Monarchie et Noblesse

Enrique I de Navarra, El Gordo

Rey de Navarra (1270 a 1274).

Hijo del monarca Teobaldo I con su tercera mujer, Margarita de Borbón-Dampierre, y hermano del monarca navarro Teobaldo II (1253-1270). Es conocido con el sobrenombre de "el Gordo".

Antes de llegar al trono, su hermano el rey Teobaldo II, sin hijos propios, proyectó el matrimonio de Enrique con Constanza de Béarn, hija de Gastón VII de Béarn, pero los tratos y las negociaciones entabladas para llevar a cabo el enlace fracasaron. Enrique se hallaba entonces vinculado afectivamente a una mujer de la casa bajonavarra de Lacarra, con la cual tuvo un hijo, Juan Enríquez de Lacarra, y ante la negativa de Enrique a contraer matrimonio con Constanza fue expulsado de la Corte y del reino. A los pocos años Enrique cedió a los propósitos de su hermano y en 1269 se prometió a Blanca de Artois, condesa de Ronay, Brie y Champagne. Blanca, con la que contrajo matrimonio ese mismo año, era hija de Roberto de Artois y sobrina del monarca francés Luis IX, también llamado "San Luis".

El año 1270 Enrique sustituyó a su hermano como gobernador del reino durante la ausencia de éste en la cruzada a Túnez, cruzada que protagonizó junto con Luis IX. Teobaldo II falleció ese mismo año, al regreso de la expedición, y al no dejar descendencia Enrique le sucedió en el trono. Fue oficialmente proclamado rey el 1 de marzo de 1271 y comenzó su reinado con 21 años de edad.

Al igual que sus predecesores, Enrique I juró guardar los fueros. Envió cartas a prelados y villas para comunicarles que juraba anular o deshacer los daños injustamente realizados desde el tiempo de los Teobaldos y de Sancho "el Fuerte" y, por otro lado, que conservaría el valor de la moneda por 12 años. El nuevo monarca juró guardar ordenanzas y privilegios a las villas de Pamplona, Estella, Tudela, Viana, Puente la Reina, Villafranca, Laguardia, Monreal, Tafalla y Los Arcos.

Después de prestar estos juramentos y al mes de comenzar su reinado, Enrique I viajó a Francia para rendir homenaje al monarca francés por sus dominios en Champaña. En estos momentos reinaba en Francia Felipe III "el Atrevido", sucesor de Luis IX, fallecido también en la cruzada a Túnez. La estancia del rey navarro en territorio francés se prolongó alrededor de unos siete meses, y durante este tiempo dejó como lugarteniente real al senescal Roldán Pérez de Eransus. Durante su segunda estancia en Champaña y en la corte de París, estancia de la que regresó al año y medio, el lugarteniente real fue Pedro Sánchez de Monteagudo. Mientras Enrique I fue monarca, el tiempo que permaneció en Francia fue mayor que el que estuvo presente en el reino de Navarra.

En septiembre del año 1272 Enrique I estableció una alianza con el rey Alfonso X de Castilla en la que ambos se prometieron ayuda mutua contra terceros poderes. En el caso del rey de Castilla esta alianza tendría validez siempre y cuando el enemigo de Navarra no fuese el rey de Aragón y su hijo Pedro, y en el caso de Navarra, en el caso de que no fuese el rey de Francia y su hijo primogénito. Igualmente los dos monarcas concertaron el matrimonio de Teobaldo, primogénito de Enrique I, con Yolante (Violante), hija de Alfonso X, si bien, el matrimonio no llegó a efectuarse porque al año siguiente el infante Teobaldo, todavía en edad de lactancia, murió en Estella al caer de una de las torres del castillo del lugar.

Posteriormente las relaciones entre Navarra y Castilla se deterioraron y, en estas circunstancias, se produjo una rebelión nobiliaria contra Alfonso X dirigida por el infante Felipe, hijo de San Fernando y hermano del rey Alfonso. El infante y los nobles castellanos descontentos acudieron al rey navarro para que interviniese en favor de ellos y se acercaron hasta Tudela para prestarle homenaje. Estos nobles eran Juan Núñez de Lara, Alvar Díaz, Lope Díaz de Haro, Nuño González de Lara y Nuño González su hijo. En dicho homenaje se obligaban a ayudar al monarca navarro en el caso de que Alfonso de Castilla quisiese invadir Navarra y a no hacer pactos con el rey castellano sin su consentimiento. A cambio solicitaban una serie de condiciones al rey navarro, pero en seguida Alfonso X inició las negociaciones con estos nobles, los cuales volvieron a prestar fidelidad a la monarquía castellana. Con el retorno de las alianzas hacia Alfonso X, el monarca navarro perdía la posibilidad de recuperar los territorios del reino que los monarcas castellanos habían incorporado a sus dominios.

Los autores disienten sobre la fecha en la que estos nobles se aproximaron al monarca navarro; mientras algunos autores como José María Lacarra señalan que llegaron a Tudela para prestar homenaje a Enrique I en enero del año 1274, otros autores como Javier Zabalo opinan que los homenajes se realizaron en 1273, estando el rey ausente en Champaña. Zabalo cree que la discrepancia en torno a la fecha se debe al sistema de datación de los documentos, y argumenta que el homenaje debió producirse en el año 1273 debido a que a mediados de este año los nobles descontentos ya se habían reconciliado con el rey castellano.

El 30 de noviembre de 1273 el rey de Navarra ajustó el matrimonio de su hija Juana con Enrique, hijo primogénito del rey Eduardo I de Inglaterra. El enlace se establecía bajo las siguientes condiciones: si el rey de Navarra moría sin hijos varones, su hija Juana le sucedería en el reino, en los condados de Champaña y Bria y en todos sus bienes. En el caso de tener más hijas y no hijos varones, Juana también sería heredera del reino y los condados, compartiendo con sus hermanas conforme al fuero y costumbre, los feudos de las iglesias y otros bienes. En el caso de que el rey Enrique tuviese uno o más hijos varones, daría al rey de Inglaterra 40.000 libras tornesas en dote de su hija; 20.000 en el día de la boda y las otras 20.000 dentro del siguiente año. Eduardo I por su parte, daría a su hijo las tierras vascas continentales tal como las recibió de su padre Enrique III.

Eduardo I, envuelto en contiendas en Gales y Escocia, con la necesidad de aplacar levantamientos feudales en las tierras vascas, y en vistas de reanudar la guerra contra el rey de Francia, pretendía llevar a cabo un acercamiento a la monarquía navarra, al igual que habían realizado sus antecesores.

Con este acercamiento el rey de Navarra ganaba un poderoso aliado, no obstante, Enrique I anteponía su relación con el rey de Francia. Su alianza con el monarca inglés se efectuaba con la excepción por parte del monarca navarro de no actuar contra el rey de Francia, e incluso sometía el matrimonio de su hija Juana con el príncipe Enrique al consentimiento del monarca francés. Finalmente la boda entre las dos casas reales no llegó a celebrarse.

El rey Enrique murió en Pamplona el 22 de julio de 1274, con la edad de 25 años. Dejó como heredera a su hija Juana, que contaba con un año y medio de edad, y su mujer Dª Blanca hizo las veces de regente hasta que Juana cumplió los 14 años.