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Los Demos

El movimiento de los demos (Democracia para Euskal Herria) surgió en el año 2000 en Ipar Euskal Herria, a favor de la desobediencia civil, la oficialización del euskara, el departamento vasco y el acercamiento de los presos. Dieron a conocer sus reivindicaciones con actos espectaculares sin violencia. El movimiento desapareció en el año 2010.

El movimiento de los Demos surgió de la abreviatura de la reivindicación Democracia para Euskal Herria. Los miembros del movimiento eran conocidos como Demos. Promovió la desobediencia civil en Ipar Euskal Herria desde el año 2000 al 2003, con unos cien actos espectaculares. Según los Demos Francia hacia oídos sordos a las reivindicaciones de la "mayoría" de la sociedad de Ipar Euskal Herria, tal y como la creación de un departamento vasco, la oficialización del euskara, y el acercamiento de los presos. De este modo, según los Demos, Francia no respetaba la democracia en Ipar Euskal Herria. Por esa razón eligieron ese nombre para el movimiento.

Organizaron actos unidos a esas tres reivindicaciones; y en total, participaron 700 personas de un modo u otro. La primera acción la realizaron el 6 de enero del año 2000, delante de la cárcel de Baiona. Dos miembros del movimiento subieron a la pared, y el resto de miembros escribió con pintura "Democracia para Euskal Herria" en la pared. Cuando la policía intentó detenerlos, los Demos que pintaban la pared arrojaron pintura sobre los policías. De ese modo se hizo público el movimiento de los Demos. También reivindicaron varias veces el acercamiento de los presos vascos a Euskal Herria; subiéndose a las paredes de las cárceles francesas donde se encontraban presos vascos; también hicieron varias simulaciones de accidentes de tráfico.

Demostraron desde el comienzo sus principios: además de reivindicar la democracia, el objetivo era hacer actos sin violencia. Gandhi, Luther King, Greenpeace y Confédération Paysanne eran sus modelos. El objetivo era organizar acciones lo mas simbólicas y espectaculares posibles, para así conseguir la "atención" de los ciudadanos.

Comenzaron con acciones relacionadas con el tema de los presos, pero más tarde hicieron acciones más espectaculares sobre el departamento vasco o el euskara. El 14 de marzo del año 2000, 26 miembros del movimiento entraron al Consejo General de Pau del departamento de los Pirineos Atlánticos, y robaron 26 sillas de la sala de reuniones; unos días más tarde las llevaron a Baiona, a un acto público. De ese modo quisieron demostrar que 26 electos eran de Ipar Euskal Herria, y que esas 26 sillas pertenecían al supuesto departamento vasco.

También hicieron una acción parecida en Pau, en el archivo de los Pirineos Atlánticos, en junio del mismo año. Sacaron los documentos de Ipar Euskal Herria; pero la policía llegó enseguida y devolvieron los documentos al Archivo. Pero los Demos se quedaron con las actas de la Asamblea de Lapurdi (Lapurdiko Biltzarra). En ese libro se recoge que la Asamblea de Lapurdi pidió en 1789, en la época de la Revolución Francesa, el departamento vasco. De ese modo quisieron demostrar que la reivindicación por un departamento propio tiene más de 200 años. El segundo objetivo de aquella acción fue la reivindicación de un archivo propio en Ipar Euskal Herria. Los Demos prometieron que hasta que no hubiera un archivo propio no devolverían las actas de la Asamblea de Lapurdi. Aquella reivindicación tenía el apoyo del mundo de la cultura y de los electos. Finalmente en el año 2010 se inauguró el Archivo de Baiona. Los Demos devolvieron el libro de actas de la Asamblea de Lapurdi en junio del 2010, y anunciaron con una celebración la desaparición del movimiento.

En lo que se refiere al tema del euskara, los Demos se dieron a conocer por la campaña que hicieron dirigida a la compañía SNCF, que gestiona el tráfico de ferrocarriles en Francia. Reivindicaron sitio para el euskara en las estaciones de tren; como por ejemplo que las señales y los mensajes de megafonía fueran bilingües. En el año 2001 se reunieron con los sindicatos de SNCF para saber si esa reivindicación era posible. Más tarde pidieron una cita con los directivos de Ipar Euskal Herria de la compañía SNCF, pero denunciaron no haber recibido ninguna respuesta. En 2001 comenzaron con las primeras acciones. El 22 de abril, 50 personas pusieron las señales en dos idiomas, pegando las palabras en euskara al lado de las de francés.

Después de aquella acción consiguieron una reunión con los directores de SNCF, pero su respuesta fue un no rotundo, argumentando que los viajeros de Ipar Euskal Herria entendían el francés, y que sumando un segundo idioma a las señales se entorpecía la lectura. Además, respondieron que en el caso de añadir un segundo idioma, añadirían el inglés.

Después de aquella respuesta, realizaron otro tipo de acciones, algunas en modo de teatro, en la misma estación, escenificando una taquilla, y ofreciendo el servicio en euskara. En otras ocasiones, varias personas se pusieron encima de las vías, cortando el paso a los ferrocarriles. También organizaron una manifestación reuniendo a unas 650 personas. También hicieron varios cortes de vías más, coincidiéndolas el mismo día en varios puntos de Ipar Euskal Herria a la vez. En otra ocasión quitaron la señal principal de la estación de Baiona, sustituyéndola por una bilingüe. Debido a esa acción detuvieron a cuatro personas y más tarde fueron juzgadas.

Aquel juicio transcurrió en Baiona el 7 de noviembre del 2002. Los acusados indicaron que querían hablar en euskara, y pidieron traductores. El juez no aceptó la petición, y entonces los acusados comenzaron a hablar en euskara. El juez no toleró esa situación y comenzaron los incidentes. La policía entró en la sala, para desalojarla. Ahuyentaron a la gente que se reunió fuera con gas. Fuera se habían concentrado caras conocidas del mundo del euskara, entre otros, varios miembros de Euskaltzaindia.

Los acusados recurrieron, y el juicio se celebró un mes más tarde, en el mismo juzgado. Cientos de personas mostraron su solidaridad con los acusados, y pidieron que se respetaran los derechos del euskara. En aquel juicio del 17 de diciembre del 2002, sucedió lo mismo que en el anterior; la policía vació la sala con gas, cuando los acusados comenzaron a hablar en euskara. Varias personas resultaron heridas en aquellos incidentes.

En 2002 comenzaron otra serie de acciones, robaron los bustos de Maiana símbolo de la Republica de los ayuntamientos de Ipar Euskal Herria. En todos los ayuntamientos se encuentra una estatua en honor a la República. Los Demos quitaron de varios pueblos aquel símbolo; argumentando que Francia no respetaba las bases de la República en Ipar Euskal Herria. Por una acción de ese tipo encarcelaron por cuatro meses a Nikolas Padrones.

Los Demos también vivieron la escisión desde casi sus comienzos. Los Demos surgieron en el ambiente del proceso de Lizarra-Garazi, aunque para cuando realizaron su primera acción ETA ya había roto el alto el fuego. En la misma época surgió la escisión dentro del partido Abertzaleen Batasuna (AB), cuando crearon el partido Batasuna. Los Demos, como Abertzaleen Batasuna, rechazaron la violencia, porque la base de su filosofía estaba en las acciones sin violencia. Aunque no estaban unidos a AB, varios miembros eran militantes del partido. De ese modo, los miembros que apoyaban a Batasuna y Segi dejaron el movimiento de los Demos.

En los años siguientes la actividad de los Demos se paralizó, no volvieron a aparecer en público hasta junio del año 2010, para anunciar su disolución. Sus reivindicaciones se quedaron sin cumplir, así como el departamento vasco, la oficialización del euskara o el acercamiento de los presos. En lo que se refiere al euskara, la campaña dirigida a SNCF, terminó sin logros, ya que la compañía no aceptó poner señales en euskara. Pero los Demos no hacen una valoración negativa de su actividad. El miembro de los Demos Peio Etxeberri-Aintxart hizo su valoración de este modo en el periódico Berria el año 2010:

"La intención no era que los demos consiguieran las reivindicaciones ellos solos. Sin embargo fue un aparato de comunicación impresionante para ayudar a esos movimientos sociales, para conseguir la aceptación de los ciudadanos. Hemos puesto unas piedras en un largo camino, las cuales han ayudado a otros movimientos. Hemos formado a militantes, quienes ahora siguen en otras dinámicas, movimientos, y ciclos de reflexión. Y eso para nosotros es muy positivo".

Según Etxeberri-Aintxart, esos militantes son algunos de los promotores de Euskal Herriko Laborantza Ganbera o el movimiento Batera.