Syndicats

HIRU

Euskal Herriko Garraiolarien Sindikatua - Sindicato de transportistas vascos

Frente al modelo alemán e italiano, en el que los transportistas están organizados en grandes cooperativas y consorcios o son asalariados de grandes multinacionales del transporte, el sector del transporte de mercancías por carretera en Hego Euskal Herria se ha articulado en base a profesionales que bien optan voluntariamente por trabajar como autónomos en el sector con el ánimo de gestionar de forma independiente su trabajo, y otros a los que en la década de los 80-90, con el objetivo de abaratar sus costes sociales, las grandes empresas de transporte para las que trabajaban como asalariados obligan a pasar al régimen de autónomos. Ante los problemas derivados de esta estructura laboral, que se asienta en principios profundamente individuales y que limita los derechos laborales (no reconocimiento de las enfermedades profesionales, falta de reconocimiento de los fallecimientos en accidentes como siniestro laboral, imposibilidad para que la seguridad permita a los transportistas coger bajas por enfermedad), y considerando que el trabajo en este sector es "un servicio público y que paga muchos millones en impuestos sin que reviertan en el sector" (Hiru, febrero 2002), a comienzos de la década de los noventa surgirán tres sindicatos en los territorios históricos de la CAPV (Sintraraba, Sindicato de transportistas de Araba; Sintrabi, Sindicato de transportistas de Bizkaia; y Sintragi, Sindicato de transportistas de Gipuzkoa).

Desde el 24 de octubre de 1991 hasta 2002, estos tres sindicatos estarán vinculados en la Federación Hiru, colectivo que a mediados de 2002 se transforma en Sindicato Unitario, no sin graves conflictos internos previos, que derivan en la expulsión de Sintrabi de la Federación. Tras el surgimiento de la estructura sindical unitaria, Sintraraba y Sintragi desaparecen para conformar Hiru Araba e HIRU Gipuzkoa respectivamente. Tras la expulsión de Sintrabi de la Federación, cinco meses después, nace HIRU Bizkaia. En marzo de 2003, estos tres sindicatos celebran su I Asamblea nacional que supone el acta fundacional de la nueva estructura. En junio, finalmente, surge Hiru Nafarroa. Actualmente Hiru cuenta con alrededor de 1.000 afiliados en Hego e Ipar Euskal Herria.

Como apuntábamos, el origen de la federación Hiru se encuentra en la necesidad de "disponer de una organización que defendiese los intereses de los transportistas autónomos en los tres territorios históricos" (Hiru, mayo 2002). En palabras de Julian Diaz de Zerio, presidente de Hiru durante ese periodo "si los transportistas autónomos somos una mayoría aplastante en el sector, si el transporte es imprescindible para que funcione la actividad industrial y si somos poseedores de la herramienta material y humana para que funcione, no podemos seguir siendo animales de carga si derechos y sin calidad de vida" (Hiru, febrero 2002).

Esta lógica de acción federal se profundiza en 2000 con la creación de un organismo de coordinación, la interjunta, que reúne delegaciones de cada una de las juntas sindicales. Así, paulatinamente, va calando en el conjunto de la afiliación y los cuadros organizativos la necesidad de profundizar esta lógica tendiendo a la creación de un Sindicato unitario de transportistas autónomos de Euskal Herria. En cualquiera de los casos, en 2002, como consecuencia del procedimiento abierto en 1998 por el Tribunal Español de la Competencia contra Sintrabi, por "presuntas prácticas coercitivas y de concertación en el mercado de transportes" del Puerto de Bilbao, acaba sancionando a esta central con una multa de 200 millones de pesetas. A juicio de las otras dos centrales, el hecho de que la dirección de Sintrabi no informase a la afiliación de esta grave situación, ni al resto de colectivos de la federación, explica que la Federación (con los votos favorables de las centrales de Araba y Gipuzkoa) decida incoar un expediente sancionador contra el sindicato vizcaíno, que finaliza con la expulsión de Sintrabi de Hiru. Por su parte, Sintrabi reacciona acusando a Hiru de tener objetivos políticos ocultos. Así, las cosas, durante el primer semestre de 2002, un grupo de sindicalistas de Sintrabi comienzan a organizarse para crear el sindicato Hiru en Bizkaia, no sin denunciar las presiones recibidas por miembros del otro sindicato y la patronal.

Previamente, como hemos apuntado, la interjunta había llegado a un acuerdo sobre el diagnóstico de la situación, así como sobre las líneas generales de lo que debía ser la estructura sindical unitaria. De una parte, consideran que la federación, gracias a su trabajo, había convertido a Hiru en una referencia conocida y reconocida tanto en el sector como por parte de la ciudadanía; razón por la cual se consideraba que la realidad reforzaba la aspiración y la necesidad de impulsar el proyecto de construcción de un sindicato unitario. En consecuencia, la interjunta considera que "Hiru es el único foro que debe diseñar las relaciones con las distintas administraciones de la CAV, los cargadores, partidos políticos, sindicatos, organizaciones sociales y prensa, así como cualquier decisión que se refiera a la actuación en temas externos a Euskal Herria" (Hiru, mayo 2002).

Durante estas reuniones, además, diseñan los principios generales del sindicato, que son refrendados en su Asamblea constituyente. Así, Hiru se define como un sindicato, dando valor al trabajo colectivo, con vocación de agente socio-económico capaz de incidir en este ámbito y en la sociedad; democrático, basándose en la transparencia, fomentando la relación entre las estructuras y la afiliación; participativo, estableciendo canales de información, consulta, debate y discusión; evolutivo, capaz de prever la evolución del sector del transporte, la economía y la sociedad; progresista, promoviendo la implicación "con la mayoría social" y reivindicando la justicia social; solidario, rechazando su configuración como agrupación de intereses o como colectivo de empresarios, sino de trabajadores; euskaltzale, dejando constancia de su compromiso por la promoción del euskera.

De igual forma, ya desde este momento se prefigura una de las líneas de trabajo posteriores del sindicato, que se va a concretar en su participación junto al resto de formaciones que conforman la mayoría sindical vasca en cuestiones que, trascendiendo el ámbito laboral, se incardinan en preocupaciones socio-políticas de la sociedad vasca. Así, Hiru se define como "impulsor o colaborador de vías pacificadoras, basado en el respeto de los derechos de la voluntad popular y su reconocimiento" (ibid).

En su I Asamblea Nacional, Hiru también define sus órganos directivos, conformados por el Biltzar Nagusia, Konferentzia Nazionala, Batzorde Ejecutivo, y Secretario General. El Biltzar nagusia es el máximo órgano de debate y decisión y se conforma por todos los delegados territoriales y sectoriales. Su función es marcar las líneas de actuación del sindicato en el ámbito social y político, así como de intervención en el sector. Sus componentes eligen la Conferencia Nacional y el Batzorde Ejecutivo. El primero es el encargado de resolver los conflictos internos y hacer seguimiento al Batzorde Ejecutivo. Este, por su parte, es el órgano de ejecución de las decisiones del Biltzar Nagusia, teniendo además la responsabilidad de la economía y el funcionamiento diario del sindicato. Finalmente el Idazkari Nagusia debe ser un transportista euskaldun, "capaz de representarnos con dignidad donde queramos estar presentes y que conduzca habitualmente su camión" (Hiru, abril, 2003).

Tras su articulación a nivel de Hego Euskal Herria, Hiru va a desarrollar una serie de campañas de denuncia de las condiciones laborales de los transportistas, especialmente concretada en concentraciones de la mayoría sindical vasca como respuesta a las muertes provocadas por accidentes de tráfico, que convierten a este sector en uno de los más afectados por los accidentes laborales. En paralelo, Hiru denuncia las tasas que se aplican en países de la Unión Europea, o aquellas que aplican las instituciones vascas, razón por la cuál esta central se convierte en uno de los referentes de campañas como la desarrollada para acabar con los peajes en la A8 o en otras vías.

En este sentido, Hiru plantea una serie de reivindicaciones concretas: mejora de las infraestructuras viales como forma de reducir la siniestralidad; reconocimiento de las enfermedades profesionales y accidentes laborales, reclamando que se equipare con el régimen general de la Seguridad Social a los transportistas autónomos; demanda de una jornada de 35 horas que evite la auto-explotación y mejore la calidad de vida "sabiendo que, no solo en una curva, sino en una recta, se puede ir todo al garete" (Hiru, octubre, 2002); reducción del impuesto de carburante o demanda para que éste repercuta en mejoras o en la jubilación del transportista; jubilación a los 60 años y voluntaria a los 55; políticas fiscales y de transporte que favorezcan al sector; participación de los transportistas en las decisiones que les afecten; y no discriminación del transporte ligero respecto al pesado en materia de gasóleo profesional.

En paralelo, como apuntábamos, especialmente a partir de 2003, Hiru va a participar en las dinámicas de la mayoría sindical vasca, tanto en cuestiones laborales (huelgas, concentraciones de denuncia, marchas), como en cuestiones socio-políticas (denuncia del cierre de Egunkaria, participación en las dinámicas contra el TAV, denuncia de ilegalizaciones, etc..,).

Estrechamente vinculada con Hiru, dado que son sus afiliados quienes la ponen en marcha, aunque con total autonomía, surge en 1998 Bideko Aterpea, cooperativa de transportistas que trata de prestar servicios como suministro de carburantes a menores costos, facilitación y obtención de beneficios económicos en la compra de camiones e incluso gestión de compra cooperativa de medios de transporte al objeto de abaratar los costes. Esta experiencia, exitosa, se amplía a Langraitz, Galar y Oiartzun. Asimismo, en 2005 otro grupo de transportistas afiliados a HIRU ponen en marcha el autoseguro Babesa, una EPSV dirigida y formada únicamente por transportistas, que oferta sólo seguros a todo riesgo para autónomos y que reparte los beneficios obtenidos entre los socios. Asimismo, en 2007 los afiliados de HIRU ponen en marcha la comercializadora GAKOA, con el objetivo de eliminar a los intermediarios de la gestión y del transporte, y que el beneficio total de su trabajo sea para el transportista autónomo.

Por su parte, Hiru ofrece amplios servicios a sus afiliados, como asesoría fiscal y laboral, gestoría, asesoría jurídica, centro de formación, mecanismos para el ahorro de costes, etc..

En 2008 el Servicio Vasco de Defensa de la Competencia incoa un expediente sancionador contra Hiru y acusa al sindicato de llevar a cabo una "recomendación colectiva de subida de precios". Concretamente, el origen está en una rueda de prensa convocada por esta central el 21 de enero de 2008, en el que reclamaban "la necesidad de aplicar un precio justo por su trabajo para seguir sobreviviendo" (Hiru, junio, 2008). La sanción por estos hechos, marcada en la ley es una multa de entre 100.000 y 10 millones de euros, lo que abocaba directamente a la desaparición del sindicato. Éste, por su parte, se declarará culpable. Pero "culpable de exigir que los transportistas trabajen con dignidad y no se maten en carretera" (Hiru, febrero, 2009). Ante esta amenaza, el resto de centrales sindicales vascas (ELA, LAB, CCOO, UGT, STEE-EILAS, ESK,EHNE) denuncian la actuación del Gobierno Vasco y se movilizan en defensa de Hiru. Tres miembros de la Ejecutiva del sindicato se declaran en huelga de hambre, contando con el apoyo de formaciones como EA, Aralar o la izquierda abertzale. Finalmente, el sindicato de transportistas llega a un acuerdo con el Tribunal Vasco de Defensa de la Competencia y será sancionado con una multa de 25.000 euros, a pesar de que el propio tribunal reconoce que el objetivo del sindicato fue informar a sus afiliados.

La actividad del sindicato Hiru durante los últimos años se ha centrado en la defensa del futuro del sector vasco del transporte articulado en base a los autónomos, la denuncia de modelos empresariales como las falsas cooperativas de transporte que precarizan el sector, la oposición frente al copago de las infraestructuras, la lucha contra la precariedad laboral que está detrás de los accidentes laborales, y la defensa de unos precios dignos en el transporte, entre otras. Además participa junto con agentes políticos, sociales y sindicales en todas aquellas iniciativas encaminadas a la superación del conflicto político que vive Euskal Herria por medio del diálogo y la negociación, y por la consecución de un nuevo modelo social y económico justo y solidario.