El 29 de mayo de 1937, las autoridades fascistas prohibieron desde Donostia el uso del euskera.
El 29 de mayo de 1937, las autoridades fascistas prohibieron desde Donostia el uso del euskera. “Se denunciará a todo aquel que infrinja lo dispuesto sobre la prohibición de hablar idiomas y dialectos diferentes del castellano”, avisaron desde la capital de Gipuzkoa y dejaron ya por sentado entonces la orden de que “Español, habla la lengua del Imperio”.
El periódico Eguna, único íntegro en euskera que funcionó en el casco viejo bilbaino entre el 1 de enero y el 13 de junio de aquel año no dio la noticia como tal, pero el 5 de junio un redactor que firmó como Basabe escribió un texto de apoyo al idioma titulado ‘Euzkeraren alde, ta birauaren aurka’ (A favor del euskera, y contra la blasfemia).