Médecins

Landa Álvarez de Carballo, Nicasio

Militar, médico y escritor. Nació en Pamplona el 11 de octubre de 1831. Murió en Pamplona el 11 de abril de 1891.

Se licenció en Medicina y Cirugía en Madrid en 1854 recibiendo la investidura del doctorado el año siguiente. Entró por oposición en el Cuerpo de Sanidad Militar en 1855 y desempeñó interinamente en el instituto de Pamplona la cátedra de Historia Natural. Ascendió a segundo ayudante con destino al regimiento de Zaragoza y con éste partió a Madrid en 1858. Estuvo en la guerra de África, asistió a varios combates y prestó importantes servicios en ellos. Vuelto a Madrid ascendió en 1863 a primer ayudante. Ese mismo año se le destinó a asistir en Canarias a los atacados de fiebre amarilla. Terminada la epidemia, se incorporó a su batallón en Pamplona. Representó a España en la Conferencia Internacional de Ginebra en la que intervino prestigiosamente, y como fruto de ella introdujo la Asociación de la Cruz Roja. En la guerra franco-alemana abrió en Navarra una suscripción para los heridos y partió a conferenciar con el Comité Internacional de Ginebra, pasó a Basilea y al Gran Ducado de Badén y se detuvo en Calsrahe para asistir a los heridos de Francia.

En cuanto a su actuación político-cultural en Navarra, ya desde antes de la I República lo vemos participar, junto con P. Ilarregui, Obanos e Iturralde y Suit, en un proyecto de "asociación conservadora del vascuence" con ramificaciones en las tres provincias, entidad que no llegó a cuajar por los acontecimientos revolucionarios y la segunda guerra carlista. En esta contienda fue adscrito al ejército que operaba en el País Vasco, con actividad sobre todo en el hospital militar de Pamplona. Estuvo presente -según Granjel- entre otros hechos de armas, en las batallas de Arizala y Orokieta (1872), en la acción de Udabe y evacuando los heridos a los hospitales de Pamplona y Tafalla (1873).

En 1874 tuvo a su cargo las ambulancias de la Cruz Roja en Somorrostro y entró en Bilbao con el ejército liberal; en el transcurso de ese año asiste a los heridos acogidos en los centros asistenciales creados en Miranda de Ebro, Estella, Olite, Tafalla y en el hospital de Pamplona y con esta actuación se hizo merecedor de la medalla de libertador de Bilbao que se otorgó a quienes se distinguieron en la contienda civil y que él recibió en 1877. Finalizada la guerra se le envió oficialmente al Congreso médico-militar internacional de París: dos años después visitó Francia e Inglaterra con objeto de estudiar el manejo del material sanitario. Acudió al Congreso del Instituto de Derecho Internacional de Oxford siendo uno de los ponentes para la redacción del Manual de las leyes de guerra. Alcanzó como médico militar la graduación de coronel, llegando a dirigir la Subinspección de Sanidad militar de Navarra.

Ostentaba los siguientes títulos y condecoraciones: director-subinspector jefe de Sanidad Militar del distrito de Navarra, inspector general de la Asociación Internacional de la Cruz Roja en España, individuo de número del Instituto de Derecho Internacional, corresponsal de las Reales Academias españolas de Medicina, de la Lengua y de la Historia y de la Real de Medicina de Palermo, presidente honorario de la Etnográfica de la Gironda, vice-presidente de la Sociedad de Salvamentos de náufragos de París y Lyon, laureado por el Instituto Médico Valenciano, comendador de la Real Orden Americana de Isabel la Católica, caballero de la real y distinguida Orden de Carlos III, de la Inclita y Militar de San Juan de Jerusalén, del Águila Roja de Prusia y del Mérito Militar, benemérito de la Patria, condecorado con la Cruz de Beneficencia, la de Epidemias y la de Emulación científica de Sanidad Militar.

En Navarra se comportó como encendido vascófilo figurando como cofundador de la Revista Euskara en la que escribe sobre temas literarios y, no solamente en la revista de la Asociación, sino también en Euskal-Erria de San Sebastián. Escribe también sobre antropología vasca. Era miembro de la Comisión de Monumentos de Navarra y colaboró en El Ateneo de Pamplona, en La Ilustración de Navarra y en la efímera Revista del Reino de Navarra. Poco más tarde publica un librito sobre Los primeros cristianos de Pompeyópolis. Sus demás libros tratan de temas sociales, la guerra y el derecho, sanidad militar, alcoholismo, Cruz Roja, etc. Ref. Pérez Goyena: Ensayo de Bibliografía Navarra; Granjel: Historia de la medicina vasca, Salamanca, 1983, p. 229.