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Historia del Arte

Las creaciones artísticas más antiguas que se conservan del período prehistórico en Euskal Herria pertenecen al Paleolítico superior y son la decoración de utensilios, primero de piedra y luego de madera y de hueso, y las pinturas rupestres. Más tarde, con la llegada del Neolítico, aparecieron soportes como la cerámica y nuevas formas de expresión como las construcciones megalíticas, realizadas a base de grandes bloques de piedra. Posteriormente, con los metales, nacieron los primeros poblados; estas manifestaciones artísticas también se crearon y se desarrollaron en Euskal Herria, pero al igual que ocurrió con los avances en las formas de vida, en este territorio también llegaron con retraso y procedentes del interior de Europa, de sus áreas septentrional y oriental. Además, desde este período se comienzan a vislumbrar diferentes grados de desarrollo dependiendo de las zonas; así, mientras que el arte paleolítico y mesolítico se desarrolló, principalmente, en el área septentrional, el neolítico y el arte relacionado con la Edad de los Metales, en cambio, alcanzaron una mayor influencia en el área meridional de Euskal Herria.

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En Euskal Herria, la mayoría de los restos que se conservan de este período inicial de la historia del arte proceden de la fase final del Paleolítico Superior y, aunque no son muy abundantes, sí son significativos e importantes en el contexto europeo del momento. Las cuatro cuevas con restos más importantes en Euskal Herria son las de Arenaza en Galdames (Bizkaia), Santimamiñe en Kortezubi (Bizkaia), Altxerri en Aia (Gipuzkoa) y, sobre todo, Ekain en Deba (Gipuzkoa), que conforma junto con la de Altamira en Santillana del Mar (Cantabria), uno de los principales conjuntos de pintura rupestre de Europa Occidental. En cuanto a los relieves, los mejores ejemplos de figuras grabadas en cuevas se encuentran en las cuevas de Akerdi en Urdax (Navarra) y en Isturitz (Nafarroa Behera).

Sin embargo, las creaciones artísticas más representativas de este período en el territorio de Euskal Herria fueron las construcciones megalíticas, tanto por su número y variedad -dolmen, crónlech y menhir- y su prolongación en el tiempo -ya que se continuaron realizando incluso en la Edad de los Metales-,

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como por ser las primeras construcciones arquitectónicas que encontramos en las que existe un concepto del espacio predeterminado y su diseño está concebido con un objetivo, más que práctico, simbólico. Este tipo de construcciones llegaron desde el norte de Europa y estuvieron relacionadas con nuevas formas de vida vinculadas al pastoreo.

Finalmente, con la Edad de los Metales llegaron grandes cambios, y es que su descubrimiento y su aplicación supusieron un gran avance en todos los campos de la actividad humana, destacando entre ellos, la aparición del comercio y la creación de las primeras poblaciones. Como testimonio de los poblados, sólo se han encontrado restos en la zona meridional del territorio de Euskal Herria, y los mejores conservados son el poblado de Alto de la Cruz de Cortes en Navarra y el de La Hoya en Biasteri (Álava).