Lexique

MADERA

La explotación de la madera. En la antigüedad gran parte de la tierra del País Vasco estaba ocupada por los bosques, una de las mayores riquezas naturales con las que contaban sus habitantes. Su explotación junto con la ganadería, fue, sin duda, la primera ocupación económica de los vascos. Sólo posteriormente, con el empuje demográfico, la agricultura fue comiendo terreno a los bosques y prados, orientándose hacia una economía de autoconsumo. La explotación racional del bosque tenía, por lo general, tres funciones: proporcionar árboles para edificios y construcción de navíos (de ahí la importancia de los astilleros vascos); dar leña para la producción del carbón para ferrerías y fraguas posibilitando el desarrollo de la industria del hierro; y por último facilitar productos subsidiarios para autoconsumo o alimentación del ganado. Dada la importancia de la construcción naval y de las ferrerías, actividades para las que la madera era imprescindible, los Fueros y Juntas de cada territorio histórico regulaban su explotación y se encargaban del control y mantenimiento de los bosques, ordenando incluso la plantación de árboles. Pese a todo, el avance de la agricultura y la continua explotación maderera con talas insuficientemente controladas, fue rebajando el volumen del bosque. Este proceso de desforestación se produce de forma definitiva durante el s. XIX. Primero a raíz de la guerra antinapoleónica con el endeudamiento campesino y municipal, que obligaba a la venta y tala de bosques para pago de los impuestos y de deudas. Posteriormente, junto con el fin de la política de repoblación forestal; y después con las Guerras Carlistas y la desamortización que agravaron el problema y supusieron el triunfo definitivo de los agricultores frente al bosque. Este, consecuentemente, sufrió un gravísimo retroceso y perdió toda su importancia.