Udalak

MONREAL

Aforada por García el Restaurador. En 1149 García Ramírez, rey de Navarra, otorga a los pobladores de Monreal el Fuero de los francos de Estella. En 1271 será confirmado éste por Enrique I; amén de reafirmar fueros, franquezas, privilegios y costumbres, promete deshacer las "fuerzas" cometidas por Sancho el Fuerte, Teobaldo I y Teobaldo II, comprometiéndose también a mantener la moneda.

Juramento a Juana I. El 5 de mayo de 1276, el concejo de Monreal presta juramento de fidelidad y obediencia a Juan I y al gobernador, Eustaquio de Beaumarchais. En 1276 se firman en Monreal unos convenios entre Guillém Hunalt de Lantar, García Martínez de Uriz y Semén de Sotés, caballeros, en nombre de Eustaquio de Beaumarche, gobernador de Navarra, de una parte, y Roldán Périz de Eransus, alcaide del castillo de Monreal, de la otra, en el sentido de que dicho alcaide no permita la entrada en dicho castillo al rey de Castilla y sus gentes, ni a los nobles navarros Gonzalo Ibáñez de Baztán, Juan González, su hijo, García Almoravid y Juan de Vidaurre, ni a ninguno que sea enemigo de la reina de Navarra.

Confirmación de los fueros por Luis Hutin. El 20 de octubre de 1307, en Estella, Luis I Hutin promete guardar los fueros y deshacer los contrafueros, repitiéndose la promesa de no "mudar" moneda.

Paramiento. Según recoge Yanguas, los vecinos de Monreal tenían una ley municipal (paramiento) por los años 1344 de que qui mate que muera, y que si el vecino de la villa matare a morador o habitante que no fuese vecino, "que por tal muerte non fuese tenido al dicho paramiento". Martín García estaba acusado de la muerte de Pedro Martínez y, temiendo ser condenado a igual pena, acudió al alcalde y jurados alegando que el muerto Pedro Martínez era collazo pechero del prior y cabildo de la iglesia de Pamplona y de consiguiente morante y habitante y no vecino; y el alcalde y jurados lo declararon así. En 1361 Carlos II concedió a la villa de Monreal que su alcalde y jurados pudieran acotar a los vecinos que, cuando ocurriese alguna riña o pelea, no quisieren otorgar treguas, y que después de acotados los prendiesen y tuviesen presos hasta dar las treguas.

Alcaides del castillo. Altadill señala los siguientes: Año 1210, Juan Pérez de Baztán, que en 1212 concurrió a la batalla de las Navas de Tolosa; en 1208, había regentado el castillo de Amayur; en 1218 sucesivamente desempeñó el mando en los castillos de Marañón y de Artajo; y en 1219 y 1234 volvemos a encontrarle en la fortaleza de Laguardia; en 1214 Lope de Oriz, al cual encontramos en el mando del castillo de Miranda; en 1219, Ximeno, del mismo pueblo, Oriz; en 1274 Roldán Périz de Eransus; en 1279, Johan de Saurays; en 1294, Lope Ortiz de Monteagudo y Menardo de Condeto; en 1304, Pedro Mancip, que continuó hasta 1306; en 1307, Sancho de Barasoain; en 1313, Mayeto de Cap, fallecido durante su mando; en 1316, Corbarán de Bidaurre; en 1318, Michael Martínez; en 1390, Guillermo de Plantaroja.

Guerras civiles del siglo XV. Durante las luchas entre beaumonteses y agramonteses, el castillo de Monreal permaneció fiel al príncipe de Viana, mientras la villa, agramontesa, se puso del lado de Juan II. En 1452 la fortaleza se prepara para la lucha, siendo tomada por el rey. Tras la Concordia de Valladolid de ese mismo año, el Príncipe de Viana pone de nuevo sitio a Monreal entre 1453-1454, hasta ser definitivamente derrotado en 1456. Reseña Yanguas cómo, tras la guerra, Monreal vio reducido en un tercio el número de sus casas, a causa del fuego artillero producido en el asedio de Carlos de Viana.

Concesión de mercado. En 1466, Leonor I, gobernadora del reino, concede un día de mercado, el viernes, a Monreal, en remuneración a la lealtad de la villa a su padre Juan II contra el príncipe de Viana.

Invasión del reino por Fernando el Católico. Durante la conquista de Navarra por Fernando el Católico en 1512, Monreal capitula a principios de agosto ante el ejército castellano del duque de Alba, siguiendo, el ejemplo de Pamplona y de otras fortalezas navarras. A partir de este año, se mandó fortificar Monreal y otras plazas con el objeto de prevenir un intento de restauración de la dinastía legítima de Albret, apoyada por Francia. En 1514, Fernando el Católico concede a Carlos de Góngora la alcaldía y fortaleza de Monreal como premio a la ayuda prestada en la conquista de Navarra.

Despoblados del siglo XVI. En el año 1534 contaba con los despoblados de: San Martín que limitaba con Monreal, Salinas y Alzórriz; Iriberri lindante con San Juan, Elorz y Asiáin; Santa Fe y Garitoain que limitaba con Yárnoz, montes de Alaiz y villa de Monreal; San Pedro de Necola junto a Monreal, Equisoain y Marsáin (Monreal gozaba de estos desolados); Marsáin que lindaba con San Pedro de Necola y otros lugares y era disfrutado por vecinos del valle de Ibargoiti; San Juan y Asiáin junto a Iriberri y otros lugares. En el año 1800 tenía los mismos despoblados con las siguientes variedades: Iriberri gozado por los de Lumbier, Elorz, Otano y Yárnoz; Marsáin cuyas tierras pertenecían a gente de Monreal, Salinas y otros lugares. [Ref. Idoate: "P. de V.", n.° 108-109, p. 312-337].

Salinas de Monreal. Según refiere Idoate, hacia 1538 había en el lugar de Salinas de Monreal ocho pozos salineros con sus respectivas eras. El Hospital de Roncesvalles y el monasterio de la Oliva tenían sus pozos, que arrendaban por una cantidad anual de sal. En el año citado los frailes del Monasterio de la Oliva incoaron procedimiento judicial contra su arrendatario, quien, debido a las malas condiciones meteorológicas, no sacó ni siquiera la sal suficiente para pagar la renta. El tribunal le obligó a pagar una cierta cantidad, aunque más moderada que la que exigían los frailes.

Asiento en Cortes. En las Cortes de Navarra se sentaban diputados de Monreal, junto a los de Pamplona, Estella, Tudela, Sangüesa, Olite, Aoiz, Viana, Tafalla, Aguilar, Cáseda, Huarte, Villava, Mendigorría, Torralba, Lesaca, Corella, Zúñiga y Lacunza y junto a los representantes de los brazos eclesiástico y militar, según refiere Idoate. En algunas ocasiones las Cortes negaron su asiento a algunos abades y obispos, por su calidad de extranjeros; tal fue el caso del abad de Irache en el año 1546, en que no fue admitido, pese al deseo del rey Felipe II. En el año 1561 surgen disputas entre las ciudades y villas que tenían asiento en las Cortes de Navarra, sobre el orden de colocación, siéndose asignado a Monreal un puesto detrás de Viana y delante de Tafalla y Lumbier.

Guerra antinapoleónica. Durante la guerra de la Independencia española, los franceses fortificaron Monreal, junto con otras poblaciones navarras, como medida contra las partidas de guerrilleros, que pululaban por todo el reino. En octubre del año 1809, una partida de guerrilleros, mandada por Javier de Mina, vino a Lumbier con la intención de dificultar las comunicaciones de los franceses. Sabiendo Mina que una partida de 200 franceses conducía el correo camino de Tafalla, les salió al encuentro. Pero los franceses huyeron a su vista, quedando un carro con material de guerra en poder de los guerrilleros. A mediados de agosto de 1810, la partida de Francisco Espoz y Mina pasó por Monreal, huyendo de fuertes contingentes de fuerzas francesas, que les perseguían. La partida procedía de Unzué y siguió hacia Aibar y Leache, con ánimo de descansar en estas dos poblaciones. Durante este mismo mes la misma partida pasó de nuevo por Monreal, siempre huyendo de las tropas enemigas, procedente de Leache y dirigiéndose hacia Puente la Reina. El siete de septiembre del año 1810, una columna francesa se situó en Monreal, con ánimo de copar a los guerrilleros de Francisco Espoz y Mina, que la noche anterior se vio obligada a refugiarse en la sierra de Alaiz, perseguida por los franceses. Los guerrilleros se acercaron a Monreal el mencionado día siete, encontrando el pueblo ocupado, por lo que volvieron a internarse en la sierra. Viéndose copado optó finalmente por atacar a la columna francesa que estaba en Monreal, pero cuando se iban a lanzar al ataque, constataron que los franceses, víctimas de falsos informes, se habían marchado con dirección a Leache. De Monreal los guerrilleros se encaminaron hacia Aoiz. El 21 de octubre del año 1810 una partida de setecientos hombres mandados por Custodio Fontellas atacó en Monreal a cien gendarmes y treinta jinetes franceses, poniéndolos en fuga y causándoles más de sesenta bajas.

Combate de Monreal. Se libró en diciembre del año 1810. Enterado Reille, general francés, que Espoz y Mina con sus batallones se hallaba en las cercanías de Lumbier, dispuso que una columna de 1.500 infantes y 300 caballos se dirigiera hacia Aibar, por Tafalla, mientras él se encaminaba a Lumbier por Monreal. Espoz y Mina les salió al encuentro el día 23 de diciembre. Apostó la infantería en Salinas e Idocin y salió él acompañado de unos doce caballos para llamar la atención y llevar al enemigo a la emboscada. Salieron los franceses en su persecución dejando atrás Salinas. Ya se acercaban a Idocin cuando Espoz se volvió furioso y arremetió de frente mientras de retaguardia eran atacados por los hombres apostados en Salinas. Los franceses pugnaban por llegar a Monreal pero, acorralados, apenas lo hicieron unos ochenta.

Ultimas fases de la guerra. A finales de octubre del año 1811, la división de Espoz y Mina pasó por Monreal, procedente de Sangüesa y con dirección a Guipúzcoa, conduciendo gran número de prisioneros franceses apresados en Aragón. A principios de noviembre del año 1811 , la división de don Francisco Espoz y Mina pasó por Monreal, procedente de Santa Cruz de Campezo y de Guipúzcoa. Los guerrilleros se dirigían hacia Sangüesa, pues Espoz y Mina había recibido un oficio del general Blake, encargándole que efectuara cuantas incursiones pudiese por tierras de Aragón. En marzo del año 1812, fuertes contingentes de tropas francesas se situaron en Monreal y en otras ciudades navarras, esperando el deshielo para operar contra la división de guerrilleros de Espoz y Mina, que a la sazón se encontraba en el Roncal.

Desamortización. En cumplimiento de la ley de desamortización del 1 de mayo de 1855 se vendieron en esta localidad, en 1862, un molino harinero, dos fincas y una tejería. [Ref. R. G. CH. "La D. C. en N"].

Batalla de Monreal. Acción de la última guerra carlista, que enfrentó en 1874 en la localidad navarra a las tropas carlistas de Dorregaray contra la brigada liberal de Nouvilas, a la que los jefes carlistas Pérula y Argonz mantuvieron a raya hasta ser desalojados del fuerte de Monreal. Tradicionalmente, tanto liberales como carlistas se atribuyeron la victoria.