Peintres

Ascunce Elía, José María

Pintor nacido en Beasain, Gipuzkoa el 14 de septiembre de 1923. Fallece en Pamplona en 1991.

Todos sus ascendientes son navarros y él desde su niñez se afincó en Pamplona. Comenzó sus estudios de dibujo y pintura con D. Javier Ciga Echandi de Pamplona. En el Concurso-oposición convocado por la Diputación Foral de Navarra se le adjudicó por unanimidad la "Beca extraordinaria de Pintura" para que continuara sus estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, donde ingresó el 15 de octubre de 1946.

En el transcurso de la carrera le concedieron premios y matrículas de honor, otorgándole por la asignatura de Paisaje, el "Pensionado del Paular" y el Premio de Dibujo del Natural - Fundación Carmen del Río, de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Al finalizar la carrera obtuvo la beca instituida por el Gobierno Civil de Santander "Pensionado de Santillana del Mar" que concede la Escuela al alumno de mejor expediente académico. En noviembre de 1952 fue nombrado por el Ministerio de Educación, profesor de dibujo artístico en la Escuela de Artes y Oficios Artísticos de Corella, Navarra, y posteriormente, secretario del mismo centro. En el Concurso de Pintura organizado por el Ayuntamiento de San Sebastián, en octubre de 1957 consiguió un primer premio con el cuadro titulado El puerto, obra que hoy posee el ayuntamiento de San Sebastián.

En 1958 se le adjudicó el primer premio de pintura en el Concurso-exposición de Pintura, Dibujo y Artesanía organizado por la D. P. de Sindicatos de Navarra. En septiembre del mismo año se le concedió la Beca extraordinaria para ampliación de estudios de Arte en el extranjero, instituida por la Diputación Foral de Navarra. Con ella estudió en la Academia de La Grande Chaumiere de París. Posteriormente estudió en Roma visitando las diversas escuelas italianas.

A partir de octubre de 1965 fue nombrado por oposición, Profesor de Dibujo y Pintura de la Escuela Municipal de Artes y Oficios de Pamplona. Ascunce, aunque domina varias técnicas, usa principalmente el óleo.

Muestra cierta preferencia por los colores calientes que deposita en la tela casi de forma violenta respondiendo a su clara filiación de pintor temperamental. Ha tenido dos épocas en las que su estilo ha variado: en la primera vivió las inquietudes de la escuela parisina de 1958-1960. De este periodo, Ramón Faraldo dijo en Ya con motivo de la Exposición de la Sociedad Amigos del Arte (enero 1963):

"Ascunce parece el más creador en esta exposición colectiva con los navarros, Lasterra y Muñoz Sola. Maneja óleos con agilidad de acuarela. Sus cuadros son masas dinámicas de color que se rompen u ordenan inspiradamente. Paleta refinada lo mismo en los grises que en colores enteros, con amplio registro. Las descripciones equilibran lo mucho que el pintor pone en la realidad y lo mucho que pone de sí mismo: ello da a los paisajes color personal y referencias vivas".

Poco a poco evolucionó hacia un estilo personal, dentro del figurativismo, donde aquellos paisajes de grandes conjuntos urbanos de su primera época se han transformado en una visión cromática nueva, rica en matices, sustituyendo a las densas sombras opacas por la construcción formal, en la que la luz y la diafanidad pasan a ser la gran peculiaridad de este artista. La pintura de Ascunce no está sujeta a la rigidez académica: se explaya en formas libres y heterodoxas, aunque posee una sólida estructura de sus cuadros.

Está considerado como uno de los grandes paisajistas vascos. Logra una visión especial de los viejos pueblos del País Vasco, cuyas singulares arquitecturas traza con un dibujo a veces minucioso y siempre muy personal; mientras que de los campos y la tierra simple obtiene versiones distintas, más ágiles y esquemáticas. Estos dos estilos nacen de la adopción de diferentes actitudes estéticas y temáticas.

De los pueblos toma el pintor la entraña particular y a través de sus formas y estructuras, entremezcla los valores puramente colorísticos con los anecdóticos. Ante la tierra desnuda, Ascunce toma otra actitud: se despoja de lo anecdótico e interpreta el paisaje en esencia reduciéndolo a su misma simplicidad. En sus cuadros la materia esta densamente empleada en los empastes que dejan al descubierto fondos no pintados, recurso técnico que brinda a sus óleos una gran originalidad y oficio, como el empleo del negro puro para los perfiles.

"La crítica ha considerado a su dibujo como excepcional"

(La Voz de España, 1966);

"nos encontramos ante un artista de raza"

(Diario Vasco, 1966);

"Ascunce nos presenta una obra maestra de equilibrio y ponderación magistrales"

(El Pensamiento Navarro, 1966).

Ha realizado varias exposiciones particulares en Pamplona, San Sebastián, Bilbao, Vitoria, Madrid, Zaragoza, Santander, Segovia, etc. Ha participado en varias Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, consiguiendo en la de 1962 el Premio de Corporaciones. Fue seleccionado para la "Exposición Las Artes de Europa", de Bruselas y obras suyas han sido seleccionadas en las "Bienales de Zaragoza", "Concursos de Valdepeñas" y "Concursos Nacionales".

Figuran obras suyas en el Museo de Navarra, Museo de Arrese (Corella), Museo de Santillana del Mar, en las Diputaciones de Navarra, Guipúzcoa y Santander; en el Ayuntamiento de San Sebastián y diversas instituciones culturales y colecciones particulares en el extranjero y España.

Entre sus obras pictóricas más destacadas figuran El puerto, Bodegón, Peralta, Pesqueros en Motrico, Hondonada, San Pedro de Olite, Puerto de Guetaria, Plaza del Castillo y una valiosa colección de retratos, bodegones y dibujos premiados.