Marins

Arbolancha, Pedro de

Célebre naviero bilbaíno de finales del siglo XV y principios del XVI.

En los documentos coetáneos lo llaman "hombre de negocios y curial en la Corte". Traficó con América desde 1496 a 1514, durante 18 años. Es de los primeros vascos que comerciaron con las islas recién descubiertas y tenía su solar en Albia. La biografía completa de este ilustre vizcaíno está aún por hacerse, presumiéndose que el archivo de Indias encerrará valiosos datos. Los grandes servicios que prestó personalmente con su flota se reflejan en la alta estima que gozaba en la Corte. Fragmentos de la vida de Arbolancha son consignadas por Herrera en su prestigiosa "Historia general de los hechos de los castellanos en las Islas y Tierra Firme del Mar Océano". La vida de este inquieto vasco se repartió entre Bilbao, Sevilla, la Corte e Indias, guiando muchas veces personalmente sus expediciones transoceánicas. Probablemente de 1496 a 1501 Arbolancha está dedicado de lleno a sus actividades comerciales de ultramar al amparo de provisiones reales que eximían de derechos los artículos objeto de tráfico. En 1501 Cristóbal de Cuellar, copero del Rey, fue nombrado Contador General de la isla Española (Santo Domingo) y Arbolancha oficial de dicho funcionario.

Poseyó en la citada isla un repartimiento de 50 indios y otras prebendas. Se señala su viaje oficial a España el año 1511, enviado por el gobernador Diego Colón y los oficiales de la Española como informador de los asuntos de Indias ante el Rey, pero se cree que realizó otros viajes. Llegó a Sevilla con dos navíos a primeros de Julio de 1511 o antes, enfermo. La información principal que traía se refería a las divisiones originadas entre los primeros colonos del Darién (Panamá). Los oficiales de la Casa de Contratación de Sevilla enviaron al Rey tres paquetes de cartas traídas por Pedro de Arbolancha. Pero en la Corte no se resolvió nada hasta no oír los informes verbales del enviado. Terminada su comisión en la Corte, se trasladó a Bilbao donde permaneció con su mujer e hijos hasta el año 1513. Ante las disidencias suscitadas en el Darién, el consejo de Indias resolvió enviar un nuevo gobernador, Pedrarias Dávila.

Pero, a fin de informarse mejor, resolvió enviar también a un representante suyo. Para este cargo fue elegido Pedro de Arbolancha. Este nombramiento está corroborado por numerosos documentos. En una cédula real al ayuntamiento de Bilbao se confirma este extremo y se ruega miren por su mujer e hijos. El año 1513 Arbolancha llega al Darién, al parecer, cuando Núñez de Balboa realiza el descubrimiento del Pacífico. Los historiadores de Indias, Las Casas, Herrera y Oviedo y otros mencionan a Pedro de Arbolancha como compañero de Balboa en este descubrimiento. Consultada el acta del descubrimiento levantada por el escribano Andrés Valderrábano inserta en "Conquistadores españoles del siglo XVI", de Ricardo Majo Framís, tomo I I, pág. 106, no encontramos a Pedro de Arbolancha entre los veintiséis descubridores. El Cabildo (Ayuntamientol de Santa María de Darién redactó una exposición al rey, relatando los eminentes servicios prestados por el descubridor. Arbolancha por su cargo de representante del consejo de Indias y su amistad con Vasco Núñez de Balboa, atravesó de nuevo el océano llevando esta relación del cabildo, cartas de Balboa para el Rey y las mejores perlas de los ricos yacimientos encontrados por el descubridor en el Pacífico, entre las que posiblemente estaría la famosa perla "La Peregrina". En esta exposición se pedía al rey el nombramiento de Balboa como gobernador del Darién. El cronista coetáneo Oviedo nos dice:

"Antes que Pedrarias -el nuevo gobernador enviado posteriormente a Panamá- llegase al Darién, había allí un hidalgo vecino de Bilbao, llamado Pedro de Arbolancha, que era curial y conocido en la corte, al cual Vasco Núñez de Balboa dio cartas y testimonios de sus servicios e que hiciese saber al Rey Católico cómo había descubierto la otra mar y pacificado mucha parte de la tierra y esperaba de día en día ser respondido"

(Historia General y Natural de las Indias, Lib. XXIX, cap. VIII).

La amistad de Balboa y Arbolancha estuvo cimentada sobre una confianza absoluta. Lo prueba el hecho de que el naviero vasco dejara a su cargo, en 1514, después del descubrimiento del Pacífico, el cuantioso cargamento que llevaba en sus barcos. A su llegada a la corte con el valioso presente, Arbolancha fue recibido en audiencia por el rey que se interesó grandemente por la recogida de las perlas y descubrimiento del océano Pacífico. Arbolancha logró para su amigo Balboa los títulos de Adelantado de la mar del Sur y los de gobernador y capitán general de Coiba y Panamá, títulos que debió de llevar -según Oviedo- Arbolancha personalmente. Las noticias que había traido el naviero vasco sobre las riquezas en perlas del nuevo litoral descubierto produjeron una gran commoción. No debió pasar mucho tiempo en ultramar. Probablemente, cuando el adelantado Balboa fue procesado y decapitado por su suegro el gobernador Pedrarias Dávila, en 1519, a pesar de los títulos que le había llevado Arbolancha, éste debía estar ya en su nativa Vizcaya. No hay noticias, por lo menos publicadas, sobre su vida en esta época. Pero en 1524, Arbolancha, o algún heredero suyo, reclama ciertos bienes que poseía en el Darién (Panamá).