Fue el pelotari americano de mayor renombre que conocieron las canchas de argentinas y uruguayas a finales del siglo XIX.
Los padres de Pedro Celestino Zabaleta Artola “Paysandú” se casaron en la iglesia parroquial de Leitza el 24 de noviembre de 1845. Su padre Juan Fermín Zavaleta, de 21 años de edad, era leitzarra en tanto que su madre, María Prudencia Antonia Artola Garciarena, de 20 años, procedía de la villa gipuzkoana de Berastegi.
Fruto de este matrimonio nació, en primer lugar, María Teresa el 11 de julio de 1848. En 1850, Juan Fermín y María Prudencia Antonia se embarcaron para América y en 1854 pasaron a residir en el municipio argentino de Gualeguay, y, según consta en el archivo parroquial de San Antonio de Padua, en él verá la luz Pedro Zabaleta en mayo de 1854:
“El día veinte y ocho de este mes y año bautizé solemnemente a Pedro Celestino, que nació el día diez y nueve del presente mes, hijo legítimo de Fermín Zavaleta y Prudencia Artola, siendo naturales de España. Fueron padrinos Francisco Zavaleta y Lina Rodriguez a quienes advertí el parentesco y obligaciones, y por verdad lo firmo yo el Teniente cura Martin José Pagola”.
Pedro Zabaleta, más conocido por Paysandú, fue pelotari de leyenda para la afición argentina y uruguaya, tanto en la modalidad de guante como de mano.. En el verano de 1883 visitó Euskal Herría con el único propósito de enfrentarse a Indalecio Sarasqueta “Chiquito de Eibar”. No fue posible el acuerdo. Sin embargo, el 19 de abril de 1885, la bonaerense Plaza Euskara fue el escenario del desafío presenciado por miles de aficionados. La victoria, contundente, sonrió al eibarrés: 80-48.
Pedro Zabaleta, retirado de las canchas, pasó sus últimos años en Lanús, Argentina, falleciendo en 1928.