Bello templo del Santo Cristo, de mediados del siglo XII pero transformado posteriormente. Muy influida por Loarre en lo constructivo y por Jaca en lo decorativo. En su origen, todo el templo es de piedra de sillería. Numerosas marcas de cantero.
Portada de medio punto dentro de un pórtico adintelado con tejaroz con canecillos muy deteriorados. La portada tiene dos arquivoltas, una baquetonada y otra de sección rectangular, sobre cuatro columnas con capiteles variados, a la izquierda arpías enfrentadas y personajes sentados, uno de ellos con báculo y libro, a la derecha mono ensogado entre dos personajes y garzas y dos caballeros enfrentados; cimacios con roleos y cabecitas. Tímpano con crismón al que falta el radio horizontal. Sobre la portada y el tejaroz, ventana lobulada enmarcada en baquetón de medio punto sobre columnas con capiteles vegetales y, a los lados, saeteras de medio punto rematadas por arcos de medio punto con ajedrezados que se prolongan lateralmente. A la altura del tejaroz y por todo el templo cornisa con canes lisos y figurados mal conservados.
Espadaña con doble arco de medio punto y otro superior, también de medio punto.
Templo de planta rectangular con nave de cuatro tramos y ábside semicircular, un poco más estrecho que la nave. La cubierta de madera, de la nave, del siglo XX, se apoya en arcos fajones sobre ménsulas de rollo y en columnas. En el crucero, cúpula con linterna sobre trompas, del siglo XX, modificación de la obra realizada en época barroca (1776) por Juan de Santesteban.
Acceso al ábside por arco triunfal de medio punto apeado en medias columnas adosadas, una de ellas con decoración vegetal en su capitel, la otra con el rey David tocando el arpa entre águilas y, sobre ambos capiteles, cimacio con bolas. El ábside tiene bóveda de horno y esta dividido en dos partes culminadas por impostas de ajedrezado y de bolas respectivamente; la parte inferior con arcos ciegos sobre columnas con capiteles con decoración vegetal, la parte superior con tres vanos abocinados que, al exterior, son arcos de medio punto baquetonados y tienen columnas con capiteles decorados con hojas, arpías, mono ensogado, etc. Contrafuertes hasta la altura de los vanos.
Interesante Cristo de Catalain, gótico, del siglo XIV.
Pila bautismal gótica, del siglo XIV. Taza con arquillos trilobulados y variados motivos esculpidos: crimón, monje con hisopo, escudos y otros motivos heráldicos. Se conserva, muy deteriorada, una pila bautismal románica y, en el Museo de Navarra, la tapa de un sarcófago.
Junto a la iglesia, ruinas de importantes edificaciones de sillarejo y de romanos sillares.
Alberto GARATE GOÑI (2007)