Musicologues

Uriarte Amorrortu, Eustaquio de

Musicólogo vizcaíno, nacido en Durango en 1863 y muerto en Mutriku (Gipuzkoa), el 17 de setiembre de 1900.

En 1878 ingresó en la Orden Agustiniana. A los veinte años empezó a escribir y publicar artículos musicales; tenía algunos conocimientos de piano y violín y la música que conocía se reducía a contadas páginas de Haydn, Mozart, Beethoven, Chopin, Schubert y Nicolás Ledesma que había escuchado tocar al piano al padre Matías Aróstegui, y el repertorio del Museo Orgánico Español de Eslava. Durante algún tiempo, por lo que se desprende de algunos escritos, Chopin y Eslava fueron sus ídolos, pero su deficiente preparación la suplía con su intenso fervor por la música. La música, según San Agustín, Gounod y su himno a San Agustín y La expresión de la música inician sus trabajos musicológicos, que luego siguió de otros en los que procuraba la restauración del canto gregoriano, lo que llegó a ser su obsesión.

Se destacó por sus intervenciones en el Congreso Católico que se celebró en Madrid el año 1888, en el que tomaron parte los musicólogos y compositores Barbieri y Pedrell, y en los de Sevilla (1892), Bilbao (1896) y Palma de Mallorca (1900). En 1891 apareció su Tratado teórico-práctico de canto gregoriano, según la verdadera tradición, del que escribieron: "Era una obra singular, como no se había publicado otra en España" y recibió juicios laudatorios del compositor mallorquín Antonio Noguera, de Felipe Pedrell y otros. Otros artículos de Uriarte son La ópera nacional española, La música española, El drama lírico, etc., que paulatinamente insertó en la "Revista Agustiniana", "La Correspondencia Musical", "La Ciudad de Dios" en la que publicó una cincuentena de trabajos, y "La Ilustración Musical".

Hacia 1896 fue destinado al nuevo colegio que los padres Agustinos fundaron en Gernika; como gozaba de bastante fama en el movimiento musical, constantemente era invitado a los actos que tenían lugar en Bilbao; así escuchó una Misa y parte del oratorio La resurrección de Cristo, de Perossi; la ópera vasca Txanton-Piperri (a la que dedicó dos críticas), una serie de conciertos consagrados casi exclusivamente a Berlioz por la Orquesta Colonne, que motivaron redactarse la crónica Berlioz y el Poema sinfónico. El curso 1899-1900 lo pasó en el Colegio Agustiniano de Palma de Mallorca y, a su final, regresó a la Península falleciendo a los pocos meses. Unos trabajos acerca del Oratorio de Perossi La resurrección de Lázaro, que publicó en "La última hora" a continuación de escucharlo en Palma, y Concepto racional e histórico de la música religiosa constituyen la labor crítico-musical del Padre Uriarte en el último año de su vida. Autor asimismo de Orígenes e influencia del romanticismo en la música, Lugo, 1892; Manual de canto gregoriano, Madrid, 1896, y Estética y crítica musical, Barcelona, 1904.