Lexique

MARINA

La Marina vasca en la Guerra Civil Española (1936-39). En 1936 los buques mercantes de matrícula vasca eran mayoría dentro de la Marina mercante española que alcanzaba 1.180.000 toneladas de registro bruto, repartidas en cerca de un millar de buques de más de 100 toneladas. Entre las navieras vascas destacaba Sota y Aznar (la primera del Estado con 49 buques y 171.991 toneladas), la Marítima del Nervión (7 barcos y 33.353 tn.), Altos Hornos de Vizcaya (7 buques y 20.548 tn.), PYSBE (6 barcos y 7.299 tn.), Naviera Vascongada (9 buques y 28.076 tn.), Naviera Amaya (8 buques y 24.961 tn.), Vasco Asturiana (4 buques y 10.435 tn. ), Marítima Unión (6 buques y 24.502 tn.), Naviera Bachi (6 buques y 32.500 tn.), Naviera Guipuzcoana (5 buques y 17.051 tn.) y otras menores. Un buen número de barcos permanecía amarrado en Bilbao debido a la crisis del mercado de fletes. Al estallar la rebelión militar, la mayoría de los buques y personal de la Marina vasca permaneció fiel a la legalidad republicana. Los sublevados apenas consiguieron apoderarse del 15 % de la flota mercante, una parte de ella de la matrícula de Bilbao. En ambos bandos se utilizaron tanto para el trabajo civil- en el caso de los rebeldes bajo bandera alemana o italiana para evitar su detención- como en misiones auxiliares de la Armada en calidad de cruceros auxiliares o transportes armados. El mismo doble uso se dio también a los barcos pesqueros. Una vez aprobado el Estatuto de Autonomía de 1936 que atribuía al País Vasco «la función ejecutiva de la legislación del Estado en materia de Marina mercante y personal marítimo» (art. 12), el Gobierno Vasco, a través de la consejería de Industria, asumió la gestión de la Marina civil. Se crearon la Dirección General de la Marina Mercante y la de Pesca. Entre las primeras disposiciones dictadas por su consejero, Santiago Aznar, figuraba una, ordenando izar la ikurriña en la proa de todos los buques de la Marina mercante (18-10-1936). Para colaborar con las Fuerzas Navales republicanas del Cantábrico, el Departamento de Defensa del Gobierno Vasco organizó por su parte la Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi, incautándose de los barcos de PYSBE (30-10-36) y creando el voluntariado de Personal de Mar (4-11-36). La Marina de Guerra Auxiliar dejó de existir en agosto de 1937 después de la evacuación de Santander. La mayoría de los buques mercantes buscaron refugio en puertos ingleses y franceses. El Gobierno Vasco fundó entonces en Londres (21-7-37) la naviera Mid-Atlantic Shipping Co. que se encargó de su administración hasta el fin de la guerra. La Marina vasca perdió muchos de sus buques durante la contienda, algunos incluso por acción de buques italianos que operaban secretamente a favor de los rebeldes, como el Conde de Abásolo torpedeado en el Mediterráneo por el destructor Ostro ( 13-8-37) o al Armuru hundido en el Egeo por el submarino Ferraris ( 18-8-37). Acabada la guerra, los restos de la Marina vasca fueron entregados a las nuevas autoridades franquistas. El personal de la Marina mercante fue también militarizado durante la guerra para cubrir la escasez de oficiales, especialmente en la Armada republicana. Además de los que sirvieron en el Voluntariado del Mar del Gobierno de Euzkadi -todos procedentes de la Marina mercante- eran vascos la mayoría de los oficiales inscritos en la Reserva Naval republicana. En 1938, desaparecido al frente Norte, fueron muchos también los marinos vascos que ingresaron en el Cuerpo de Carabineros del Mar a instancia del Gobierno vasco instalado en Barcelona.