Udalak

PEÑACERRADA-URIZAHARRA

Pórtico meridional con dos arcos de medio punto. Portada del siglo XIII, abocinada, de arco apuntado. Cinco arquivoltas, la primera con decoración vegetal al igual que la cuarta, esta con figuras humanas y caballo en la clave; segunda y tercera arquivoltas con figuras humanas, algunas de ellas músicos; quinta arquivolta con personajes, decoración vegetal y Agnus Dei en la clave. Tras haberse sustituido el tejado de la portada aparecieron dos arquivoltas más, una con motivos vegetales y otra baquetonada, así como el trasdós con figuras humanas y águila en la clave. Tímpano liso apoyado en dos repisas con decoración de monjes, seres fantásticos y león rampante. Cuatro pares de columnas y de intercolumnios; interesantes capiteles con figuras humanas y animales. Cerca de la portada, ventana románica.

Pórtico septentrional, también con dos arcos de medio punto. Portada neoclásica, del filo de los siglos XVIII-XIX, con dos medias columnas jónicas con guirnaldas colgantes.

Sobre el templo románico se realzó la fábrica gótica, del siglo XVI. Planta rectangular, de cuatro tramos, con cabecera recta. Bóvedas estrelladas, sencillas, la del tercer tramo con polígono central; claves sencillas excepto la de una figura coronada y la de S. Andrés. Contrafuertes. Canes románicos, de testas de animales y góticos, con sartas de perlas.

Cinco capillas laterales, rectangulares. Arcos de acceso algo apuntados. Bóvedas sencillas.

Retablo mayor renacentista, ejecutado entre 1563 y 1570, de transición entre el primer Renacimiento y el Renacimiento romanista. Intervinieron en su ejecución Nicolás de Venero, Iñigo Ortiz de Zárraga, Juan de Ochoa de Arranotegui y Martín de Zubiate; para algunos pudo intervenir Arnao de Bruselas. El retablo, policromado y dorado por Santos Corres, a mediados del siglo XVIII, tiene banco, dos cuerpos, ambos de tres calles y dos entrecalles, éstas aveneradas, así como remate de tres calles, las laterales aveneradas. Sagrario-ostensorio neoclásico, de comienzos del siglo XIX, obra de Pedro Martínez de Lahidalga; el templete, con columnas pareadas y pinturas en la puerta, se corona con cúpula. Banco con interesante decoración del primer Renacimiento, buenos relieves de la Anunciación y Visitación en las calles laterales, dos jóvenes con instrumentos de la Pasión; otras tallas de santos y de ángeles junto al Sagrario-Ostensorio y en las jambas de apeo de las columnas del primer cuerpo; entablamento de la época. Primer cuerpo con seis columnas acanaladas y jónicas, buen grupo de Santa Ana, la Virgen y el Niño, interesantes Epifanía y Adoración de los Pastores en las calles laterales y dos apóstoles en las entrecalles; entablamento con cabezas de ángeles. Segundo cuerpo con seis columnas acanaladas y corintias, grandiosa Asunción coronada por los ángeles en la calle central, buenos relieves laterales de la Oración del Huerto y de la Caída camino del Calvario y dos apóstoles en las entrecalles, uno de ellos Santiago Peregrino; otro entablamento con cabezas de ángeles. En el remate, buen Calvario central, ángeles en las entrecalles, Profetas y Virtudes en el banco y roleos. Mesa de altar y credencias, neoclásicas.

En la capilla lateral izquierda del segundo tramo, musealizada como el resto del templo en 2003, tallas de mediados del siglo XVI representativas de la Sinagoga y de la Iglesia, recordando a Arnao de Bruselas, de Niño con la Cruz de la misma época, dos Crucificados, uno renacentista y otro barroco y neoclásicas de Sto. Domingo y de la Virgen de la Misericordia, esta vestida, del taller de los "santeros de Payueta".

En la siguiente capilla lateral izquierda, talla neoclásica, de la Virgen de la Misericordia, del taller de los Valdivielso en la primera mitad del siglo XIX.

Capilla lateral derecha del segundo tramo con retablo barroco, de fínales del siglo XVII, de la Virgen del Rosario, obra del taller de Genevilla (Navarra) de José López. Imágenes de la titular entre cuatro columnas salomónicas, y de S. José entre pilastras con guirnaldas y frutos; las imágenes las ejecutó, en el filo de los siglos XVII y XVIII, Francisco Vivero.

En la siguiente capilla lateral derecha, retablo barroco, churrigueresco, del filo de los siglos XVII y XVIII, de S. Francisco Xavier, obra de Francisco de Alno en su arquitectura, y de Francisco de Vivero en su escultura.

Contigua a la anterior, Baptisterio con anejo retablo neoclásico de Ntra. Señora de los Dolores, con buenas tallas de Mauricio de Valdivielso, de fines del siglo XVIII.

Coro sobre arco escarzano. Sillería barroca, rococó, de fines del siglo XVIII, obra de Manuel López de Porras. Relieve del Salvador, de los "santeros de Payueta".

Sacristía, de principios del siglo XVIII, con bóveda de arista. Muy buena cajonería, de Vicente Ruiz y de Juan de Alica, de fines del siglo XVIII, barroca, rococó. Pinturas de José López de Torre, y espejos en el respaldar. Crucificado barroco y Virgen renacentista, romanista. Realista retablo de Fray Jacinto María Martínez, hijo de la villa y obispo de La Habana. Orfebrería muy interesante, desde el primer Renacimiento hasta el Modernismo.

Esbelta torre de planta cuadrada. Cuerpo de campanas, de mediados del siglo XVII, con cuatro arcos de medio punto. Remate en cúpula ovoide y linterna cilíndrica.

Han desaparecido las ermitas de San Andrés de Uribarri y de Santa Maria de Urizaharra, antiguas parroquias, y las de Ntra. Sra de Sagarduia, Sta. Lucia, La Magdalena, San Tirso y San Martín.

Construcciones civiles

Villa medieval, situada mayoritariamente sobre un cabezo, dispuso de un recinto amurallado del que se conserva su alzado sur y el Portal, restaurado. La trama habitacional del caserío intra-muros se adapta a la forma oval del cabezo y se urbanizó mediante cuatro calles y dos plazas alrededor de la parroquia.

Varias casas del siglo XVI, muy reformadas. Casa de los duques de Hijar, del filo de los siglos XVII-XVIII, blasonada. En la calle San Juan, casa semi-exenta, doblemente blasonada. Esculturas contemporaneas.

Portal medieval, con arco apuntado, dos grandes cubos macizos y matacán.

Extra-muros, panadería con casa-vivienda, molino, horno y estanque.

A principios del siglo XXI, en pabellones, exhibición de maquinaria agrícola hoy en desuso.

Alberto GARATE GOÑI