Kontzejuak

ALDABA

Urbanismo y construcciones civiles

El lugar se sitúa en zona llana y con amplia visibilidad, y presenta un caserío disperso, que ocupa una superficie proporcionalmente amplia. Entre sus casas son ya pocas las que conservan un aspecto tradicional, y predominan en cambio las intensamente remozadas y las de nueva factura. Junto a la iglesia se encuentra la casa parroquial, con dos alturas más desván, bajo tejado a dos aguas. Los muros van enlucidos y los vanos son modernos. En una amplia plaza encontramos un caserón de planta cuadrada, con tres alturas y tejado a cuatro vertientes, presentando además un amplio alero. Los muros van enlucidos, mostrando cadenas de sillar en las esquinas y en los enmarques de los vanos. La puerta consta de un arco de medio punto, pero el resto de los vanos son rectos. Anuncia ya la tipología arquitectónica que nos vamos a encontrar en la zona de Sakana y Arakil. En la misma plaza encontramos una casita en precario estado de conservación, que acusa muestras de un derrumbe, en uno de sus lados, y de una ampliación en el costado contrario. Tal vez lo más relevante sea un arco gótico de acceso, con arco apuntado de trece dovelas cortas, que llevan la rosca achaflanada. Puede remontarse con facilidad hasta el siglo XIV. Otra casa presenta dos alturas y muro de sillería bien aparejada. El arco de acceso es apuntado, con once dovelas, rosca moldurada con un baquetón y clave con escudete con árbol y lobos. Cerca, otra casa presenta un arco apuntado y escudo renacentista, sostenido por dos "putti". Por encima hay dos ventanas geminadas con arquillos conopiales, que llevan su datación hasta finales de la Edad Media.

Algo más lejos, encontramos alguna casa que parece proceder de la remodelación intensa de edificios tradicionales. La presencia de materiales nobles y vanos con visos de antigüedad denuncia su origen, pero han sido profundamente alteradas en época reciente. Hay también un amplio abanico de casas de nueva factura, que en general intentan incorporar elementos propios de la arquitectura tradicional de manera imaginativa.

Parroquia de la Asunción

Se trata de un templo de estilo barroco, levantado en el siglo XVIII, aunque muy posiblemente se construyó sobre una fábrica anterior, de origen medieval. Su planta es de cruz latina, con una nave de tres tramos iguales, más crucero de mayor amplitud y cabecera pentagonal, que al exterior se traduce sin embargo en un testero recto. Dos capillas laterales, contemporáneas de la erección del templo, hacen las veces de brazos del transepto, y el acceso se practica desde el lado de la Epístola, a la altura del segundo tramo, yendo protegido por un pórtico. En el lado septentrional apreciamos la escalera intramural de acceso a coro y torre, así como la sacristía, que es una estancia de planta cuadrada adosada a la cabecera.

Los muros son de sillarejo menudo, aunque al interior llevan un enlucido que imita el despiece de sillares. Para iluminar el interior, se abrió un óculo en la cabecera, así como sendas ventanas rectas en el primer tramo y en el brazo del transepto, todas ellas por el lado de la Epístola, para mejor captar las condiciones lumínicas del exterior. A los pies de la nave se levanta un coro alto, con arco de embocadura escarzano y balaustrada de madera.

El conjunto se cubre con bóveda de lunetos barroca, que afecta a nave y brazos del transepto, mientras que el crucero recibe bóveda de arista y la cabecera una falsa bóveda avenerada. Los tramos se separan por arcos fajones de medio punto, que apean sus empujes en una imposta moldurada. El bajo coro lleva igualmente bóveda de lunetos. En cuanto a la sacristía, luce una bóveda de terceletes propia del siglo XVI, lo cual lleva a pensar que procede de un eventual templo preexistente. Las claves van decoradas con estrellas, y conserva su policromía original, imitando despiece de ladrillos.

Al exterior, un muro bajo de mampostería define un espacio irregular ante la iglesia, abierto por un arco de medio punto sobre el que se han colocado tres estelas discoideas, a modo de remates. Da paso a una zona arbolada y ajardinada, muy agradable. La torre se levanta sobre el primer tramo de la nave. Tiene planta rectangular, fuste con impostas que marcan los pisos, y cuerpo de campanas horadado por los medios puntos para las campanas. Una cornisa une los arcos a la altura del salmer, recorriendo todo el perímetro de la torre. El pórtico de piedra se abre por dos arcos de medio punto en ladrillo, que apean en pilar central, permaneciendo los frentes laterales cerrados. Al interior queda articulado en dos tramos, cubiertos por bóvedas de lunetos que concuerdan con la cubrición interior del templo. La puerta propiamente dicha es también barroca, y consta de arco de medio punto con la rosca moldurada, con pilastras laterales con decoración cajeada y capitel dórico, que sostienen un entablamento compuesto por arquitrabe y un frontón triangular que remata con pirámides con bolas. En el mismo ámbito hay dos sepulturas cubiertas por laudas en piedra, en las que figuran motivos heráldicos, así como una inscripción muy perdida, en la que a duras penas puede leerse: ESTA SEPULTURA HICIERON (...) FICOSSE (...) AÑO 1756.

En el interior, la cabecera está ocupada por un retablo barroco temprano, realizado a principios del siglo XVII y dedicado a la Asunción. Su arquitectura, adaptada a la planta ochavada del ábside, consta de banco, un cuerpo de tres calles y ático tripartito, que se remata con frontón curvo. Esta traza se organiza mediante columnas de orden corintio y frontones de diseños diversos. En cuanto al programa iconográfico, presenta una clara jerarquización, consistente en reservar las tallas de bulto para la calle central, yendo en relieve las tallas del banco y de las calles laterales. En el banco vemos las figuras en relieve de San Juan Evangelista, San Francisco Javier, San Fermín, San Juan Bautista, San Antonio Abad, San Abdón, San Senén y San Bartolomé. En el primer piso encontramos escenas de la vida de María, como la Anunciación, la Asunción titular y la Visitación. En el ático, los relieves de la Natividad y de la Presentación de Jesús en el templo flanquean al Calvario central. Todavía en el presbiterio encontramos una talla de San Miguel Arcángel, alanceando al demonio en forma de dragón. Ha perdido su policromía, posiblemente al proceder de una hornacina exterior del templo, donde habría sufrido las inclemencias atmosféricas, y parece ser obra del siglo XVI.

En el lado del Evangelio y en el brazo del transepto correspondiente, se encuentra el retablo neoclásico de la Virgen con el Niño, que alberga sin embargo una imagen titular románica, del siglo XII, que según Clara Fernández-Ladreda sigue la tipología del modelo de Pamplona-Irache, con la Madre representada como "sedes sapientiae", y componiendo, como suele ser habitual, un conjunto hierático, frontal e inexpresivo, con un muy somero tratamiento de los plegados, en el que predomina la simetría. En el lado opuesto del templo y colocado de forma simétrica a su colateral, encontramos el retablo de la Inmaculada Concepción, contemporáneo y de idéntica traza al arriba citado. Lleva iconografía moderna.

En el bajo coro registramos una pila sacramental medieval, con fuste de sección cuadrangular y copa semiesférica, decorada con gallones, y con una cenefa en relieve en la que se representan motivos del repertorio popular, tales como discos solares y estrellas inscritas en círculos. En la sacristía se conserva una talla de San Miguel, barroca, así como alguna pieza de platería.

Joseba ASIRON SAEZ (2008)