Músico guipuzcoano. Nacido en Lezo (Gipuzkoa) el 12 de setiembre de 1901. Fallecido en Donostia-San Sebastián en 1989.
El ambiente de su casa, la iglesia de su pueblo, el órgano, el hecho de pertenecer desde niño al Coro Parroquial, contribuyeron a su vocación musical que seria absorbente, total, única. Primeros estudios musicales en su pueblo natal, que los continúa en el Colegio Seráfico de Aránzazu, luego en el Conservatorio de San Sebastián -piano, órgano, composición, acompañamiento- con José María Iraola, Beltrán Pagola, Pablo Sorozabal, ampliándolos posteriormente en el de Madrid. Marcha a París donde recibe lecciones especiales del concertista de órgano Charles Lebout. Posee las carreras de piano, órgano, composición y acompañamiento. El órgano es su especialidad.
Fue becario del Ayuntamiento de San Sebastián y pensionado en composición (1942) por la Real Academia de Bellas Artes de Madrid. Ha tomado parte en la inauguración de los órganos de San Jerónimo el Real y Santa Teresa, de Madrid; en la del monumental órgano de la Catedral de San Sebastián; ha dado audiciones por Radio Nacional e infinidad de conciertos; fue organista oficial en la Embajada Francesa, en Madrid. Las películas Alas de Paz (1943) y Diez fusiles esperan, llevan música de Garbizu y orquestación de Escudero. Posteriormente, desde 1954, desempeña la cátedra de órgano del Conservatorio de San Sebastián.
Ha merecido cinco premios nacionales, seis menores y cuatro de tipo local. Premio nacional (1954) por su Tríptico al Buen Pastor, para órgano; premio nacional, por unanimidad, con motivo del Año Mariano (1960), con su Missa Benedicta; dos premios nacionales (1964 y 1965) con sendos poemas sinfónico-corales, Baso-Jaun y Babiloniko, respectivamente; premios a las canciones Zu ta ni (1956); A Pamplona voy (1966); Garbiñe (1967); Ardi-yoalea (1968), y Cuando llega la Navidad (1968); primeros premios a sus canciones para Coros: Canço de bressol (1945); Baratzeko (1945); San Vicente de la Barquera (1965); Dos canciones populares, premio nacional (1966); y Sor-lekua (1969); por último, otro premio con una obra para chistu, Gure erria (1965).
Obra capital en el repertorio de Garbizu es su Tríptico al Buen Pastor, escrito en 1953 y estrenado en 1954 por su autor, en la inauguración del gran órgano del Buen Pastor, de San Sebastián. Entre sus numerosas Misas, merece apartado especial la Herriko Meza (Ezkila, 1965) y, por lo importante y significativo, su Gure Meza (Misa Vasca), 1967, para Solistas, Coro, Organo, Banda de Txistus, Tamboril, Atabaca, Caja, Acordeón, Txalaparta, Alboka y Eskila, que ha merecido grabación de gala por la marca de discos Columbia, con el maestro Gorostidi al frente del Orfeón Donostiarra (Coro de Cámara). La obra está considerada por la crítica como la mejor misa folklórica con la participación de instrumentos típicos vascos, siempre dentro de una dignidad y categoría sumamente elevada.
Tomás Garbizu es -dice A. Temprano- un compositor de raza, intuitivo y con garra. Su música llama la atención, sobre todo, por la emoción que la anima, por la armonía profunda y original, por su lenguaje artístico siempre inspirado, cálido, vivo, con "duende". De Garbizu no se puede decir que sea un clásico, o un romántico, o un impresionista: representa una suma peculiar de estilos; él es músico, compositor simplemente. Por vasco y educado con religiosos, su materia sonora y aliento inspirativo lo extrae de la melodía gregoriana y de la canción popular de su tierra.
La mayor parte de la producción musical de Tomás Garbizu o está editada o grabada en disco por casas de tanto prestigio editorial como Ordorica, Columbia, Belter, Cinsa, Pax, etc. En 1971 estrenaba, junto con J. M. Arozamena, Viejas canciones donostiarras, y en 1979 estrenaba, en el festival de música de Aránzazu, su pastoral Aloña.
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