Villes

Orbaitzeta

El caserío del pueblo se distribuye a ambos lados del río Iratí y pertenece a un modelo constructivo típico de la zona, con los tejados enormemente inclinados como medida de resistencia a la nieve. La gran mayoría de edificios son del siglo XIX, debido a la cantidad de incendios y asolaciones que la población ha tenido que padecer a lo largo de su historia. La arquitectura se repite en las casas, reiterándose el esquema de puerta de arco rebajado, medio punto o apuntado y escudo con las armas del valle. La casa típica del valle es de tres plantas, en que domina la cubierta a dos aguas sobre la de cuatro, con balcón protegido por el alero en el piso primero y casi siempre blanqueada.

De los veintiséis hórreos que al parecer en tiempos tuvo el pueblo se conservan tres en las cercanías de la parroquia, uno de los cuales conserva solamente su estructura original. La pequeña construcción formada por collandas de madera y sillarejo monta sobre nueve pies de piedra en forma de seta. El tejado es a dos aguas y de fuerte inclinación.

Apartada de la población, a unos cinco kilómetros, se emplaza la Real Fábrica de Municiones que en origen fue una ferrería donada por Blanca de Navarra en 1432. Tras pasar por manos de la nobleza francesa, el rey español Borbón Carlos III la adquirió en 1784 para montar una industria complementaria a la que existía en Eugui.

En 1786 se dio inicio a su construcción siguiendo la idea constructiva y arquitectónica que el arquitecto Rostaing había creado para la fábrica de Eugui. En 1794 fue incendiada por los franceses procediéndose a su reconstrucción entre 1800 y 1805, año en el que vuelve a caer en manos francesas hasta que en 1813 éstos la dejan al marcharse huyendo de España. Comienza así un periodo de dos décadas en las cuales la Real Fábrica quedó abandonada hasta que, pasado ese tiempo, la reactivaron los carlistas. La industria fue reconstruida y siguió en activo hasta finales del XIX.

El complejo está diseñado de manera racional y funcional, creando una estructura de niveles paralelos ampliables por los laterales si el aumento de la producción así lo requiriera. El conjunto se dividía en tres niveles diferentes según su función construyendo hileras de construcciones paralelas.

La fábrica también contaba con cementerio y capilla. Esta última la diseñó el arquitecto Clairac, que anteriormente había levantado la de Eugui. La planta muestra una única nave de unos veinte metros con cabecera recta y cubierta a dos aguas aunque antaño estuvo cubierta con bóvedas.

También se conserva la fuente de Asura a orillas del río Itolaz, que es coetánea a la construcción de la fábrica. Se compone de un grueso pilar de sillar bien trabajado rematado por una cornisa moldurada y frontón curvo.

La parroquia de San Pedro es de origen medieval datada a finales del siglo XII o comienzos del siglo XIII, con modificaciónes llevabadas a cabo sobre el edificio original en el siglo XVI que afectaron a bóvedas y portada.

En planta se observa que la iglesia consta de una sola nave de considerable anchura dividida en tres tramos con cubierta de bóveda sexpartita y terminada en una cabecera poligonal más estrecha a la cual se adosa por el lado de la Epístola la sacristía del siglo XVI, de planta cuadrada y cubierta con bóveda de crucería.

A los pies de la planta se ubica el coro, de factura moderna, y amplitud considerable.

Las cubiertas de la nave se sustentan sobre los nervios que descansan sobre ménsulas semicirculares ornadas con moldura de dentellones y éstas a su vez van adosadas a los muros de sillarejo. En las claves aparecen el Cordero con la cruz, un Cáliz con roseta y cruz, y por último las llaves de San Pedro.

Al exterior la construcción se muestra como un bloque compacto de sillar regular rodeado de contrafuertes entre dos de los cuales y por el lado de la Epístola se enmarca la portada renacentista del siglo XVI. Se compone ésta de un arco de medio punto con jambas y rosca cajeada flanqueado por un par de columnas con remate en candelabro. Entre ellas y sobre el arco corre una imposta lisa sobre la que monta un frontón curvo que aloja la hornacina donde se encuentra la talla del titular. La torre, bloque prismático de poca altura, se alza sobre el último tramo de la nave.

Al interior y por el lado del Evangelio mencionar un pequeño nicho que hace de capilla bautismal y guarda la pila de la parroquia de época medieval. En el mismo espacio hay cuatro estelas discoideas adornadas con estrellas.

En el presbiterio se encuentra el retablo mayor que cubre el muro poligonal del mismo adaptándose a su forma. Se trata de una construcción retablística barroca, del siglo XVIII y de profusa decoración que cubre todos los elementos estructurales del mueble. Se estructura sobre un banco formado por cuatro grandes ménsulas con niños envueltos en follaje y entre las cuales se intercalan tableros de ornamentación vegetal. Encima vemos el cuerpo único del retablo articulado en cinco calles divididas por columnas salomónicas entre las cuales se alternan hornacinas de medio punto y cartelas decorativas. Sucede a este único cuerpo el ático en cascarón dividido en tres paños y rematado por el Padre Eterno envuelto en follaje.

La imaginería es moderna a excepción hecha de la talla del titular coetánea del retablo y que muestra al primer papa sedente y con las llaves características de su iconografía.

El sagrario, de cierto interés, es tardorromanista y se debe a la mano del retablista Juan de la Hera. El dorado del retablo data de 1749 y lo llevó a cabo Juan Martín de Zizur junto con dos colaterales hoy perdidos.

En el capítulo de orfebrería solamente mencionar un cáliz de plata barroco del siglo XVIII elaborado en Pamplona, una crismera del mismo material del siglo XIX y Cruz procesional de plata sobredorada también decimonónica.

Orbaizeta posee una única ermita y está bajo la advocación de San Esteban Protomártir. Enclavada en lo alto del monte Azalegui, fue reconstruida a mediado el siglo XX debido al estado ruinoso en el que se encontraba. Anteriormente había sido quemada en la incursión francesa. Es un templo de planta rectangular, cabecera plana, muros de sillarejo y cubierta a dos aguas con vigas de madera. La imaginería que hoy alberga es moderna siendo las tallas originales trasladadas a la ermita de San Joaquín de Arive en tiempos de la citada incursión francesa.

  • CARO BAROJA, J. La Casa en Navarra, III, CAN, 1982.
  • LOPEZ SELLÉS, T. Contribución a un catálogo de ermitas de Navarra. C.E.E.N, 1972.
  • VV.AA. Catalogo Monumental de Navarra, IV, 1989.

ETE 2011