de Arrás donde permanece hasta junio de 1848 en que, con la amnistía otorgada por Isabel II, vuelve a Pamplona, donde muere, retirado de toda actividad militar y política.