Concepto

Historia del Arte. Pintura (versión de 1994)

La dinámica pintura barroca. En el Barroco el equilibrio y la simetría renacentistas se transforman en efectos dinámicos conseguidos mediante el predominio de diagonales y el contraste de luces y sombras. Otra característica de la pintura barroca es el aumento del tamaño de los lienzos y la disposición de nuevos espacios arquitectónicos para decorar: cúpulas, pechinas, conjuntos de estancias, etc. El único pintor de interés del s. XVII en Navarra es Vicente Berdusan, vecino de Tudela que trabaja también en Aragón en la segunda mitad del siglo. Lo mejor de su obra se encuentra en la merindad de Tudela, ciudad en la que está documentado su taller entre 1655 y 1697. Parece formado en la escuela madrileña, y en su obra se aprecian paralelismos con Rizzi, Velázquez, Ribera, Murillo y otros. En sus grandes lienzos, con composiciones a base de diagonales como ya se ha dicho, los estudios atmosféricos dan lugar a ambientes brumosos de contrastados efectos lumínicos en los que se deshacen las formas, todo ello conseguido gracias a una pincelada muy suelta. Su paleta -rojos, azules, ocres, luces doradas- refleja cierta influencia veneciana aprendida en la escuela madrileña. Sus temas son los característicos de la época: Sagrada Familia, San José, Virgen con Niño, Virgen Niña, etc. Con escenas de la vida de la Virgen decoró la Sala Capitular de la Catedral de Tudela. También realizó, además de varias series de pechinas para diversos templos, colaboraciones en retablos. Su estilo evoluciona desde un tenebrismo inicial de factura algo acartonada, a una fase que define mejor su estilo, con predominio de formas desvanecidas, luces doradas y atmósferas densas, ya en los años 70 y 80 del s. XVII. Contemporáneos suyos son Matías Guerrero, pintor murciano vinculado a Corella, más duro y torpe, autor de los ángeles de la cúpula de la iglesia parroquial de Corella, y Sebastián García Camacho.