Religioso franciscano, nace en Ullíbarri-Gamboa (Álava-Araba) a principios del s. XVII. Estudió en Bilbao, Aránzazu y Tolosa. Ordenado de sacerdote, pasó a Méjico, donde ejerció cargos importantes: profesor de teología; calificador de la Inquisición; examinador del obispado de la Puebla de los Angeles; comisario provincial, y procurador en la Curia romana para la beatificación de Fr. Sebastián de Aparicio. Entre 1644 y 1654 vivió en Filipinas. Muere en Méjico. Dejó los siguientes escritos: Descripción de las Islas Filipinas; Relación de las señoras de sangre real que vistieron el hábito de Santa Clara; Vida de la venerable madre Sor Gerónima de la Asunción, primera abadesa del convento de Santa Clara de Manila. Ref. González Echávarri: Alaveses ilustres, Vitoria, 1906, t. VI, p. 267.