Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción. De origen bajomedieval, el aspecto actual del edificio responde a las reformas que recibió durante el siglo XVI. Presenta planta de sola nave dividida en dos tramos, correspondiendo uno de ellos a la cabecera. La cubierta se llevó a cabo durante el siglo XVI con bóvedas de terceletes y ligaduras. Al exterior destaca una portada, de estilo gótico tardío. Está formada por medio de un arco apuntado que se abocina mediante cinco arquivoltas que parten de otros tantos baquetones. La torre por su parte, posee una original planta pentagonal con un único cuerpo de sillarejo en el que se abren dos arcos de medio punto que hacen las funciones de campanario.
Retablo mayor. Se trata de una obra contratada por Bernabé Imberto en 1596 (fue su última obra) y comenzada por su padre Juan Imberto I. De estilo romanista, se estructura mediante un banco sobre el que se levantan tres cuerpos divididos también en triple calle más ático. Las tres calles se subdividen en otras dos entrecalles. El primer cuerpo se articula mediante columnas jónicas, en el segundo es el orden compuesto el que predomina, mientras que el tercer cuerpo se estructura por medio de machones. Resultan interesantes los motivos que aparecen representados en el retablo. La calidad media de la escultura hace pensar en una obra de taller. En el primer cuerpo aparecen escenas en relieve policromado de la vida de Cristo, mientras que en el central y superior aparecen decorados mediante motivos de la vida de la Virgen titular. Sobresale del conjunto una imagen de Nuestra Señora de la Purificación datada en el siglo XIV. Se trata de una talla gótica del tipo sedente con el Niño sentado sobre su rodilla izquierda.
El retablo dedicado al Sagrado Corazón es una obra barroca de finales del siglo XVII. De un único cuerpo más ático en el que sobresalen dos columnas salomónicas situadas en los laterales de la hornacina central. Continúa el inventario retablístico con la pieza dedicada a San Juan Bautista. De estilo manierista, data de principios del siglo XVII. Y destacan en el mismo los referidos la imagen romanista del titular y en un lateral aparece otra talla de estilo similar de la Virgen del Rosario, debidas ambas a Bernabé Imberto. En la sacristía se guarda una interesante colección de orfebrería. Entre sus piezas destacan un cáliz de plata del siglo XVII, una concha bautismal de siglo XVIII, así como una cruz parroquial también de plata perteneciente al siglo XIX.
Ermita de San Mamés. Construcción rural del siglo XVI. Al exterior destaca su cubierta a dos aguas realizada mediante robusto armazón de madera y que es soportada por muros de sillarejo. En su interior se guarda un austero retablo del siglo XVII, en el que sobresale una imagen del titular del siglo XVI y estilo romanista. Ermita rural de San Miguel.
Fernando GARCÍA NIETO
Retablo mayor. Se trata de una obra contratada por Bernabé Imberto en 1596 (fue su última obra) y comenzada por su padre Juan Imberto I. De estilo romanista, se estructura mediante un banco sobre el que se levantan tres cuerpos divididos también en triple calle más ático. Las tres calles se subdividen en otras dos entrecalles. El primer cuerpo se articula mediante columnas jónicas, en el segundo es el orden compuesto el que predomina, mientras que el tercer cuerpo se estructura por medio de machones. Resultan interesantes los motivos que aparecen representados en el retablo. La calidad media de la escultura hace pensar en una obra de taller. En el primer cuerpo aparecen escenas en relieve policromado de la vida de Cristo, mientras que en el central y superior aparecen decorados mediante motivos de la vida de la Virgen titular. Sobresale del conjunto una imagen de Nuestra Señora de la Purificación datada en el siglo XIV. Se trata de una talla gótica del tipo sedente con el Niño sentado sobre su rodilla izquierda.
El retablo dedicado al Sagrado Corazón es una obra barroca de finales del siglo XVII. De un único cuerpo más ático en el que sobresalen dos columnas salomónicas situadas en los laterales de la hornacina central. Continúa el inventario retablístico con la pieza dedicada a San Juan Bautista. De estilo manierista, data de principios del siglo XVII. Y destacan en el mismo los referidos la imagen romanista del titular y en un lateral aparece otra talla de estilo similar de la Virgen del Rosario, debidas ambas a Bernabé Imberto. En la sacristía se guarda una interesante colección de orfebrería. Entre sus piezas destacan un cáliz de plata del siglo XVII, una concha bautismal de siglo XVIII, así como una cruz parroquial también de plata perteneciente al siglo XIX.
Ermita de San Mamés. Construcción rural del siglo XVI. Al exterior destaca su cubierta a dos aguas realizada mediante robusto armazón de madera y que es soportada por muros de sillarejo. En su interior se guarda un austero retablo del siglo XVII, en el que sobresale una imagen del titular del siglo XVI y estilo romanista. Ermita rural de San Miguel.
Fernando GARCÍA NIETO