Sculpteurs

Carrera, Ramón

Escultor nacido el 26 de enero de 1935 en Madrid. En el año 1943 se traslada a Bilbao, donde participa activamente en la vida artística de la ciudad.

En 1953 recibe el primer premio de modelado de la Escuela de Artes y Oficios de Bilbao y en 1954 la mención especial de modelado en la misma escuela. En 1959 realiza su primera exposición Dos pintores y un escultor en la Asociación Artística Vizcaína. Un año después trabaja en París en el taller de Alicia Peñalba, premio de la Bienal de Sao Paulo. En 1961 se traslada a Londres y tres años después regresa a Bilbao. En 1966 participa en la fundación del Grupo Emen de la Escuela Vasca, junto a Agustín Ibarrola, Mari Dapena y Vicente Larrea, entre otros. Su obra es seleccionada en importantes certámenes como Encuentros de Pamplona (1972), Segunda Muestra de Artes Plásticas de Baracaldo (1973), Mostra D'Art Realitat en Barcelona (1974), Bienal Internacional del deporte en las Bellas Artes en Barcelona (1975) o Arteder, Bilbao (1981). Entre 1981 y 1985 es profesor de escultura de la Facultad de Bellas Artes de Bilbao. Su primera individual tiene lugar en la Galería Mikeldi de Bilbao en 1972, le suceden muestras de escultura en la Ciudadela de Pamplona (1974), Galería Aritza de Bilbao (1976), Galería Tótem de Barcelona (1977), Galería Windsor, Aula de Cultura de la C.A.M. de Bilbao y Casa Municipal de Cultura de Ondarroa (1981), Sala de Cultura de Okendo (1989) y Windsor Kulturgintza de Bilbao (2003), donde muestra una retrospectiva con las obras efectuadas entre 1970 y 1980.

Participa en colectivas como Arte Vasco en Barakaldo (1971), Arte Vasco en Tolosa (1972 y en 1973), Exposición homenaje al pintor Millares en la Galería Aritza de Bilbao (1973), Exposición homenaje al Padre Barandiaran en Ataun, Gipuzkoa (1973), Exposición homenaje a Joan Miró en Palma de Mallorca (1973), Escultura Vasca en Mondragón (1977), Escultura Vasca en Hondarribia (1977), Euskal Arte' 78 en el Aula de Cultura de la Caja de Ahorros Municipal de Bilbao (1978), Euskal Arte Gaur en Segura, Gipuzkoa (1980), Galería Windsor de Bilbao (1981), Aula de Cultura de la Caja de Ahorros Municipal de Bilbao (1981), Arte Vizcaya en Bilbao (1987), Exposición homenaje a Jorge Oteiza en Vitoria (1988), Arte y Artistas Vascos en los 60 en el Koldo Mitxelena de San Sebastián (1995) o Arco 2004 en Madrid, donde acude de la mano de la Galería Windsor Kulturgintza de Bilbao.

Sus obras están presentes en las colecciones del Museo de Bellas Artes de Bilbao, Museo de la Solidaridad de Chile, Polideportivo de Barakaldo, Polideportivo de Fadura, Ciudadela de Pamplona, Universidad de Deusto y colecciones privadas.

Laureano Muñoz Viñarás define así la obra del escultor en el diario "Hierro" (8-12-1973):

"Una muestra mucho más unitaria que la anterior, limitada en la presente ocasión al hierro; mucho más centrada de concepto, y con una mayor coherencia entre éste y las posibilidades formales del material: ya provocando la tersa, tactilidad del pulimentado, ya aprovechando las calidades varias de la áspera textura que, en la fundición, crea la arena en la superficie de los bloques, enriquecida plásticamente por el carácter peculiar de la oxidación.

Por otra parte, el interés de la investigación de Carrera se centra en la búsqueda de una especie de sugestiva dialéctica, de un no interrumpido diálogo entre las partes esenciales de la obra, por igual comprometidas en, un activo -cinético- diálogo de complementarios, en una exigencia totalizadora que respete el valor "personal" de los elementos en juego: volumen y hueco, cóncavo y convexo, aplomada densidad y ansia de fuga, estatismo y dinamicidad; la llamada clásica de las formas que pesan y la incitación -barroca- de las formas que vuelan, que se desarrollan entremezclándose o que incluso se desparraman como extrañas plantas metálicas que extienden al aire las cortantes aristas de sus ramas".

Es mismo año, 1973 el artista declara en una entrevista realizada por M. J. Gandariasbeitia en La Gaceta del Norte (1-12-73):

"El escultor a lo que siempre aspira es a la calle, para alcanzar esa comunicación entre el paisaje y la obra. Si no es un fracaso, porque se trata de hacer participar al espacio y transformarlo" Según Xabier Sáenz de Gorbea: "Le interesa mostrar las férreas raíces de Bizkaia, una zona cuya tradición e historia ha estado unida al hierro, material a partir del que ha ido modelando buena parte de su identidad. La obra de Carrera parte de referentes informales, azarosos y rotundamente expresionistas, entre lo geométrico y lo orgánico. Acumula planos y crea tensiones o realiza unas descomposiciones geométricas. Asimismo, hay que destacar el interactivo trabajo de desgajamiento y movilidad de las formas mediante los sistemas de rotación y traslación sobre uno o varios ejes, lo que permite cierres y aperturas en una obra cuya observación siempre es distinta. El proceso culmina con una serie de esculturas vaciadas, en las que el espacio queda alojado en el interior. Ahora, la pieza se produce a partir de volúmenes ortogonales como un cubo o un prisma, que son horadados internamente y descompuestos corrosivamente mediante distintos canales, creándose un rico contraste entre lo geométrico y lo orgánico, el orden exterior y el caos interior. Unos diálogos que provocan un complejo juego de luces y sombras en superficies que absorben y reflejan la luz." ("Deia". Igandea, 10-10-2003).