Urbanismo y construcciones civiles
Larraya se ubica en una zona llana, que cuenta con ligeros promontorios desde donde se domina bien el antiguo camino. Su casco urbano es reducido y aparece algo disperso, atendiendo al parecer a la vieja red de caminos y a la distribución de piezas y heras. Cerca de la carretera encontramos algunas casas tradicionales, muy arregladas, como una de planta rectangular y tres alturas, que muestra el cartel con el nombre de la localidad. La fachada va en buena sillería y muestra vanos rectos, a excepción de la puerta, que consta de un arco de medio punto de buenas proporciones, con trece dovelas largas sin moldurar. Va flanqueado por dos ventanas. El piso noble va con cuatro ventanas, una de ellas rasgada para abrir un balcón, sobre el que luce un escudete rococó. Por encima hay un ático abierto por tragaluces, y el tejado a doble vertiente. Formando ángulo con este inmueble hay otra casa de piedra, muy arreglada, pero que muestra aún un escudo barroco en su fachada. En frente, otra casa remozada muestra vanos agrandados y un mirador de madera moderno, y en la fachada que da al río y a la calle "Lastarreka" luce otro escudo antiguo.
En la zona alta del pueblo se encuentra el palacio de cabo de armería de Larraya, que es un caserón torreado de más que probable origen medieval, aunque remozado y alterado en épocas posteriores. Presenta una planta cuadrangular algo irregular, que encierra un patio al modo de otros palacios señoriales de la Navarra rural. Su fachada es de buena sillería, con un torreón de planta cuadrada en uno de sus extremos. Aunque palacios de este tipo con una única torre no faltan en Navarra (Erdozáin, San Vicente de Urraul, Mugueta, Larrángoz), en absoluto puede descartarse que en origen hubiera alguna más, ocupando los ángulos del palacio. Tuvo al menos dos ventanas geminadas, que han sido rasgadas para ampliar su luz, siendo el resto de ellas rectas. La puerta lleva un arco de medio punto del siglo XVI, con trece dovelas largas y con la rosca moldurada. En la clave lleva el escudo que figura en el Libro de Armería del Reino de Navarra (L.A.R.N. nº 313), que repite las armas del palacio de Otazu, que a su vez derivan de las del antiguo linaje bajonavarro de Yániz.
En la zona baja del pueblo, y en el extremo más alejado de una amplia zona abierta y ajardinada, hay un caserón de elegantes proporciones, barroco del siglo XVII. Presenta planta rectangular, fachada de sillería y tejado a cuatro vertientes. En altura se desarrolla en tres alturas, que se separan por impostas lisas. Todos los vanos son rectos y de buen tamaño, y llevan los enmarques decorados por cintas en resalte. La puerta es también recta, y remata con un dintel adovelado. Va flanqueada por dos ventanas a cada lado. El primer piso se destaca por la presencia de balcones, el central más largo, y el ático lleva tragaluces. Preside la fachada un escudo barroco de notables dimensiones, cuyo campo va cuartelado, y que sostienen dos niños tenantes.
Ermitas
Pérez Ollo cita la ermita de Nuestra Señora de Oyartza, situada en un alto situado entre Larraya, Astráin y Undiano. Se corresponde con la iglesia del antiguo lugar homónimo, documentado para 1141 y despoblado ya en el año 1427. En el año 1800 todavía se conservaba el templo y una borda, pero hoy no queda rastro de ella.
Parroquia de San Román
Se trata de un templo protogótico, levantado hacia el año 1200. Se encuentra en la zona alta del pueblo, afrontada con el palacio del lugar y junto con un frontón de sencillez extrema, que evoca formas de vida de la Navarra rural de mediados de siglo, hoy a punto de desaparecer. La planta, de extrema sencillez, consta de una única nave, dividida en cuatro tramos, más corto el de los pies, y una cabecera semicircular. El acceso se abre en el muro de la Epístola, a la altura del segundo tramo, y va protegido por un pórtico de piedra, que pone esta iglesia en relación con otras como la de Eusa o, mejor aún, con las más cercanas de Gazólaz y Sagüés. Por el lado contrario se adosa una pequeña capilla de planta cuadrangular, abierta en el siglo XVI, y hubo también una sacristía, que fue eliminada en la última restauración.
Los muros son de sillarejo, que al interior van parcialmente enlucidos. Se perforan por dos vanos en la cabecera, de los cuales uno remata con arco de medio punto y otro con arco rebajado, y otra ventana moderna en el muro de los pies. A la capilla lateral se accede mediante un arco de medio punto moldurado. A los pies de la nave se levanta un coro alto, añadido en época renacentista, probablemente a principios del XVII. Se abre mediante un arco de embocadura rebajado, como suele ser habitual, que apea sobre pilares y que lleva labras de metopas y triglifos de sabor clasicista. La balaustrada es de madera.
Se cubre la nave con una bóveda de cañón apuntado, con fajones del mismo perfil, que apean en ménsulas lobuladas encastradas en el muro, unidas por una imposta que recorre el perímetro interior del templo. El primer tramo lleva arco doblado, y apea sobre columnas con capiteles de decoración vegetal. El ábside recibe una bóveda de horno de directriz apuntada, y la capilla del XVI una bóveda de crucería en cuya clave luce el escudo del palacio de cabo de armería de Larraya, tal y como figura en el Libro de Armería.
Al exterior, la iglesia presenta un aspecto macizo, llamando la atención el diferente material empleado en el pórtico, que es una piedra gris abundante en la zona, mientras que la fábrica va en arenisca de color crema. De los elementos exteriores destaca en primer lugar la torre, que como se ha dicho apoya en el primer tramo de la nave, y que es de planta rectangular, con corto fuste prismático y huecos superiores para las campanas, rematando con tejado a cuatro vertientes. Por el lado de la Epístola se encuentra el magnífico pórtico de piedra de tradición románica, cuyo frente se abre con un acceso de medio punto situado en el segundo paño, flanqueado por dos gruesos estribos, y dos parejas de arcos de medio punto, situados en el tercer y cuarto tramo, que apean sobre triples columnas de corto fuste y capiteles de decoración vegetal. Al interior, este pórtico va dividido en tres tramos cubiertos por bóvedas de cañón apuntado, a excepción del segundo, que coincide con la puerta del templo y que recibe una bóveda de crucería. La bóveda se articula mediante arcos fajones de perfil apuntado, que apean en ménsulas que transmiten los empujes al muro, hacia el interior del pórtico, y columnas en el frente exterior, con capiteles vegetales. Se cubre con tejado simple, sostenido por canecillos, algunos de los cuales presentan labra muy tosca y elemental, inspirada sin duda en modelos de mayor calidad. La puerta propiamente dicha consta de arco de medio punto cuyo abocinamiento se salva mediante dos arquivoltas sobre pies derechos. El tímpano lleva por toda decoración un crismón trinitario.
El interior estuvo presidido por un retablo tardorromanista, obra del ensamblador navarro Juan de Gastelúzar, de la primera mitad del siglo XVII. Fue desmontado y trasladado a la capilla de la Clínica Universitaria de Pamplona. De este conjunto resta en la iglesia de Larraya la imagen titular de San Román, que es una talla de bulto, en la que el titular aparece sentado, con ampulosos y geometrizados ropajes. Podemos ver también la talla de la Virgen del Rosario, igualmente tardorromanista, y un curioso sagrario intramural, plateresco del XVI, con vano cuadrangular rodeado por seis arquivoltas de medio punto, todo ello flanqueado por dos recias columnas abalaustradas, que sostienen un entablamento con dentellones. Las enjutas del arco llevan decoración vegetal a base de entrelazos, y preside un tondo donde figura la simbólica prefiguración del pelícano que se abre la piel para alimentar con la sangre a sus crías.
En el lado del Evangelio admiramos un retablo tardorromanista del siglo XVII, bajo la advocación de Santa Bárbara. Es obra posible de Juan de Gastelúzar. Su arquitectura consta de banco, un cuerpo de tres calles y ático rematado por frontón. Se articula mediante columnas de orden toscano. El programa iconográfico va sostenido por las tablas pintadas en el cuerpo, que representan a San Miguel Arcángel y un santo obispo, que flanqueaban un relieve de Santa Bárbara, titular, que ha sido robado. En el ático se encuentra una tabla representando el Calvario, entre dos bustos de San Pedro y San Pablo.
En la capilla lateral del lado del Evangelio se encontraba el retablo del Niño Jesús, que es de la misma época y autor que el arriba descrito. Como consecuencia de los robos acaecidos, el retablo fue despojado de sus imágenes, por lo que fue desmontado y almacenado en el Museo Diocesano de Pamplona. En su lugar vemos hoy un Crucificado renacentista del XVI y una Virgen del Rosario barroca del XVII. Para terminar, señalaremos que en el bajo coro hay una pila bautismal medieval, con fuste añadido a posteriori y talla semiesférica. Como suele ser habitual, en la sacristía se custodian varias piezas de orfebrería.
Joseba ASIRON SAEZ (2008)