Diario vasquista publicado en Pamplona desde el 4 de marzo de 1923 hasta 1936, desapareciendo al día siguiente al levantamiento militar al ser incautado por Falange que editó allí el "Arriba España". Portavoz del nacionalismo en Navarra, ocupó un espacio político cercano al PNV.
Nacimiento. Nació como iniciativa de Comunión Nacionalista Vasca entre la que se encontraba Manuel y Estanislao de Aranzadi, Javier y Joaquín San Julián, Manuel Zarranz, Manuel de Irujo y Ollo o Serapio Esparza. El respaldo empresarial lo constituyeron las sociedades "Tipográfica Navarra, SA" y "La Publicidad, SA", fundada esta última para la defensa del Fuero y de "los intereses morales y materiales de Navarra", manifestándose asimismo partidarios de la enseñanza católica.
Directores. Fueron sus directores Eladio Esparza, José Lecároz Goñi, Jesús Etayo Zalduendo, Jesús Aranzadi y Miguel Esparza.
Corresponsalías. La voz de Navarra practicaba un periodismo ágil, con numerosos corresponsales en pueblos y una segunda redacción en Tudela. Además de delegaciones en Madrid y Barcelona, tenía, para la información internacional, corresponsalías en París, Londres y Buenos Aires.
Tirada y secciones. Tuvo la segunda tirada tras "Diario de Navarra", alcanzando los 5.000 ejemplares entre 1925 y 1931. En la estructura del periódico destacaban secciones como "Información del País Vasco", con corresponsalías en Bilbao, Vitoria, Donostia y Baiona, y "La Voz de las Merindades", que incluía Ultrapuertos. La información local, a la que daba trato destacado, se materializaba también en la sección dedicada a actos populares, folklóricos y culturales, "Ferias y Mercados" y "Agricultura". Especial importacia tenía el euskera, al que ningún periódico navarro dio la importancia que le confería La Voz, que incluyó a lo largo de su existencia secciones en diferentes dialectos como "Pro-euskera", "Eskaldunen xokoak", "Asteko Berriak", "Euskel Solasa" o "Euskararen Adiskideak". Entre los colaboradores euskericos figuraron firmas como Pablo Fermín Irigaray Goizueta "Larreko", Manezaundi, Zirt, Joseba, Irular, Agurre'tar Anastasi o Gurbindo.
Campañas. Nacido en los primeros momentos de la Dictadura de Primo de Rivera, realizó su primera campaña de opinión ante la aplicación a Navarra del Estatuto Municipal de Calvo Sotelo de 1924, que decepcionó las tímidas esperanzas regionalistas que había suscitado en un principio el Directorio. Asimismo se mostró muy crítico con el Convenio de Régimen Local de noviembre de 1925. Otra gran batalla política fue desarrollada por La Voz ante la renovación, en 1927, del Convenio Económico, al que se opuso radicalmente. Aunque sufrió multas gubernativas y varias suspensiones, la crítica frontal a la Dictadura no se desató en el periódico hasta la caída de ésta. Ante las elecciones municipales de abril del 1931, La Voz fuertemente crítica con la lista antirrevolucionaria, defendió la candidatura fuerista, a la que pertenecían el director del diario Miguel Esparza o uno de los fundadores del mismo, Javier San Julián. Llevó a cabo una importante campaña en pro del Estatuto y de la labor de los ayuntamientos vascos. El 1 de febrero de 1932, comentaba así La Voz los resultados de la Asamblea de Ayuntamientos de 31 de enero:
"Por tercera vez, a pesar de las campañas de prensa, órdenes de partido... Navarra ha afirmado de modo resuelto su voluntad de forjar el instrumento jurídico de sus libertades en unión con sus hermanas Alava, Vizcaya y Guipúzcoa. También éstas por tercera vez han vuelto a ratificarse en su firme resolución de formar con su hermana mayor, Navarra, la unión sagrada de la raza, la sangre, la lengua y los altos ideales en que comulgan y vienen pidiendo a voces desde hace tantos años. Navarra reconoce una vez más su origen vasco -¿quién con más títulos que ella puede reconocerlo?-... Sin embargo, se ha procurado con tanta insistencia remover en ella toda clase de prevenciones y prejuicios, se han dirigido tantos dardos envenenados... Por fortuna, su instinto de conservación y de raza le ha salvado. Navarra se ha superado a sí misma".
Desde 1931 a 1936 La Voz batalló en pro de un Estatuto Vasco único.