Peintres

García Alegría, Fernando

Pintor. Nacido en Bilbao el 28 de octubre de 1896, muere en su ciudad natal el 26 de enero de 1952.

Cuando contaba catorce años de edad se traslada con su familia a la República Argentina. Comienza a pintar en Buenos Aires en el año 1915 y reside algún tiempo en París, donde realizó una importante exposición. Según Flores Kaperotxipi fue un gran colorista moderno y clásico. En 1918 regresó a la capital vizcaína. Pertenece a la Asociación de Artistas Vascos en cuya sede expone individualmente en 1916, 1918, 1924, 1926, 1927, 1931 y 1934. Asimismo participa en las más importantes colectivas como la Exposición Internacional de Pintura y Escultura, celebrada en Bilbao (1919), Exposición Hispano Francesa de Zaragoza (1919), la I Exposición de Artistas Vascongados (Museo de Arte Moderno de Bilbao, 1926), Artistas Vascos de San Sebastián (1928), Exposición-Subasta de la A.A.V. (1929), Segunda Exposición de Artistas Vascongados de Bilbao (1932), Artistas Vascos en las Salas Layetanas de Barcelona (1933) y III Exposición de Artistas Vascongados de Bilbao (1934), presentando muchas obras con temática parisina y de gitanos. En Madrid, donde vivió un tiempo en los años veinte y entre 1934 y 1939, expuso en los salones del Heraldo, Ediciones Inchausti (1935) y sala Marabini (1949), así como concurrió a las siguientes exposiciones: Exposición Nacional de Bellas Artes (1922), presentando el cuadro titulado Desnudo; Exposición Nacional de Bellas Artes (1924), con la obra La dama del abanico; Exposición de Artistas Ibéricos (1925) y I Exposición Hispanoamericana de Arte (1951), presentando su cuadro Figuras de ballet. Después de la guerra expone en la Sala Arte (1940), sala Alonso (1944), ambas de Bilbao, Aranaz-Darras de San Sebastián (1950) y de nuevo en Arte de Bilbao (1951). En 1952, realizó una nueva presentación en la Sala Arte, cuya clausura se produjo seis días antes de su muerte.

Desarrolla, según E. M. Aguirre, "emociones literarias más que consideraciones esencialmente plásticas" (E, M. Aguirre, La tarde, 4-4-1924). Los lugares de su formación le influyen en su manera de afrontar el hecho artístico. De América trajo un gusto por el color que le llevó a utilizar tonos más calientes, contrastes muy luminosos y acordes algo chirriantes. Francia le aporta el conocimiento del arte moderno y con ello una actitud innovadora que comparte con otros autores vascos del momento. Le interesa plasmar temas exóticos los cuales tradujo desde una perspectiva algo simbolista. En un libro de memorias personales, su hija María Nieves García recuerda las frases que le dedica la revista Blanco y Negro: "... fino artista de exquisita sensibilidad, extraordinaria originalidad e indiscutible buen gusto". Noctámbulo bohemio, supo llevar a su obra algunas de las turbulencias de la noche, los cafés y las mujeres estilizadas.

  • GARCÍA, María Nieves. Memorias de la hija de un artista. Ed. La Gran Enciclopedia Vasca, Bilbao. 1985.