Peintres

Sánchez Enríquez, Dionisio

Pintor. Nacido en La Reineta, Valle de Trápaga-Trapagaran, el 24 de enero de 1921, fallecido el 18 de agosto de 2009.

Autodidacta. Sus primeras pinturas las realizó en 1940, en Xauen y Tetuán (África), con ocasión de prestar su servicio militar. Su afición a la pintura se despertó gracias a la gran ayuda moral que el pintor "Bertuchi", entonces director de la Academia de Arte de Tetuán, le otorgó. En 1942 celebró su primera exposición, presentando en Tetuán una colección de óleos, recibidos muy bien por la crítica. A partir de entonces pasa los años intentando el artista pintar y formarse más ampliamente, siempre con grandes dificultades económicas, sociales y artísticas.

Da muestra de gran fuerza de buena voluntad y logra en el año 1956 colgar sus cuadros en la Peña Artística Barrueta de Bermeo; después, paso a paso, consiguió ir celebrando más exposiciones, de las que reseñamos las más interesantes para una información artística: Colegio Mayor de Santa Cruz (Valladolid, 1960); Exposición Medio Siglo de Arte en Vizcaya (Universidad de Deusto, 1962); Casa Americana, con temas de América (Bilbao, 1962); Villa de Guernica, 1962; Bienal de L'Unión Bayonnaise des Arts (Bayona, 1964); Certamen Nacional de Pintura (Baracaldo, 1965); Salón de Estío (Baracaldo, 1966, 1967 y 1968); IV Exposición Anual Plástica (Vitoria, 1967); Exposición Pintores Vizcaínos (Museo de Bilbao, 1968), y también tomó parte en la Asociación de Artistas Vizcaínos, Casa de Cultura, Sala Miqueldi, Ateneo de Santander, Valencia y otras importantes capitales, como Madrid (1971), Ávila y Bilbao, nuevamente en 1973.

Títulos de las obras más destacadas: Mesa, En el campo, Pez verde, Jaulas y frutas, La cruz, El pan de cada día, Bodegón, Frutas, Guitarra y frutas negras, Contraste, Jaula, Bodegón con jarro negro, Mesa con flores, Naturaleza, Peces verdes y frutas, Blanco y rojo, Bodegón rústico, Calidades, Cerámicas y frutas, Bodegón en mi estudio, Flores blancas, Calvario, Sirena, Cuadro con flores, Sinfonía sobre azul, Profundidad geométrica y Paisaje en mi tierra.

Luis de Castresana lo ve así:

"nuestro gran pintor de San Salvador del Valle nos transmite tanto la palpitación de su recia dimensión humana como el deleite de esa pintura suya pensada, elaborada, depurada, parida con la nobleza de un oficio que se domina en todos sus resortes y una capacidad de transfiguración, de recreación de la realidad, que sólo posee el genuino, el verdadero artista".

Luis de Lázaro Uriarte:

"Paleta sorda, deliberadamente exenta de vistosidades cromáticas; pero sabiamente moduladas en sus escasos, aunque suficientes, acordes expresivos. Pastas, sin embargo, propicias en nuestro pintor a jugosas suculencias, a grumos rítmicos de materia, unas veces sueltamente coagulados, otras arrastrados y un tanto macerados a la busca de efectos complementarios de tonos y calidades, matéricamente jugadas -para emplear un esdrújulo muy dentro del lenguaje crítico de hoy- y unidas armónicamente a la concepción general del cuadro. Bastantes composiciones de Dionisio Sánchez, aparentemente sencillas en su perfecta ordenación, nos dan una pintura íntima, apagada en silenciosas confidencias interiores, una pintura sin alardes ni cabriolas en la cuerda floja, carente de esos efectismos que tan fáciles entusiasmos despiertan en sectores menesterosos de artística formación. Pintura que viene a resumirse en una plasticidad muy personal de pastas mediante colas y gomas de diversa índole y extracción, a fin de que los pigmentos, con diluyentes bien administrados y dosificados, produzcan una materia prima elástica y a la vez suficientemente firme y compacta. De esta manera, el pincel de Sánchez no se extralimita con espejismos superficiales, ni sus colores se mineralizan y secan prematuramente por escasa dilución. (...). A contrapelo de lo que una visión apresurada de cierta crítica pueda afirmar, los motivos temáticos de Sánchez son totalmente secundarios en su pintura, como lo son siempre en cualquier pintura de alguna entidad. Sus cuadros no evidencian ningún predominio de los asuntos en su repertorio formal, no pasando de simples apoyos que facilitan su tarea creativa, suponiendo algo adicional a lo que el pintor quiere expresar al margen de su plástico engarce en una temática determinada. Advertimos una gran diversidad de temas en la pintura de Dionisio Sánchez, desde los paisajes hasta figuraciones de varia tendencia".

Leopoldo Rodríguez Alcalde (Madrid):

"La pintura de Dionisio Sánchez está llena de vitalidad. Sin ajustarse a un realismo riguroso, se atiene a la herencia de la pintura española, que no aparta sus ojos de la vida, pero que al mismo tiempo la transfigura con los mejores recursos del color".

Laureano Muñoz Viñaras (Bilbao, 1973):

"Quien haya seguido atentamente la evolución del pintor, se habrá dado cuenta de que ésta ha sido acompasada, lenta y de una coherencia absoluta, tanto en técnica como en concepto. En algún aspecto -concretamente en el de los acordes de color- aún habrá de prolongar la andadura hasta eliminar los últimos vestigios de acidez cromática que se advierten en unos cuantos cuadros".