Politiques et Fonctions Publiques

Villaespesa, Francés de

Embajador, consejero y Canciller de Navarra en los reinados de Carlos II y Carlos III. Perteneciente a familia noble aragonesa, nacido en Teruel, donde su padre Juan Sánchez de las Vacas, pariente de los Sánchez-Muñoz, era Juez mayor. Tomó el nombre de Villaespesa, lugar anejo a la capital turolense. Entró en contacto con la corte navarra en 1381 formando parte del séquito del Cardenal de Aragón -Pedro de Luna- legado de Clemente VII con la misión de atraer a la causa de Avignon a los reinos de Castilla y Navarra.

Doctor en decretos, destaca por su ciencia y destreza política, ganando pronto la confianza de Carlos II, del que figura por vez primera como consejero privado en 1384. Interviene en los prolegómenos de la boda de la infanta Juana con el duque de Bretaña, de vital trascendencia política en los conflictos y juegos de alianzas Francia-Navarra-Inglaterra. Al año siguiente es asignado al servicio del infante Carlos, futuro Carlos III. En 1387, al acceder éste al trono, es ya su principal consejero político. Acompaña al rey en sus primeros viajes oficiales. Lleva a cabo importantes y delicadas misiones diplomáticas con las cortes de Castilla, Aragón y Francia.

Así, será piedra angular en las negociaciones para el regreso de la reina Leonor a Navarra y en los pleitos territoriales por los intereses franceses del rey, así como en la cuestión del Cisma aviñonés, consiguiendo que Navarra se inclinara tras largas vacilaciones hacia Clemente VII, coincidiendo con la coronación de Carlos III (1390). Ya armado caballero, renuncia al estado eclesiástico para dedicarse plenamente a la administración, casando en 1396 en Tudela con Isabel de Ujué, miembro de una familia que había regido los destinos de la Capital ribera durante todo el siglo XIV. Su imparable ascensión se ve coronada el 20 de marzo de 1397, al ser designado Canciller de Navarra en sustitución del obispo de Pamplona, Martín de Zalba, recién nombrado cardenal.

Los años siguientes ven desplegar al canciller una incansable labor centrada en la política matrimonial de la corona y en el apoyo a la infanta primogénita doña Juana en los períodos que ésta tuvo encomendada la gobernación de Navarra en las ausencias de su padre. Servidor de la corona navarra por espacio de 45 años, toda la vida política de Villaespesa se ve jalonada de continuos viajes e importantes misiones. Asimismo fue grandemente favorecido con dádivas y mercedes por el rey, del que recibe las pechas de Villatuerta y Oteiza. Muere Mosén Francés en su residencia de Olite el 21 de enero de 1421.

Habiendo enviudado tres años antes, había fundado junto con su esposa una capilla particular en la catedral de Tudela. Esta capilla de la Esperanza, guarda, amén del retablo de la titular, obra maestra del estilo gótico internacional debida al aragonés Zahortiga (1412) y de un imponente enrejado, el soberbio sepulcro de los Villaespesa, joya del goticismo. Tradicionalmente atribuido a Janin de Lome, modernamente los estudios han contemplado la posibilidad se deba a Juan de la Huerta o Guillén Sagrera. Del ascendente social que alcanzó Villaespesa en Navarra son buen reflejo los matrimonios de sus hijas que casaron, Leonor con Beltrán de Ezpeleta; Blanca con Juan de Asiain; Isabel con Sancho de Lacarra y María con Martín de Peralta.