El término Flysch proviene del alemán y quiere decir fluir, deslizarse o "terreno que resbala". Habitualmente se utiliza para describir una sedimentación clásica de fondo marino donde se intercalan capas duras y blandas de naturaleza arcillosa, carbonatada y turbidítica. Los sedimentos acumulados en el fondo marino en posición horizontal son posteriormente comprimidos, deformados y levantados por las fuerzas tectónicas que finalmente dejan estos antiguos lechos marinos en posición subaerea para que los geólogos puedan estudiar.
Gran parte de la costa vasca está constituida por esta peculiar y vistosa formación aunque sin duda es el Flysch de Zumaia el afloramiento más internacional y conocido de todos; fenómeno que pasamos a describir a continuación con más detalle.
La grandeza de sus acantilados proporciona afloramientos espectaculares que han convertido este lugar en una referencia geológica de primer orden internacional desde hace ya más de 50 años. El primer valor llamativo del afloramiento es su gran envergadura, que a lo largo de más de 10 km de acantilado ininterrumpido muestra un registro continuo desde el Albiense en el Cretácico inferior hasta el Ypresiense en el Eoceno (Figura 1 y 2) con límites tan importantes como el Cretácico / Paleógeno (K/P), el Paleoceno / Eoceno (PE) o los recientemente definidos estratotipos del Daniense / Selandiense (D/S) y Selandiense / Tanetiense (S/T). Un verdadero libro natural de la historia reciente de nuestro planeta.
Figura 1: Localización y distribución de los afloramientos cretácicos y terciarios de Zumaia. La playa de Itzurun esconde un interés geológico evidente y contrastado.
Figura 2: El flysch de Zumaia abarca 50 millones de años consecutivos desde el cretácico inferior hasta el eoceno inferior a través de 10 km de grandes acantilados. Todo un libro natural de la historia de nuestro planeta.
Video emitido por TVE: Los acantilados de Zumaia (Gipuzkoa).