Kontzejuak

SAGÜÉS

Urbanismo y construcciones civiles

Se encuentra en una zona elevada, desde la que domina bien el camino que conduce a Pamplona. Su caserío es escaso, ha perdido algún inmueble en los últimos años, y se halla además dispuesto de modo bastante disperso. En los últimos tiempos se han edificado chalets unifamiliares en la zona baja de su casco urbano, que han traído estilos nuevos y algo chirriantes al lugar.

Junto a la iglesia hay una construcción de sillería bien aparejada, que sin embargo muestra algunos vanos con enmarques en ladrillo. Algo más lejos encontramos un caserón abandonado, con planta cuadrangular compuesta de varias alas, que encierran un patio. Muestra trazas evidentes de haber tenido una torre de piedra en uno de sus ángulos, hoy en estado fosilizado y muy alterado. Cerca hay una casa de desarrollo horizontal, y descendiendo por una callecita encontramos un recio caserón en estado de ruinoso abandono. Presenta muros de mampostería enlucida, vanos cuadrados amplios y arco de acceso de medio punto, con quince dovelas largas sin moldurar. Culmina con tejado a cuatro aguas. Siguiendo más adelante encontramos la casa "Etxezarrekoa", muy remozada pero con algún elemento antiguo. Se edificó en mampostería y sillarejo, tiene planta rectangular, dos alturas y tejado a doble vertiente. Los vanos son rectos, y la puerta de medio punto. No queda rastro alguno que permita identificar con claridad el antiguo palacio de cabo de armería de Sagüés, que aparece en el Libro de Armería del Reino de Navarra con el número 522.

Parroquia de San Miguel

Se levanta en la zona más elevada del casco urbano, aislada del resto de las casas, aunque hasta tiempos recientes se adosaba la casa parroquial, desaparecida entre nuestra visita de 1990 y esta de 2008. Pertenece a la tipología de templos que se extendió por la Navarra rural hacia el año 1200, pudiéndose calificar como de estilo protogótico, todavía con una importante presencia de elementos de raigambre románica. Coro y sacristía son añadidos del siglo XVI. La planta presenta una única nave, dividida en tres tramos, más largo el que precede al altar mayor, y cabecera absidial. Dos capillas de profundidad desigual se abren de manera simétrica en el tercer tramo, a modo de un transepto embrionario. El acceso se encuentra en el segundo tramo, por el lado de la Epístola, y va protegido por un pórtico de piedra al que luego haremos más detenida alusión. Por el lado contrario apreciamos las escaleras intramurales para acceso a la torre, así como una sacristía de planta cuadrada, adosada a la cabecera.

Los muros son de buena sillería, que al interior presenta enlucido blanco. Van perforados por dos ventanas, una de las cuales se abre en la cabecera y la otra en el muro de los pies. Las dos son rectas y modernas. En el eje de la cabecera hay otra ventana, cegada al instalar el retablo, que es en cambio románica, de medio punto, con columnitas cuyos capiteles llevan decoración vegetal. A los pies de la nave se levanta un coro de cantería datable como del siglo XVI, con arco de embocadura rebajado, en cuyas enjutas van dos bustos masculinos en relieve, de sabor renacentista.

Se cubre este templo con una bóveda de cañón apuntado, muy típica del tránsito del siglo XII al XIII. Se articula mediante arcos fajones de perfil apuntado, que apean en pilastras o en ménsulas encastradas en el muro. La cabecera recibe una bóveda de horno, mientras que las capillitas laterales se cubren con sendos tramos de bóveda de cañón. El sotocoro lleva una bóveda de terceletes del XVI, con nervios moldurados y claves decoradas con motivos astrales tales como soles, lunas y estrellitas. La sacristía, por último, presenta una bóveda de crucería simple, que apea sus empujes sobre ménsulas poligonales.

Al exterior la iglesia presenta el típico aspecto de los templos medievales de la Navarra rural, con una torre proporcionalmente esbelta, de planta cuadrangular y muros macizos, tan sólo perforados por los medios puntos para alojamiento de las campanas. Remata con tejado en pabellón. Al lado de la Epístola se adosa un bello y elegante pórtico de piedra, abierto por arcos de medio punto que van entre recios contrafuertes que señalan los tramos del pórtico. Los laterales se abren con un arco cada uno. El tramo central va resaltado y se perfora por un arco rebajado, que sirve de acceso al interior. El pórtico se cubre con una bóveda de cañón reforzada por arcos fajones de medio punto, que apean sus empujes en ménsulas lisas encastradas en el muro. A la misma altura corre una imposta labrada. El muro interior lleva dos arcos de descarga de medio punto, que pudieron albergar sepulturas. La puerta propiamente dicha es un arco de ligerísimo apuntamiento y sin abocinamiento, con dos molduras a modo de capitel y sin tímpano. Este pórtico está relacionado con los de Eusa, Gazólaz y Larraya, los dos últimos muy próximos a Sagüés. El que nos ocupa parece ser una versión popular de los arriba citados, con factura algo más tosca y con un carácter más macizo, careciendo además de los refinamientos decorativos que veíamos en sus hermanos.

El interior del templo va presidido por un retablo renacentista, ejecutado en el siglo XVI. Su traza presenta un banco de piedra, sobre el que se levantan tres cuerpos de tres calles cada uno, flanqueados en los extremos por sendos guardapolvos. Remata todo con un ático con frontón triangular, que lleva relieves laterales representando angelotes. Se articula mediante pilastras y columnas. En cuanto a la iconografía, en el banco de piedra hay dos altorrelieves del mismo material, de sabor renaciente, que representan a San Pedro y San Pablo en actitudes movidas y enérgicas. Una inscripción en caracteres góticos reza: ESTE RETABLO FIZO SIE / NDO RETOR DOMINGO (...) / BACHILLER AÑO 1547. El resto de la imaginería del retablo es de bulto redondo. En el banco se recogen las escenas del Santo Entierro, San Mateo, San Lucas, San Juan y San Marcos, así como la Resurrección de Cristo. En el primer cuerpo vemos Santa Bárbara, San Antonio Abad, Virgen con el Niño, San Juan Bautista y San Bartolomé. En el segundo cuerpo Santa Quiteria, Santa Catalina de Alejandría, el San Miguel titular, Santa Lucía y Santa Águeda. En el ático figura el Calvario, flanqueado por figuras de ángeles, personas a caballo y monstruo, dispuestos para suavizar las transiciones, a modo de aletones. En cuanto a los guardapolvos, vemos imágenes de San José, San Francisco Javier, ambas añadidas en el barroco, San Cosme y San Damián. El sagrario, de estilo romanista, se añadió a posteriori.

En el bajo coro hay una pila bautismal con fuste cúbico añadido, sobre el que hay una taza medieval semiesférica, decorada con gallones. En el suelo de la nave encontramos además una lauda sepulcral labrada, realizada en madera, que presenta un escudo que tampoco se corresponde con las armas de los palacianos del lugar, y donde una inscripción dice: ESTAS ARMAS SON D JUAN / MIGUEL D SATRUSTEGUI / AÑO D 1699. En la sacristía hay además una talla de bulto que representa a San Sebastián, realizada en el siglo XVI en estilo renacentista, así como varias piezas de orfebrería.

Joseba ASIRON SAEZ (2008)